4 de junio de 2017

A la conquista de Castrotorafe

Para salir en la bici hay que cargarse de tantos "atripechos" que rara es la vez que no olvidamos alguno. Hoy yo mismo olvidé uno básico, el GPS, y en él estaba la ruta que íbamos a realizar, una parte extraída de una descargada de Wikiloc y otra trazada a mano para evitar carreteras.

Pero como cuando me di cuenta no era plan de que ocho personas dieran la vuelta para volver a por él, decidimos arreglarnos sin tecnología pero manteniendo el mismo destino: Castrotorafe.

Intentando evitar posibles pérdidas salimos de Zamora en paralelo a la carretera de La Hiniesta siguiendo a partir de ahí la Vía de la Plata que, por cierto, ha estrenado una nueva señalización que los peregrinos agradecerán (hoy hemos encontrado a muchos).
















Siguiendo esas indicaciones llegamos a Montamarta y continuamos guiándonos por ellas hasta el antiguo cruce de la carretera de Benavente.


Allí, para no arriesgar cogimos la N 630, por la que ahora no circula casi nadie, y la seguimos hasta el desvío de Fontanillas de Castro. Allí la abandonamos y enseguida llegamos a las ruinas de Castrotorafe, restos de una fortaleza del siglo XII que históricamente tuvo mucha importancia por su situación estratégica, a orillas del río Esla.





Tras disfrutar de las vistas de las propias ruinas y del río Esla, que son preciosas, por cierto, y comer algo, recogimos las bicis, que parecían cadáveres caídos en la batalla, e iniciamos el regreso.



Como conocíamos el camino que va hasta San Cebrián de Castro lo seguimos hasta esta localidad y desde esta a Piedrahíta de Castro ya lo hicimos por carretera, Igual que de este pueblo a Moreruela de los Infanzones.

Ya desde Moreruela, con algunas indicaciones que nos dieron y con lo que recordábamos de haber ido en una ocasión por allí, continuamos por camino hasta Cubillos.




En Cubillos tomamos una ruta ya bien conocida, el camino que conduce a Roales y desde este a Zamora por el camino que va en paralelo a la carretera y a partir de la rotonda de la autovía por la vía de servicio.

Al llegar a la capital paramos en San José Obrero para hidratarnos y "comentar la jugada". Tras esta breve pausa cada "mochuelo" se fue a su olivo.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc

Powered by Wikiloc



Animación de la ruta:




21 de mayo de 2017

Bikers Duri en la VII Marcha BTT "Arroz a la zamorana"

Un año más, y ya van siete, Carbajales de Alba se vistió de fiesta para recibir a casi quinientos ciclistas y más de doscientos senderistas, en una marcha que ya es un clásico para los zamoranos y para gente de todo el norte de España y Portugal.

Pero antes de empezar esta ruta tuvimos que madrugar, y mucho, cargar las bicis y desplazarnos hasta esa localidad. Tras coger los dorsales y la bolsa con el famoso pan y una botella de vino, nos situamos en la plaza para tomar la salida, aunque antes nada mejor que hacerse una fotito ante el fotocol del evento


A las 9 en punto se dio la salida, y tras un tramo neutralizado, se dio la salida oficial. Comenzamos descendiendo, pero como era de esperar tras esas primeras bajadas comenzamos a ascender, una subida larga pero llevadera que nos puso junto a los aerogeneradores. 



Rodamos un tramo bastante largo junto a ellos, por un camino de muy buen firme y ancho, si bien siguiendo con el perfil ascendente.



Tras hacer varios cambios de sentido comenzamos a rodar por caminos más estrechos y rodeados de jaras e hiniestas. Un buen espectáculo al estar completamente floridas unas y otras.


Poco después el paisaje se transformó y nos adentramos en un robledal en el que la luz penetraba con dificultad. En esa zona tuvimos que atravesar varios riachuelos por lo que nuestros pies percibieron el frescor de sus aguas.

Tras muchos subes y bajas llegó una ascensión muy larga y tras ella una bajada más larga si cabe, en la que, por primera vez en todo el recorrido, los kilómetros corrieron con rapidez. Poco después del descenso llegamos a Losacio de Alba, donde estaba el primer avituallamiento.


Repusimos fuerzas y continuamos. Comenzamos ascendiendo, después otra bajada y de nuevo jaras, robles e hiniestas por todos lados.




Después de estos tramos llegamos a Domez, segundo avituallmaiento, donde paramos lo necesario para comer y beber algo. Desde allí continuamos bordeando el río Aliste, esta ribera es preciosa para rodar por ella, primero llaneando, después ascendiendo para en el descenso llegar a Vegalatrave.


Tras atravesar esta localidad ascendimos por la carretera pero antes de coronar nos desviamos para volver a la ribera del río.


Continuamos bordeándolo por buen terreno, salvo algunas piedras (como en toda la zona) y comenzamos otra ascenso considerable.


Eso sí, si algo bueno tienen las cuestas es que a veces proporcionan excelentes vistas, y para muestra un botón:


Descendimos para cruzar el río por un puente y entramos, con una buena cuesta en Losacino, donde se encontraba el último avituallamiento. Tras una breve parada continuamos, cómo no, ascendiendo... Seguimos por un camino que discurre en paralelo a la carretera y poco después llegamos a Muga de Alba.

Al salir de esta localidad iniciamos una enorme recta llena de toboganes que, a esas alturas, se iban atragantando. Son cinco kilómetros que se hacen largos porque, además, son los más feos, de toda la ruta. Pero tiene un premio, y es cuando tras la última subida se divisa Carbajales. En ese momento es cuando todos pensamos que lo hemos conseguido y que, a pesar de sufrir sobre la bici, ha merecido la pena. En pocos minutos llegamos a la plaza donde encontramos a mucha gente recibiéndonos.

Como siempre que hemos estado, la organización merece un párrafo aparte. Lo hacen perfecto, no se les puede pedir más. Todo perfectamente señalizado, gente en todos los cruces, detalles con los participantes, avituallamientos super generosos, etc., etc. ¡Chapeau por todos los que la hacen posible cada año!

Al terminar, tras la reconfortante ducha, nos desplazamos a Ferreruela, donde recuperamos con creces todo lo perdido en Casa Pepa.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc


Powered by Wikiloc




Animación de la ruta:




17 de mayo de 2017

Ride of Silence 2017

Ride of Silence es una marcha silenciosa que se celebra el tercer miércoles de mayo en todo el mundo para homenajear a todos aquellos ciclistas que murieron o resultaron gravemente heridos practicando esta actividad. Este año esta marcha tiene mayor protagonismo, si cabe, por los accidentes que han ocurrido en las últimas semanas.


Bikers Duri se ha unido a esta convocatoria de Bici Zamora y algunos de sus miembros han acudido a la Plaza Mayor de Zamora, a las 20,30 h., donde se ha leído un comunicado, se ha guardado un minuto de silencio y donde se ha iniciado la marcha que ha recorrido en silencio la capital.







14 de mayo de 2017

Bikers Duri frente al mar

Nos hemos tomado la licencia de parafrasear el título de la película "Manchester frente al mar" para dar nombre a esta entrada del blog. Esperemos que la industria cinematográfica no nos lleve a los tribunales... Pero es que nos parecía un buen título para nombrar esta ruta que comenzamos seis bikers en Laredo (Cantabria), aunque uno la terminó, por avería, cinco minutos después de comenzarla.

Pero no adelantemos acontecimientos, rebobinemos y nos situémonos al comienzo de la ruta. La iniciamos en el Paseo Marítimo de Laredo.


Rodando por él surgió la avería referida, tras ver que no tenía solución, los cinco restantes continuamos hasta el llamado Puntal. Desde allí rodamos en paralelo al Paseo Marítimo y tras pasar el Hospital giramos la derecha para, bordeando fincas y atravesando un polígono industrial, llegar al Puerto de Colindres que atravesamos.



Cruzamos la ría de Treto por un puente de hierro. Continuamos por la carretera y poco después giramos a la izquierda. Rodamos como un par de kilómetros por este asfalto y tras cruzar la ría de Rada giramos a la derecha para tomar una carretera más tranquila.


Tras, más o menos otro par de kilómetros, viramos a la derecha, cogimos una carretera muy estrecha y para uso local que nos llevó a recorrer un bonito valle repleto de fincas, con un verde por todos lados que a los de tierra castellana nos seduce y nos llena de admiración, con casonas, algún bonito puente e incluso alguna madre e hijo que se acercaron a vernos pasar.




 Tras disfrutar mucho de este recorrido llegamos a la Ermita de San Roque, donde hicimos una pequeña parada para comer algo y hacer una foto de grupo.



En vez de iniciar el regreso por donde habíamos hecho la ida, tomamos una carretera que va en paralelo. Llegados a un punto tuvimos ya que pisar por donde habíamos rodado minutos antes, esto también nos dio un perspectiva diferente del mismo camino e incluso nos dio la oportunidad de ver un corzo. Al llegar a una pequeña población preguntamos si podríamos ir por otro sitio hacia Treto y nos señalaron el camino a seguir. Ufff, nada más verlo nos entró miedo pero no paramos. Iniciamos así dos kilómetros muy duros, con rampas de hasta el 19%, pero poquito a poco lo logramos y eso sí, aunque nos faltaba el aliento disfrutamos de buenas vistas.


Llegamos a otra pequeña población y nos indicaron por dónde debíamos continuar. Ahora tocaba lo contrario, descender por rampas muy, muy inclinadas.


Las bajadas nos dejaron en una zona de eucaliptales. Poco después llegamos a las primeras edificaciones de Treto.

Desde aquí prácticamente calcamos el camino que habíamos hecho a la ida y terminamos la ruta sin más novedades.

Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc

Powered by Wikiloc




Animación de la ruta:





7 de mayo de 2017

De nuevo por la Sierra de la Culebra (v. 4.0)

En esta ocasión nueve bíkers nos desplazamos hasta Tábara para comenzar allí una ruta por la Sierra de la Culebra. La hemos denominado 4.0 porque es la cuarta diferente que realizamos por la zona. La primera parte del recorrido fue siguiendo un track de nuestros amigos de Bici Zamora y la segunda siguiendo las indicaciones IMBA del recorrido señalizado por esta sierra zamorana.

Aparcamos en un estupendo aparcamiento que tiene el Centro de Salud y desde allí partimos en dirección Riofrío unos cientos de metros. Enseguida dejamos el asfalto y empezamos a recorrer caminos bordeados de jara en flor con su inconfundible aroma y ya desde el principio subiendo y bajando.



Pasamos junto a la ermita de San Mamés, ascendimos por la derecha y cogimos un camino por el que subimos, salvo leves bajadas, durante varios kilómetros para terminar bajando casi todo lo ascendido de golpe e iniciando otra ascensión más larga que la anterior y más tendida, ahora ya entre pinos. En esa zona un primer corzo se dejó ver.


En un momento dado giramos a la izquierda, continuamos entre pinos y un segundo corzo quiso cruzar nuestro camino. El perfil seguía siendo claramente ascendente. Finalmente tras una pequeña bajada llegamos a El Casal. Lo bordeamos e hicimos un bucle que primero nos llevó entre pinares, pero más adelante el camino se estrechó hasta casi estar cerrado por las escobas, además era ascendente y con mucha piedra suelta lo que dificultaba el agarre.


Tras volver a mejores caminos llegamos de nuevo a El Casal. Nada más pasarlo hubo una caída tonta que nos hizo temer que podría haber una rotura de clavícula, pero todo quedó en el susto...   Desde ese punto cogimos un camino conocido que nos condujo hasta las proximidades de Ferreras de Arriba por un muy buen camino descendente en gran parte del recorrido y bordeado de grandes pinos. Si a cualquiera nos hubieran dicho que estábamos rodando por Canadá nos lo habríamos creído.


Bordeamos Ferreras y paramos a decidir si subíamos a la Pedrizona, un ascenso duro de casi 3 km en el que se ascienden 315 m. Como somos "leones" empezamos a ascender, cada uno a su ritmo, siendo las rampas las que fueron haciendo la selección natural.


Pero todos llegamos arriba, que es lo importante. Tras la larga y dura subida, contemplamos las excelentes vistas, nos hicimos una foto y comenzamos el descenso.




Al comienzo por una zona con bastante piedra, pero más adelante un cortafuegos con innumerables torrenteras. Casi nadie lo bajó subido, pero algunos sí que casi lo lograron por entero, con pequeña caída incluida.


Ya abajo llegamos a un camino indicado con la señalización IMBA que fue el que seguimos hasta Tábara, eso sí, tampoco por él nos libramos de seguir ascendiendo porque a pesar de que su perfil es descendente hubo tres o cuatro rampas que no nos sentaron nada bien. Antes de llegar a esa localidad atravesamos La Folguera y entramos por el barrio de San Lorenzo.


Y aunque era tarde, como a todos se nos había terminado el agua por el camino, no tuvimos más remedio que hidratarnos un poquito frente a la bonita Iglesia de Santa María, sede del Scriptorium, si bien nosotros estábamos en otro Scriptorium...



Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc

Powered by Wikiloc







Animación de la ruta: