27 de enero de 2019

Nosotros ya donamos nuestro esfuerzo. Anímate tú también.

Desde hace unos días hemos empezado a donar nuestros pasos y nuestras pedaladas a la Fundación GAEM.

Es muy sencillo, cada vez que caminemos o montemos en bici el esfuerzo realizado se convertirá en dinero para esta Fundación, que lo empleará en la investigación de la esclerosis múltiple. Una enfermedad con la que nos sentimos muy sensibilizados porque afecta a alguien muy cercano a varios miembros de este grupo.

Los encargados de transformar nuestro esfuerzo en dinero son las empresas y particulares que forman parte de dicha Fundación.


Desde aquí te invitamos a que te animes también a contribuir con tu esfuerzo a luchar contra esta enfermedad. Sólo tienes que hacer clic en la imagen que hay bajo estas palabras, darte de alta y registrar tus paseos o tus rutas en bici con Strava u otra aplicación.


¡Muchísimas gracias!

En busca del final del Esla

El invierno está haciendo estragos en este equipo y hoy sólo cuatro bíkers nos pusimos sobre nuestras bicis. Bueno, a decir verdad, hubo un quinto que rodó a su aire porque está recuperándose de una lesión.


Habíamos quedado en desplazarnos hasta Almaraz en coche para hacer una ruta desde allí y así salir del Alfoz de Zamora, que ya lo tenemos muy trillado. Y así lo hicimos, madrugamos, cargamos las bicis y sobre las 9,15 estábamos en dicha localidad.

Iniciamos la ruta intentando salir del pueblo. Intentando porque por donde pensábamos que iba el track era una cuesta muy empinada que no tenía salida. Primer calentón de la mañana y, además, inútil. Descendimos y ya cogimos el track "bueno". Poco después llegamos a una zona en la que había una charca enorme. A ambos lados había dos paredes de piedra y no había ni un sólo centímetro en todo el ancho del camino que no cubriera dicha charca. Y lo peor, no se veía lo que cubría y parecía de aguas fecales. No nos arriesgamos a cruzarla y variamos un poco el track, recortamos un poco el recorrido y listo.

Salimos a un camino en muy buen estado (el que conduce a Las Pilas de Almaraz) pero con varios sube y bajas que no nos sentaron nada bien a ninguno porque aún estábamos fríos.



Nos desviamos a la izquierda y continuamos en la misma tónica, buen firme, ascensiones y descensos y mayoritariamente campos de cereales en el horizonte.



En un momento dado giramos noventa grados y enfilamos hacia Villaseco. A partir de ese momento, al ir más cercanos al cauce del Duero, el paisaje empezó a cambiar. Empezó a aflorar la roca y, por lo tanto, se terminaron los cultivos.


Continuamos con algunos sube y bajas y poco después distinguimos en el horizonte a Villaseco, adonde llegamos poco después.



Atravesamos de punta a punta la localidad y la abandonamos por otro buen camino de excelente firme. La orografía continuaba siendo sinuosa y veíamos escobas y encinas a ambos lados del camino.



Tras rodar varios kilómetros y realizar algunos cambios de dirección, comenzamos un ligero descenso que se fue inclinando más y más. La vegetación en esta zona era mucho más densa. Poco después avistamos el Duero.



Continuamos descendiendo y llegamos a un espacio abierto y redondo preparado así para que quien baje en coche pueda dar la vuelta.


El camino se estrechó pero en bici podíamos seguir algo más y así lo hicimos, pasamos entre escobas y encinas y llegó un punto en el que no podíamos seguir. Dejamos las bicis en el suelo, avanzamos unos metros más y... ¡Flashazo! Nos encontramos con esta vista, que nos dejó con la boca abierta a los cuatro:


A la derecha el río Esla, recorriendo sus últimos metros de indepencia, y a la izquierda el Duero recogiendo las aguas de su afluente.



A nuestra izquierda estaba Peña el Carro, una enorme piedra que vigila permanentemente el encuentro de los dos ríos, la rodeamos y llegamos a una especie de mirador con unas vistas aún mejores. A la izquierda el Duero.


Y a la derecha el Esla.


Tras disfrutar unos minutos de las vistas al tiempo que comíamos un bocado, iniciamos la marcha de nuevo. Era el momento de desandar los últimos dos kilómetros del camino que nos había llevado hasta allí, es decir dos kilómetros de ascensión. Pensábamos que iba a ser peor, así que pudimos con ella. Tras ese tramo dejamos de pisar el recorrido de la ida y nos desviamos a la izquierda.

De nuevo volvieron a aparecer continuos sube y bajas que iban castigándonos, y también volvió a cambiar el paisaje, encontrándonos ahora con zonas más áridas.


Desde un punto vimos a lo lejos la presa del embalse de Ricobayo y la localidad de Muelas del Pan.


El camino que íbamos siguiendo nos llevó hasta la entrada de Villaseco, pero no llegamos a pisar sus calles.


Justo antes de entrar nos desviamos a la izquierda y empezamos a rodar por una larguísima recta que nos llevó hasta Muelas del Pan. Recorrimos una parte del pueblo y poco después salimos de él por la zona del cementerio. Los diez kilómetros aproximadamente que nos separaban de Almaraz los hicimos rápidos porque los caminos que llevábamos, aparte de tener también buen firme, tendían ligeramente hacia abajo. Este tramo no tiene más historia porque el paisaje no llama en absoluto la atención.


No tardamos mucho en divisar la localidad de nuestra partida, la veíamos en un bajo, pero para llegar a ella tuvimos que afrontar dos cuesta más. Tras ellas una buena bajada nos introdujo en el pueblo.

Antes de cargar las bicis tomamos algo en el bar de la localidad y tras esta recuperación sí, cargamos todo y para Zamora de nuevo.


Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.

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Relive 'Morning Jan 27th'

20 de enero de 2019

Rodando a pesar del barro... y de las cancelas

Que iba a haber barro hoy no era un misterio, era una evidencia con lo que había llovido ayer, pero nunca pensamos que nos encontraríamos con una arcillera. Pero pudimos con él. Con lo que no pudimos fue con la cancela que nos cortó el paso para culminar la ruta prevista. Pero vamos paso a paso...

Para encontrarnos con el barro, primero, un buen rato antes tres bikers, sí, sólo tres, salimos de la Ciudad Deportiva, cruzamos el río por el puente de Cardenal Cisneros y fuimos hasta la carretera de Moraleja, la cruzamos y continuamos por un camino que va bordeando la Autovía de la Plata hasta la rotonda que conduce a Morales del Vino. Desde allí seguimos por carretera hasta la entrada del pueblo.


Cruzamos esta localidad y a la salida nos desviamos a la izquierda para coger el camino de Cazurra. Todo iba bien, íbamos disfrutando de la espléndida mañana, pero llegamos a un punto en el que, inexplicablemente, la autovía corta el camino. Decidimos continuar hacia la derecha y terminamos saliendo a la N 630, muy cerca de la rotonda de la salida a Morales. Hicimos por carretera esos cientos de metros y al llegar a la rotonda continuamos por la que lleva a Cazurra, donde vimos que podíamos coger de nuevo nuestro track.


Pasamos por esta localidad y tomamos un camino con dirección a Jambrina. A pesar de todo lo que llovió ayer, los suelos que estábamos pisando no tenían demasiado barro. Las ruedas se agarraban más que cuando el terreno está seco, pero estaba mejor de lo que esperábamos.



Cerca de las piscifactorías de Jambrina nos desviamos a la derecha y seguimos hacia esa localidad, a la que llegamos en pocos minutos. 

Salimos de ella y poco después tomamos un camino que se abría a la derecha. Vimos, al tenerla delante, la subida del día, pero la afrontamos con decisión. Nada más entrar en el camino vimos que el barro se empezaba a pegar en nuestras cubiertas, pero teníamos la esperanza de que empezara a despegarse en breve... Pero no, lejos de caerse algún trozo, cada vez se engrosaba más y más. Y no aprendemos... En vez de darnos la vuelta, somos tercos y continuamos adelante. Pero pocos metros porque las ruedas de dos de las bicis se bloquearon por la acumulación de barro. La otra bici, sin embargo, no tuvo problema, no se le bloquearon las ruedas y pudo culminar el ascenso.


Tirando de la bici, arrastrando las dos ruedas bloqueadas, o con ella a cuestas, íbamos ascendiendo pero de un modo penoso. Llegó un punto en el que tuvimos que parar, y con las manos y con un palo ir quitando barro.



Tras quitar lo que pudimos continuamos ascendiendo con la bici en la mano hasta que en una zona vimos que parecía que se pegaba menos, allí paramos de nuevo y quitamos lo que pudimos.



Ya con las ruedas aligeradas nos pudimos volver a subir a la bici, y con mucho peso extra pudimos ascender las rampas, que brindaban a nuestra espalda y a uno de los lados bonitas vistas de la zona.



Cuando culminamos el ascenso y ya empezamos a rodar por llano, y por un camino sin barro, parecía que volábamos.

Poco después cruzamos la carretera de Fuentesaúco y continuamos siguiendo nuestro track. Algo más adelante cambió el paisaje y empezamos a ver encinas y monte bajo.


Pero enseguida llegó la sorpresa, nos encontramos con una cancela cerrada de una finca. Pensamos que sería para evitar la salida de animales y que podríamos abrirla, pero no, tenía un buen candado puesto. No nos quedó otra que dar la vuelta, desandar como un kilómetro e improvisar tomando un camino que salía a la derecha.

Con el retraso producido por el barro y por el rodeo que estábamos dando, decidimos abandonar la idea de ir hacia Sanzoles, y tratar de ir ya enfilando hacia Zamora. Pero para eso primero hicimos varios sube y bajas, atravesamos algunas zonas con barro, otras con mucha arena... y todo eso iba pesando en la piernas. 


Finalmente salimos a un camino ancho que nos parecía que podía llevarnos a Moraleja, Y así fue, pero antes tuvimos un pequeño incidente con la pérdida de aire de la rueda de uno de los bíkers.


Desde Moraleja fuimos a Villaralbo por el camino habitual, es decir, descendiendo por la cuesta del cementerio y yendo al encuentro del GR-14.


Cruzamos Villaralbo por varias calles principales y nos dirigimos hacia el río, para coger la antigua carretera.


Justo al llegar al río enlazamos de nuevo con el track que teníamos que haber traído si no hubiera sido por la cancela cerrada. 

Desde allí vinimos rápido a Zamora, entrando en ella por donde salimos, por el puente de Cardenal Cisneros. 

Como no podía ser de otro modo, nos fuimos directamente a la gasolinera Vista Alegre a lavar las bicis. Nos costó muchísimo quitar el barro acumulado, no salía ni con agua caliente. Cuando lo conseguimos volvimos a la ciudad, donde nos hidratamos, que falta teníamos.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.
Nota: en el track ya están quitados el tramo de la cancela cerrada y el realizado por el carril bici para lavar las bicicletas.

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Relive 'Morning Jan 20th'

13 de enero de 2019

Terminando lo que estaba sin acabar

Hoy hemos hecho por completo una ruta que diseñamos para el Domingo pasado pero que en esa ocasión no pudimos concluir. Podríamos añadir, además, que probablemente sea una de las más bonitas y variadas que se pueden hacer por los alrededores de Zamora.


Debido a las bajas temperaturas de estos dias, salimos más tarde de lo habitual, a las 10,15, pero aún a esa hora había tres bajo cero y una estupenda helada que no nos podíamos perder... Salimos bordeando el río y al llegar al puente de los Poetas cruzamos por debajo para seguir con dirección a las aceñas Gijón. En esa zona la helada era evidente.


Terminamos saliendo a la carretera de Almaraz, por la que rodamos. Una vez sobrepasada la cárcel giramos a la izquierda para continuar por el camino Los Pisones. Rodamos por él como un kilómetro.




Continuamos tomando un camino a la derecha que es una subida bien conocida y que en días como estos es la mejor de las calefacciones. Al llegar arriba, tras unos dos kilómetros de subida, nadie se quejaba ya del frío y, es mas, estábamos sudando. Además, por si acaso, la subida sigue otro par de kilómetros por lo menos, pero mucho más tendida. De premio al llegar arriba, aparte del calor autogenerado, hay buenas vistas.


Proseguimos bordeando una dehesa hasta llegar a la carretera de Almaraz, que tuvimos que cruzar.



Desde allí nos dirigimos a la N122 a la que llegamos a la altura de la gasolinera. Hicimos las dos rotondas y tomamos un camino con dirección La Hiniesta. Pero poco después giramos a la derecha para enfilar hacia el paso elevado de la autovía.


Poco después llegamos a la altura de Guimaré donde volvimos a cruzar la N122 y tomamos el "single track" que bordeando el teso lleva hasta Zamora. Un camino técnico, con vistas inéditas de Guimaré, de la vega del Duero, de la antigua cárcel y de la depuradora de aguas residuales.




A mitad de este recorrido paramos para contemplar mejor las vistas y recuperar fuerzas mediante una barrita.



Proseguimos por esta senda y la culminamos con una bajada muy, muy inclinada (en la foto no lo parece ni mucho menos) y con terreno suelto, que cada uno atacó como pudo, unos encima de la bici y otros echando el pie a tierra.


Nada más descender giramos a la izquierda para coger otro camino que, con una subida tendida pero constante, nos llevó de nuevo hasta la zona de Guimaré. Allí, al llegar a la carretera, giramos noventa grados y continuamos, dirección Zamora, por un camino trazado en paralelo a la N122. Al llegar al alto de San Isidro cruzamos de nuevo la N122 y cambiamos de dirección noventa grados a la izquierda. Rodamos por este camino como un kilómetro y giramos a la derecha para descender hacia el puente de La Alamedilla, unos metros antes de llegar a este dimos una curva de 180º para ascender por una rampa de cemento muy empinada que han realizado tras las obras del AVE. Tras superarla entramos en el tramo más bonito del alfoz de Zamora. Un camino de buen firme que recorre el interior de un bosque muy cerrado de pinos con curvas a izquierda y derecha.


Este camino recorre una parte inédita para muchos zamoranos del bosque de Valorio y termina en una zona de pinos bajos colocados simétricamente y rodeada de hierba, que esta época suele estar ya verde, que lo hace especialmente bonito.


Llegamos a la Fuente de los Leones y giramos hacia las casetas, cruzamos el puente sobre el arroyo y tomamos el camino que va en paralelo a la carretera dirección el puente Croix. En el trayecto encontramos tramos que ya quisiéramos ver en cada una de nuestras salidas.



Al llegar al puente, cruzamos la carretera e iniciamos la subida hacia la pequeña montaña que alberga el túnel de la vía. Una subida sinuosa y con cierta exigencia física y técnica, que culmina en un camino que bordea la parte alta del bosque, otro "single track", que en algún tramo también exige cierta destreza sobre la bici.



Al terminar este nos dirigimos a la ladera de los campos de fútbol de Valorio, bordeando estos por un lado por otro camino también muy bonito.


Finalizamos este tramo saliendo a la carretera de Valorio. Desde allí cogimos el carril bici hasta el puente de los Poetas desde donde pudimos contemplar bonitas vistas de la ciudad.



Bordeando el río nos dirigimos hacia Las Aceñas de Pinilla donde habíamos decidido hidratarnos tras esta bonita mañana de bici.


Increíblemente la helada aún perduraba en la zona, a pesar de ser casi las 13.00 h. Tras la hidratación, con agradables visitas, cada mochuelo se fue a su olivo.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.

 
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Relive 'Morning Jan 13th'