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25 de junio de 2023

Zamora - El Cubo - Zamora, la previa al Camino Sanabrés

Posiblemente esta sea la sexta o séptima vez que hacemos una ruta desde Zamora a El Cubo de la Tierra del Vino, y vuelta. Este hecho no es nada extraordinario, pero sí lo es por lo que significa para nosotros, y es que, tradicionalmente, es la última salida que hacemos antes de iniciar la Gran Ruta del Verano, en este caso el Camino Sanabrés, que comenzaremos en seis días, el 1 de julio.

16 de abril de 2023

Ruta de la colza 6.0

Es ya una tradición que en abril hagamos una ruta para disfrutar de los campos de colza en plena floración que últimamente tanto proliferan en nuestra provincia y en nuestra región, líder a nivel nacional. El contraste del amarillo de estos campos con el verde de los cereales es dignos de ver. Solemos escoger para hacerlo la Tierra del Vino, pero podríamos haber ido a muchos otros sitios.

25 de septiembre de 2022

A Fuentespreadas a encontrarnos con su ajuar

Esta semana volvimos a localizar un pueblo en el mapa de nuestra provincia, dentro de un radio de unos 30 km desde la capital, al que no habíamos llegado nunca en bici: Fuentespreadas. Esta mañana fuimos hasta él y descubrimos no solo el pueblo, sino el "Ajuar de Fuentespreadas", un tesoro para los historiadores del que no habíamos oído nunca hablar.


6 de febrero de 2022

Por la Tierra del Vino hasta El Piñero

La Tierra del Vino es una comarca de la provincia de Zamora, en concreto la zona sureste por debajo de la capital. El apellido se debe al cultivo de la vid y la producción del preciado líquido, que "tantas alegrías" generaba. Sin embargo, hoy en día es difícil encontrar viñas en ella, tan solo en algunos municipios cercanos al Alfoz de Toro y en alguno del oeste. Nosotros hoy hemos recorrido prácticamente la mitad y no hemos visto ninguna.

1 de noviembre de 2021

Hasta El Viso evitando el barro

Este puente de Los Santos no deberíamos haber estado aquí, en Zamora, sino en la Montaña Palentina. Esas eran nuestras intenciones y en ello teníamos puestas ilusiones desde hacía varias semanas. Pero las catastrofistas previsiones meteorológicas para este fin de semana hicieron que canceláramos la estancia en nuestro alojamiento el miércoles. Después de la cancelación esas previsiones empezaron a mejorar y ahora todos hemos podido comprobar que se equivocaron muchísimo. Pero como esto ya no tenía remedio decidimos salir hoy en bici, si no llovía...


9 de mayo de 2021

Hasta el pueblo natal de Pablo Montesino (Fuente el Carnero)

El viento del sur propició que planteáramos una salida en bicicleta hacia esa dirección. Se nos ocurrió que Fuente el Carnero podría ser un buen destino. Este pequeño pueblo fue la localidad natal de Pablo Montesino, un desconocido para muchos, pero del que todos los zamoranos deberíamos estar orgullosos. Además del busto que se encuentra en el pueblo de este ilustre zamorano, descubrimos paisajes nuevos que nos encantaron, a pesar de lo poco que lucían con el día gris que amaneció.

18 de abril de 2021

Ruta de la colza 4.0

El Domingo pasado teníamos previsto hacer la ya tradicional Ruta de la colza. La lluvia nos dejó en casa ese día, así que hoy había poco que pensar... Echando la vista atrás, creemos que esta es la cuarta vez que  hacemos un recorrido por la Tierra del Vino cuando los campos de colza lo llenan todo de amarillo y realzan los de cereales que los rodean. Entre unos y otros forman estampas dignas de ver.

28 de marzo de 2021

Campos de colza por la Tierra del Vino

En los últimos años, a finales de marzo o principios de abril, muchos campos de la provincia se tiñen de amarillo. Aprovechando la explosión de verdor de los campos de cereales, se generan unas cuadrículas de contrastes, entre el amarillo y el verde, dignas de ver. Eso es lo que hemos hecho hoy, ir a su encuentro. Algo hemos visto, pero aún no está la colza en su máximo esplendor. Aún así, ha merecido la pena.

26 de enero de 2020

Hasta el Viso y más allá (en busca del sol)

Dicen que las bicicletas son para el verano y eso debe ser lo que, en algunas ocasiones, piensan algunos de los integrantes de este club, o al menos lo parece, porque hoy tan solo cuatro nos presentamos a la cita matutina. Algunos tienen excusa, pero otros no ;)

A los cuatro que nos presentamos nos esperaba, como ya casi empieza a ser habitual, una densa capa de niebla y 2º de temperatura. Más de uno al abrir la ventana se lo pensó, pero al final se impuso el vicio de pasar un rato sobre la bici y con los amigos.

Dejamos atrás Zamora cruzando el puente de Cardenal Cisneros, al terminar bajamos las escaleras que comunican con el Camino Viejo de Villaralbo, si bien nada más empezar a rodar por este nos fuimos hacia la bifurcación de la izquierda, que lleva a Villaralbo igualmente.


20 de enero de 2019

Rodando a pesar del barro... y de las cancelas

Que iba a haber barro hoy no era un misterio, era una evidencia con lo que había llovido ayer, pero nunca pensamos que nos encontraríamos con una arcillera. Pero pudimos con él. Con lo que no pudimos fue con la cancela que nos cortó el paso para culminar la ruta prevista. Pero vamos paso a paso...

Para encontrarnos con el barro, primero, un buen rato antes tres bikers, sí, sólo tres, salimos de la Ciudad Deportiva, cruzamos el río por el puente de Cardenal Cisneros y fuimos hasta la carretera de Moraleja, la cruzamos y continuamos por un camino que va bordeando la Autovía de la Plata hasta la rotonda que conduce a Morales del Vino. Desde allí seguimos por carretera hasta la entrada del pueblo.


Cruzamos esta localidad y a la salida nos desviamos a la izquierda para coger el camino de Cazurra. Todo iba bien, íbamos disfrutando de la espléndida mañana, pero llegamos a un punto en el que, inexplicablemente, la autovía corta el camino. Decidimos continuar hacia la derecha y terminamos saliendo a la N 630, muy cerca de la rotonda de la salida a Morales. Hicimos por carretera esos cientos de metros y al llegar a la rotonda continuamos por la que lleva a Cazurra, donde vimos que podíamos coger de nuevo nuestro track.


Pasamos por esta localidad y tomamos un camino con dirección a Jambrina. A pesar de todo lo que llovió ayer, los suelos que estábamos pisando no tenían demasiado barro. Las ruedas se agarraban más que cuando el terreno está seco, pero estaba mejor de lo que esperábamos.



Cerca de las piscifactorías de Jambrina nos desviamos a la derecha y seguimos hacia esa localidad, a la que llegamos en pocos minutos. 

Salimos de ella y poco después tomamos un camino que se abría a la derecha. Vimos, al tenerla delante, la subida del día, pero la afrontamos con decisión. Nada más entrar en el camino vimos que el barro se empezaba a pegar en nuestras cubiertas, pero teníamos la esperanza de que empezara a despegarse en breve... Pero no, lejos de caerse algún trozo, cada vez se engrosaba más y más. Y no aprendemos... En vez de darnos la vuelta, somos tercos y continuamos adelante. Pero pocos metros porque las ruedas de dos de las bicis se bloquearon por la acumulación de barro. La otra bici, sin embargo, no tuvo problema, no se le bloquearon las ruedas y pudo culminar el ascenso.


Tirando de la bici, arrastrando las dos ruedas bloqueadas, o con ella a cuestas, íbamos ascendiendo pero de un modo penoso. Llegó un punto en el que tuvimos que parar, y con las manos y con un palo ir quitando barro.



Tras quitar lo que pudimos continuamos ascendiendo con la bici en la mano hasta que en una zona vimos que parecía que se pegaba menos, allí paramos de nuevo y quitamos lo que pudimos.



Ya con las ruedas aligeradas nos pudimos volver a subir a la bici, y con mucho peso extra pudimos ascender las rampas, que brindaban a nuestra espalda y a uno de los lados bonitas vistas de la zona.



Cuando culminamos el ascenso y ya empezamos a rodar por llano, y por un camino sin barro, parecía que volábamos.

Poco después cruzamos la carretera de Fuentesaúco y continuamos siguiendo nuestro track. Algo más adelante cambió el paisaje y empezamos a ver encinas y monte bajo.


Pero enseguida llegó la sorpresa, nos encontramos con una cancela cerrada de una finca. Pensamos que sería para evitar la salida de animales y que podríamos abrirla, pero no, tenía un buen candado puesto. No nos quedó otra que dar la vuelta, desandar como un kilómetro e improvisar tomando un camino que salía a la derecha.

Con el retraso producido por el barro y por el rodeo que estábamos dando, decidimos abandonar la idea de ir hacia Sanzoles, y tratar de ir ya enfilando hacia Zamora. Pero para eso primero hicimos varios sube y bajas, atravesamos algunas zonas con barro, otras con mucha arena... y todo eso iba pesando en la piernas. 


Finalmente salimos a un camino ancho que nos parecía que podía llevarnos a Moraleja, Y así fue, pero antes tuvimos un pequeño incidente con la pérdida de aire de la rueda de uno de los bíkers.


Desde Moraleja fuimos a Villaralbo por el camino habitual, es decir, descendiendo por la cuesta del cementerio y yendo al encuentro del GR-14.


Cruzamos Villaralbo por varias calles principales y nos dirigimos hacia el río, para coger la antigua carretera.


Justo al llegar al río enlazamos de nuevo con el track que teníamos que haber traído si no hubiera sido por la cancela cerrada. 

Desde allí vinimos rápido a Zamora, entrando en ella por donde salimos, por el puente de Cardenal Cisneros. 

Como no podía ser de otro modo, nos fuimos directamente a la gasolinera Vista Alegre a lavar las bicis. Nos costó muchísimo quitar el barro acumulado, no salía ni con agua caliente. Cuando lo conseguimos volvimos a la ciudad, donde nos hidratamos, que falta teníamos.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.
Nota: en el track ya están quitados el tramo de la cancela cerrada y el realizado por el carril bici para lavar las bicicletas.

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Relive 'Morning Jan 20th'

14 de enero de 2018

Por la Tierra del Vino, para no pisar barro

No pisar barro después de lo llovido ayer era imposible, por supuesto, pero pretendíamos hacer lo posible por no llegar enfangados y lo conseguimos.


La ruta la iniciamos cinco bíkers en la Ciudad Deportiva. Nos dirigimos al estadio Ruta de la Plata y allí cogimos el carril bici hacia Morales.


Poco antes de llegar a la ermita del Cristo de Morales nos estaba esperando el sexto bíker. Ya todos juntos continuamos hasta Morales por la vía de servicio y el último tramo, desde la rotonda, por la N-630.


Atravesamos el pueblo y tomamos el camino de Pontejos. En este tramo, por fin, empezamos a ver campos verdes, algo imposible de ver hasta ahora por la sequía, y fueron un regalo para la vista.




Desde Pontejos fuimos a Cazurra y desde Cazurra a Peleas de Abajo. En ambos tramos no hubo barro, algún charco, pero nada más.


 Antes de llegar a esta localidad el camino nos dejó en la carretera y por ella seguimos y continuamos por ella para dirigirnos a Jambrina. Aquí nos dimos el primer calentón de la mañana, porque la carretera tiene una pendiente considerable. Y como después de una buena subida suele haber una estupenda bajada, descendimos hasta Jambrina.



Cruzamos esta localidad de lado a lado para salir de ella con dirección a Gema, también por carretera local (nos cruzamos un coche en todo el tramo).

Ya en Gema hicimos una pequeña parada junto a la iglesia para meter algo en el estómago que repercutiera en las piernas.


Tras el pequeño receso proseguimos, ahora con dirección a Bamba, por la carretera-camino que une ambas localidades. Pasamos por este pueblo y a la salida nos dimos de frente con El Viso, y ya allí empezó la cantinela de siempre: A que no subimos... Y claro, quién se resiste...



Así que pocos minutos después allí estábamos con nuestros corazones desbocados y preguntándonos qué necesidad había de ello y por qué sufrir innecesariamente.


Cada uno a su ritmo llegamos todos a la cumbre, disfrutamos brevemente de las vistas e iniciamos el descenso.



Continuamos hacia Madridanos y, después de atravesar la calle principal, nos dimos de bruces con el GR-14 al que nos incorporamos para rodar por él hasta Villaralbo, sin más novedad que lo hicimos a un ritmo bastante fuerte y que, en un momento dado, tuvimos un público animado y entregado a darnos ánimo.


Después de cruzar esta localidad continuamos hacia Zamora por el itinerario habitual, primero por el Camino del río y después por el camino asfaltado que termina en Pinilla. Cruzamos el río por el puente de la autovía y como pasábamos por Cambalache, no nos quedó otra que parar a tomar una caña...



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Relive 'Morning Jan 14th'

26 de marzo de 2017

A Santa Clara de Avedillo, pese a la rueda trasera

La protagonista de esta ruta ha sido una rueda trasera, de ahí que aparezca hasta en el título. Y es que poco después de salir de Zamora un biker se dio cuenta de que iba pinchado.


Paramos con intención de hinchar pero, aunque parezca ridículo, no hubo manera de desenroscar el tapón. Desesperados intentamos hasta cortar la boquilla para, al menos, poder cambiar la cámara, pero tampoco pudimos. Como Morales estaba cerca, poco a poco llegamos hasta allí, y en la gasolinera, con ayuda de unos alicates y echándole un poco de gasolina, conseguimos quitar el tapón y poder hinchar, Pero para entonces el biker se había dado cuenta de que su cuentakilómetros-pulsómetro había desaparecido. Sin duda se había caído en el último tramo que habíamos realizado. Se dieron la vuelta dos y el milagro se hizo, lo encontraron en mitad del camino. Con todo ya en orden conseguimos retomar la ruta, si bien poco después hubo que parar a cambiar la cámara porque había vuelto a perder el aire.


Ya con la nueva cámara pudimos continuar, pero ¡qué mala es la envidia! La rueda delantera más adelante también precisó atenciones, pero en esta ocasión bastó con hinchar y el pinchazo, gracias al líquido, se subsanó.

Pero antes de todo esto, todo había comenzado en la Ciudad Deportiva. Allí nos encontramos cuatro bikers (sí, solo cuatro, se conoce que el cambio de hora y la amenaza de lluvia causaron estragos) con intención de hacer una ruta hasta Santa Clara de Avedillo ya que el viento soplaba del sur. Cruzamos el puente de Cardenal Cisneros, seguimos un pequeño tramo del GR-14 y terminamos saliendo a la rotonda de Moraleja, Arcenillas y Villaralbo. Allí mismo cogimos un camino que debería habernos llevado a Casaseca de las Chanas si no hubiera surgido, poco después de empezar a rodar por él, el incidente descrito en el párrafo anterior. 

Así que, como variamos el track, a partir de Morales del Vino improvisamos, yendo hacia Pontejos.


Allí continuamos recto por buenos caminos que nos llevaron a las cercanías de Gema del Vino. 


Bordeando esta localidad giramos a la derecha por la carretera que conduce a Jambrina, si bien, tras algunos sube y bajas nos desviamos a la derecha y continuamos por un camino que nos dejó a la entrada de esa localidad. 


Sin llegar a entrar en este pueblo proseguimos por la carretera que va a Santa Clara de Avedillo. Los cuatro kilómetros que separan ambas localidades deberían haber sido poco más que un paseo, pero el viento en contra y un ritmo alto los convirtieron en un tramo duro (eso sí, con vistas).



Hicimos una breve parada en la plaza de este pueblo para reponer fuerzas y en pocos minutos nos subimos de nuevo en las bicis para iniciar el regreso. Decidimos hacerlo por carretera hasta Corrales del Vino. Tras superar las dos largas subidas que tiene este tramo, iniciamos el descenso, casi sin tiempo ni para contemplar el bonito paisaje desde esa altura.


En Corrales retomamos los caminos y cogimos el que conduce a Peleas de Abajo, localidad a la que llegamos enseguida porque fuimos a un ritmo elevadísimo. Desde Peleas fuimos a Cazurra y de Cazurra a Pontejos. Desde este pueblo volvimos de nuevo a Morales del Vino y, tras cantarle a uno de los nuestros el "Cumpleaños feliz" a la puerta de su casa, cogimos el carril bici a Zamora.


Este nos puso a los pies de la capital en pocos minutos. Poco antes del "Ruta de la Plata" empezó a llover, pero lejos de enfadarnos nos pareció una suerte, porque la previsión indicaba que llovería con toda probabilidad desde las 11 h. y eran ya más de las 13 h.

No sabemos si sería el miedo a la lluvia, o las ganas de llegar, o lo que fuera, pero el caso es que habíamos hecho los más de 25 km. que nos separaban de Santa Clara de Avedillo en sesenta y tres minutos. ¡No estuvo mal! Quizás, y no es por quitarnos méritos, haya que tener en cuenta que el viento nos daba parcialmente de espalda y que el perfil desde allí es descendente.

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Animación de la ruta: