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13 de enero de 2024

A conocer La Cernecina

Después de varios años recorriendo la provincia y, sobre todo lo que esté en un radio de unos 30 km desde la capital, leyendo un artículo en La Opinión de Zamora nos llamó la atención el nombre de un pueblo, La Cernecina. Y es que nunca habíamos oído hablar de él, a pesar de estar en Sayago y a unos 27 km de Zamora. Ese día nos propusimos conocerlo y hoy hemos podido hacerlo.

19 de noviembre de 2023

Ruta a la "Capilla Sixtina de Sayago"

En pleno corazón de Sayago existe un lugar que dispone del mayor conjunto de pinturas que se conserva en la comarca. Ese lugar es la ermita de Nuestra Señora de Fernandiel. Como teníamos muchas ganas de conocer esta ermita y contemplar ese conjunto pictórico, hemos diseñado una ruta que nos ha llevado hasta allí.

12 de marzo de 2023

No es un barco, sino un molino...

El llamado Molino de La Viñuela, es una curiosa construcción con forma de barco, que se encuentra dentro del cauce del río Duero, en el término de Pereruela, a unos cinco kilómetros de esta localidad. Lo hemos visitado más veces pero el paraje es tan espectacular y tan bonito, que hoy nos tentó volver de nuevo, y así lo hicimos.

16 de octubre de 2022

Una excusa fue suficiente para ir a Arcillo

Muchas veces una simple excusa puede ser el motivo para programar un recorrido en bici dominical hacia un lugar u otro. En esta ocasión la excusa estaba en Arcillo, y hasta allí fuimos en una mañana en la que hemos disfrutado de la bici y de Sayago.

19 de junio de 2022

Las Enillas en lugar de Villadeciervos

La ruta que teníamos prevista para este Domingo era en Villadeciervos y recorría un amplio espacio de la Sierra de la Culebra. Lamentablemente no pudimos hacerla, pero no es lo malo eso, sino que tardaremos muchos años en poder volver a ver esa zona, tan querida para nosotros, como la íbamos a ver hoy, es más, es posible que sean tantos los años que tarde en recuperarse que para entonces ya no podamos andar en bici para poderla contemplar en su ser, como era, como tantas veces la vimos y disfrutamos.

25 de abril de 2022

De comparsa hasta Fermoselle

Hoy tres afortunados han comenzado la ruta Zamora-Oporto. Y tres amigos con mucha envidia, de la buena, hemos querido acompañarles, de comparsa, en su primera etapa, la que comenzaba en nuestra ciudad y terminaba en Fermoselle. Ha merecido la pena, sin duda, a pesar de que ha sido exigente.

13 de febrero de 2022

De la Tierra del Vino a Sayago

Normalmente, cuando hacemos una ruta nos solemos mover por la misma comarca. En esta ocasión hemos recorrido una parte de la Tierra del Vino y desde ella hemos ido a su vecina Sayago. Y de regalo hemos tenido un acompañante no invitado, el viento, que transformó un recorrido que, a priori, era cómodo, en uno de cierta dureza.

30 de enero de 2022

Los Hociles (donde la rivera de Sobradillo desaparece)

El paraje Los Hociles es un tramo en el que el riachuelo o rivera de Sobradillo desaparece bajo un caos de rocas. Más adelante vuelve a resurgir, pero en esa zona cientos de rocas, posiblemente derrumbadas sobre el cauce, esconden el riachuelo. 

19 de diciembre de 2021

Central de "El Porvenir de Zamora"

En 1899, Federico Cantero Villamil, un adelantado a su tiempo, impulsó la creación de la sociedad anónima El Porvenir de Zamora, teniendo por objeto gestionar la distribución de la red eléctrica de la provincia. En 1902, dicha sociedad comenzó a construir el salto de San Román de los Infantes, inaugurado el 1 de enero de 1903. Desde él se gestionaba la distribución de electricidad a la ciudad de Zamora, Salamanca y parte de Valladolid. A ese salto se le ha conocido popularmente como "El Porvenir". Hoy lo hemos visitado.

8 de junio de 2021

Una clásica: "La Mirandesa"

En Zamora, para los aficionados a la bicicleta de montaña, "La Mirandesa" es una clásica. Seguro que hay pocos de estos aficionados que no la hayan hecho alguna vez. La mayoría de nosotros la hemos hecho varias veces, pero aún así siempre gusta volver a hacerla; suponemos que será porque el paisaje es muy agradable, porque tiene dureza pero es asequible, porque el tramo final es muy divertido... Además, hoy hemos conseguido que estuviéramos casi, casi, todos, y eso no es fácil.

13 de diciembre de 2020

Explorando la rivera de Sobradillo de Palomares

La dirección de la salida de hoy, una vez más, la marcó el viento. Se esperaba que soplara del suroeste, así que hacia allí planteamos nuestra ruta. Al salir no esperábamos gran cosa de ella porque el día no estaba nada bonito, el gris lo presidía todo, y la mayoría de nosotros, que somos de sol, cuando nos falta este lo notamos. Sin embargo, nos encontramos con una recorrido precioso con un protagonista: el arroyo o rivera de Sobradillo de Palomares.

15 de noviembre de 2020

Sorprendidos por el barro

Esta mañana sabíamos que no íbamos a encontrar caminos secos y polvorientos, imaginábamos que algún rastro de humedad tendrían, pero lo que no imaginábamos es que íbamos a estar peleándonos con el barro a lo largo de toda la ruta. La única explicación que encontramos para justificar la presencia de tanto es que por la zona por la que se desarrolló nuestro recorrido debió llover mucho ayer o esta noche. Por eso ese barro nos sorprendió y condicionó todo.

1 de marzo de 2020

Sin pena ni gloria, pero con lluvia y viento

Un Domingo más la climatología quiso ser la protagonista de nuestra ruta. La verdad es que no recordamos un año en el que haya habido tantas incidencias meteorológicas coincidiendo con nuestras salidas. Las de hoy tuvieron que ver con la lluvia y el viento, nuestros peores enemigos. Finalmente algunos fuimos tercos y logramos hacer una ruta, sin pena y con poca gloria, porque no fue la prevista, pero nos conformamos. Sólo conseguimos llegar a Pereruela, pero nos costó más, debido al viento en contra, que si hubiéramos ido casi a Miranda. Eso sí, la vuelta fue otro cantar...


27 de octubre de 2019

Al Molino de La Viñuela

Hoy se celebraba la marcha Titán Matacucos y uno de los bíkers se había apuntado. Como no nos gusta dejar a nadie solo le dijimos que no fuera y él contestó que no iría siempre que la alternativa fuera una buena ruta. Y así lo intentamos.

Esa "buena ruta" ya la habíamos hecho casi igual algunos de los siete bíkers que hoy nos dimos cita en el lugar habitual, pero aún así merecía la pena. Eso sí, finalmente fuimos seis porque el séptimo tenía un problema con el mando del cambio y no fuimos capaces de solucionarlo.

Dejamos atrás Zamora cruzando el Puente de Piedra, recorriendo San Frontis y tomando el GR-14 tras cruzar la carretera de Bermillo. Los primeros kilómetros los hicimos con frío. Las previsiones eran de una mañana de temperatura agradable, en la que haría casi calor al filo del mediodía, y no nos abrigamos; y la realidad fue que el sol no salió y eso provocó que no entráramos en calor.


Y no lo hicimos hasta poco antes de llegar a Tardobispo, y no porque subieran las temperaturas, sino porque hubo que subir unas ligeras pendientes. Tras pasar esta localidad continuamos por el trazado del GR-14 hasta La Pueblica sin más novedades que alguna zona con barro. Aún así, menos de lo que esperábamos con toda la lluvía caída durante la semana.


Tras pasar esas zonas de barro, llegamos al conocido como Puente Potato, que cruza la ribera del Campeán y que era parte del camino tradicional que unía Zamora con Ledesma. Lo cruzamos y seguimos adelante hacia Pereruela.



Cuando llegamos junto a la carretera, en vez de seguir el camino habitual que va a la izquierda de esta, decidimos aventurarnos por uno de reciente factura que, como imaginábamos, también nos llevó hasta Pereruela. Allí volvimos al GR-14 y no lo abandonamos hasta las proximidades del Puente de Las Urrietas.


Antes de cruzar dicho puente giramos a la derecha y seguimos rodando por otro nuevo camino, abierto sobre otro más estrecho existente, que ya no abandonamos hasta nuestro destino, si bien en un momento dado se termina el nuevo y continúa el viejo trazado. 

Sin duda ahí empieza lo más bonito de la ruta, un descenso en el que se empieza a divisar el Duero, en su lento transcurrir hacia Portugal, y donde empieza a estar encajonado, preludio de Los Arribes.


Unos cientos de metros más adelante no pudimos por menos que pararnos a admirar el paisaje que, sin duda, y a pesar de la falta de sol, nos pareció impresionante.


Desde allí ya divisábamos nuestro destino, el molino que unos llaman La Central y otros de la Viñuela. En cualquier caso, un bonito molino caracterizado por tener forma de barco. Tras la pequeña parada volvimos a las bicis y el camino parecía llevarnos en sentido contrario al molino, si bien poco después realiza un giro de casi 180º, que nos enfiló de nuevo hacia él.


En el último tramo el camino se convierte en una senda muy bonita, rodeada de escobas y vegetación baja. Al llegar a las cercanías del molino paramos y aprovechamos para admirar el paisaje y para retomar fuerzas comiendo algún tentempié.


Justo cuando íbamos a abandonar el lugar el sol quiso hacernos un guiño, iluminándolo todo y brindándonos así una vista totalmente diferente.


Tras la parada nos enfrentamos a la larga y empinada cuesta que teníamos que ascender. Poco a poco y cada uno a su ritmo lo fuimos logrando.


Después de pasar de nuevo junto al puente de las Urrietas volvimos a pisar el GR-14 con dirección a Pereruela, pero enseguida cogimos otro nuevo camino que salía a nuestra izquierda. Tal y como esperábamos no mucho después giraba a la derecha y terminó por sacarnos de nuevo al GR-14, en las proximidades de Pereruela.

Tras atravesar de nuevo esta localidad continuamos hacia San Román, primero, de nuevo por un camino recién arreglado, y más tarde por una pradera, conocida como la del Terror, porque suele acumular agua, aunque hoy no era el caso.


No tardamos mucho en llegar a las proximidades de San Román, donde volvió a haber camino. Descendimos hacia la parte baja del pueblo, aunque enseguida hubo que ascender por sus empinadas calles.



Y el ascenso continuó también después del pueblo, en esta ocasión por la carretera, hasta que al llegar a la parte más alta nos desviamos para coger el camino que lleva a La Carva. No tardamos mucho en empezar a descender, y lo hicimos prudentemente porque las últimas veces que habíamos pasado por allí el firme estaba en muy mal estado. Pero las lluvias han afianzado el terreno y estaba mejor de lo esperado. Además las vistas durante la bajada eran magníficas, al estar toda la ribera del Duero repleta de los colores del otoño.


Desde allí, rodamos en paralelo al río y proseguimos hacia Carrascal, y eso incluye un par de subidas que ya empezaban a pesar en las piernas.


No llegamos a entrar en esa localidad, en realidad la dejamos a un lado. Seguimos rodando, con Zamora ya a la vista, y salvando los pequeños sube y bajas que fuimos encontrando. En un momento dado, ya cerca de la capital, viramos a la izquierda para seguir por una vía de cemento que, tras un ascenso y un descenso nos dejó muy cerca del puente de los Poetas.

Lo cruzamos porque queríamos ir a lavar las bicis, y continuamos hacia el Centro Comercial Valderaduey, donde pudimos quitar los pegotes de barro que traíamos por todos lados. Tras el lavado nos volvimos a montar en las bicis para ir a tomar algo que nos hidratase, y qué mejor que unas cañas...

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Relive 'Morning Oct 27th'

23 de junio de 2019

Etapa de transición... antes de la Gran Ruta

Ayer una de nuestras galanas tuvo una gran fiesta sorpresa, y allí estuvimos dándolo todo, así que quedamos para salir hoy a una hora prudencial. Sólo nos presentamos cuatro, no porque el resto se quedara en la cama, sino por distintos compromisos de cada uno. Y los cuatro, y el resto también, podemos asegurar que ya tenemos la cabeza puesta en nuestra gran ruta de este año, que unos empezarán el jueves, desde Santiago de Compostela, y a la que nos uniremos el resto dos días después, en Tuy, para continuar todos juntos hacia Lisboa. Esto se dejaba ya notar en nuestras bicis, que ya llevaban portabultos, y alguno hasta alforjas para irse acomodando.


Nos sorprendió ver que el día no era de los bonitos, las nubes se habían apoderado del cielo y el sol apenas se dejaba ver, y de hecho apenas lo vimos a lo largo de la ruta. Como habíamos leído que el viento soplaría del sur o suroeste decidimos ir en su contra, hacia Pereruela, para regresar con ayuda.

Partimos de la Ciudad Deportiva bordeando el río, cruzamos el Puente de Piedra y atravesamos San Frontis. Tras cruzar la carretera de Bermillo tomamos el GR-14. Curiosamente, a la altura del Brocal de las Promesas, ya cerca de Entrala, una chica que había junto a un coche nos paró y nos hizo una encuesta sobre por qué estábamos pasando por allí, de dónde veníamos, a dónde íbamos, si íbamos a tomar algo a la llegada y alguna pregunta más. Lógicamente le dijimos que para qué era la encuesta y se acreditó como autorizada por la Junta de Castilla y León para conocer el uso de la Euro Velo 1, una de las grandes rutas europeas de bicicleta, y mejorarla. Tras ofrecernos una bebida, que rechazamos, nos despedimos de ella y continuamos adelante. Justo al irnos le preguntamos, por curiosidad, que a cuántos le había hecho la encuesta y nos dijo que a ¡54!, y eran las 10.30 h.

Continuamos por el GR-14 y no tardamos en llegar a Tardobispo y no mucho después a las proximidades de la Pueblica de Campeán. Cruzamos el puente romano y proseguimos hacia Pereruela.



Pero antes de llegar a esa localidad hay que superar un par de subidas que cada uno hizo a su ritmo sin mayores problemas.


Una vez que llegamos a Pereruela, poco después de comenzar las primeras viviendas, giramos a la derecha para tomar un camino que recientemente ha sido arreglado (al igual que otros que vimos por la zona).



Con la capa de arena recién echada y compactada, y el perfil que comenzó a ser descendente, rodamos a muy buena velocidad y en pocos minutos vimos desde un alto la localidad de San Román de los Infantes. Si bien antes pudimos contemplar buenas vistas de la zona.



Descendimos hasta la parte más baja de la localidad y desde allí ascendimos por sus empinadas calles. Como siempre que pasamos por allí, nos volvió a dar la impresión de que el tiempo se hubiera parado entre aquellas casas que conforman la localidad.



Allí mismo, en un banquito en el que ya hemos parado otras veces, hicimos una breve pausa para renovar fuerzas comiendo algo.

Enseguida volvimos a las bicis y nos enfrentamos a la empinada cuesta por la que se abandona el pueblo.


Al llegar arriba tomamos la vieja carretera de la izquierda, avanzamos por ella y poco después giramos a la derecha para tomar el camino de la Dehesa de Congosta.


Este camino es prácticamente en su totalidad descendente. Los primeros metros para disfrutarlos. Tras pasar una cancela continúa el descenso para ya hay un tramo en el que hay que tomar precauciones por su inclinación y porque el terreno está muy suelto.


Hay que poner tanta atención en el suelo que apenas se pueden disfrutar las bonitas vistas del Duero, empezando ya estar encajonado entre laderas.

Poco después hay otro segundo tramo más inclinado aún y con el terreno en peores condiciones, es el que coincide con los últimos metros.

Ya todos abajo, junto al río, continuamos a su vera hacia Carrascal. Pero eso sí, antes de llegar a este barrio de Zamora, hay que superar tres subidas casi encadenadas.


Tras superar la última continuamos avanzando y giramos a la izquierda, cogiendo un camino que nos llevó hasta el pueblo/barrio. Atravesamos sus calles y tras abandonarlo tomamos el camino de la derecha, con otro nuevo ascenso, por el que ya llegamos casi a Zamora. Sólo tuvimos que volver a la izquierda en las proximidades de la ciudad, superar un tramo ascendente y poco después descender hacia la carretera. Rodamos por ella unos cientos de metros y llegamos a Los Pelambres. Desde allí continuamos hacia el lugar desde donde habíamos partido para comentar la ruta e hidratarnos, como suele ser habitual.

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Relive 'Morning Jun 23rd'

24 de febrero de 2019

Improvisando por Sayago

La ruta de hoy estuvo llena de impedimentos desde el principio, pero finalmente fuimos solventando todos, bueno, casi todos, porque el primero fue imposible. Y es que fuimos con coches hasta Pereruela para comenzarla allí y nada más bajar las bicis surgió el primer problema: uno de los bíkers se había olvidado sus botas en casa. Ese primer problema fue el único que no conseguimos solventar porque no le quedó otra que volverse para Zamora. Pero fueron surgiendo muchos más...

Tras ese primer incidente empezamos la ruta saliendo de Pereruela por un camino recién rehecho y con mucho fresquito.


11 de noviembre de 2018

Sin pena ni gloria hasta Pereruela (o Bárate)

Hoy sólo cuatro bikers nos presentamos a la cita dominical. Compromisos sociales, trabajo y enfermedad hicieron que el resto no pudiera estar. El tiempo tampoco acompañaba mucho, viento, cielo plomizo, previsión de lluvia... Otoñal, vaya, que es lo que toca.

Nadie había pensado hacia donde ir así que tocó improvisar. Sabíamos que el viento soplaba de sudoeste así que decidimos en esa dirección, somo así de valientes, a pelear contra el viento.

Abandonamos Zamora cruzando el Puente de Piedra. Tras atravesar San Frontis tomamos el GR-14. Antes de llegar al punto donde se atraviesa la carretera que va al Polígono Los llanos, giramos a la derecha para evitar un tramo con mucho barro arcilloso. El camino nos llevó a la carretera de Tardobispo.


6 de mayo de 2018

A la conquista de Miranda do Douro

"La Mirandesa" es un clásico entre los que practicamos la MTB en Zamora y, en nuestro caso, raro es el año que no la hacemos. La época ideal para llevarla a cabo es la primavera.

El último día que hicimos una ruta alguien dijo: ¿Y si el Domingo hacemos la Mirandesa? Y como era primavera, y había deseo de hacerla, hubo aprobación general y hoy conquistamos Miranda.

Salimos temprano, a las 8,45 h., siete bíkers, cinco que íbamos hasta la localidad portuguesa y otros dos que no podían quedarse a comer allí y que nos acompañaron muchos kilómetros (tantos que entre ida y vuelta hicieron más que nosotros). Abandonamos Zamora, por el GR-14 y poco después del cruce con la carretera de Los Llanos se unió el sexto bíker (octavo, si contamos a los acompañantes).


13 de enero de 2018

Dos al precio de una

Dice el dicho que no hay mal que por bien no venga, y aunque que lloviera esta mañana no es "mal" con la sequía que arrastramos, a nosotros nos hizo poco "bien", o eso creíamos. El caso es que, cumpliendo con el mandato que nos hemos hecho a nosotros mismos de hacer una ruta de senderismo un sábado de cada mes, íbamos a hacer una y finalmente hicimos dos. La que teníamos en mente llevar a cabo partía de Pereruela, pero al llegar a esta localidad llovía, así que decidimos ir a Fermoselle a visitar La Casa del Parque.

Tras tomar un café en la coqueta plaza mayor, nos dirigimos hacia La Casa del Parque. pero cuál fue nuestra sorpresa que al llegar estaba cerrada, menos mal que el paseo hasta allí fue agradable.



Volvimos a improvisar otro plan al ver que ya no llovía. Nos acercamos en coche hasta la cercana ermita de Santa Cruz y allí iniciamos una pequeña caminata, por un buen sendero, con muchos olivos a ambos lados del camino y con buenas vistas al horizonte. 



Llegamos a las ruinas de la Casa de los Carabineros, ascendimos por unas escaleras que la bordean hechas aprovechando el relieve del terreno y nos topamos con una vista sobre el Duero y de sus arribes, magnífica.



No demoramos mucho el inicio de la vuelta y enseguida nos pusimos en marcha desandando el camino de ida sin más problema, con la única diferencia de que, como al ir se desciende levemente, al volver se asciende pero de un modo muy tendido. En poco tiempo llegamos de nuevo a la ermita.


Desde la ermita, de nuevo en los coches, nos dirigimos a Torrefrades, donde teníamos encargada la comida.En el Restaurante Alonso saben dar de bien de comer y nosotros, para estar a la altura, comimos bien, en exceso, como suele pasar en estos casos. Alguien comentó que después de una comida tan copiosa sería bueno caminar. Al escuchar esto, otro alguien propuso hacer la ruta que no pudimos hacer por la mañana y fue una idea que gustó. Así que terminamos de comer y nos desplazamos hasta Pereruela.

La segunda ruta del día la comenzamos en el centro del pueblo, continuamos por el GR-14, que abandonamos como a 2 km de la salida, para coger una bifurcación que sale a la derecha. 


Continuamos por este otro camino con perfil descendente hasta llegar a una pradera, en la que giramos a la derecha. 



Poco después comenzamos ya a descender hacia el río y unos cientos de metros más adelante avistamos por primera vez el original molino llamado "La Central".


Con ese tajamar en la parte delantera que hace que parezca un barco con su quilla.


Aunque ya había poca luz bajamos hasta ponernos frente a él. Hicimos unas fotos y comenzamos el ascenso enseguida porque la noche se iba acercando. 


Tras ascender la parte más inclinada volvimos a llegar a la pradera en la que nos habíamos desviado en la ida, pero desde ella nos dirigimos al Puente Las Urrietas. Llegamos a él y ya continuamos por el GR-14 hasta llegar a Pereruela, ya de noche, pero mereció la pena.



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Relive 'Afternoon Jan 13th'