Esta ruta comienza con un calentamiento por el paseo
marítimo de Covas para después continuar pasando por de la iglesia y subiendo
por la empinada calle que une esta con el hotel Las Sirenas. Allí no queda más
remedio que coger la carretera hasta la primera señalización que indica Playa
de Abrela. Se sigue la indicación y enseguida hay que desviarse a la izquierda
para tomar un bonito camino descendente rodeado de mucha vegetación.
30 de julio de 2017
29 de julio de 2017
Subiendo y bajando hasta el Faro Roncadoira
La ruta comienza en Covas. Por el paseo marítimo se llega a
Viveiro para seguir hacia Celeiro por la vía de servicio del puerto. Al llegar a Celeiro se gira a la derecha y se
atraviesa el pueblo para terminar con una ascensión durilla para conseguir
llegar a la carretera.
Ya en esta se rueda por ella unos cincuenta metros y se toma
una carreterita que va a la playa de Area. A la vez que se desciende se puede
disfrutar de las vistas.
25 de julio de 2017
Subida al Mirador de Monte Faro
Salí de Covas por el paseo marítimo, crucé la ría y ya desde Viveiro seguí dirección Celeiro. Fui por la vía de servicio del puerto. Ya en Celeiro y, tras una confusión, tomé el camino correcto, una buena subida que terminó en la carretera. Allí la bordeé unos metros y cogí una carreterita que baja a la playa de Area.
Rodé en paralelo a la playa por el paseo y cuando no quedó más remedio salí a la carretera que asciende hasta Faro.
Rodé en paralelo a la playa por el paseo y cuando no quedó más remedio salí a la carretera que asciende hasta Faro.
23 de julio de 2017
Por el paseo del río Landro, Souto da Retorta y Mirador de San Roque
En esta ocasión dos bikers hicimos una ruta por el norte.
Salimos recorriendo el paseo marítimo, de ese modo disfrutamos de las vistas y
calentamos. Tras terminar este recorrido nos dirigimos hacia el paseo del río
Landro, un recorrido por los humedales existentes junto a este río justo antes
de perder sus aguas en el mar.
9 de julio de 2017
El Camino del Cid
Habíamos esperado con tremenda ilusión durante muchos meses el momento de iniciar el Camino del Cid, y por fin ese momento tan ansiado llegó y nuestras expectativas no nos defraudaron, vivimos ocho días increíbles, con muchas risas, atravesando muchos lugares preciosos, viendo fauna (corzos, jabalíes, conejos, ciervos...), visitando lugares con mucho valor histórico, sufriendo sobre la bici porque no fue un camino de rosas y, por supuesto, también disfrutando de ella y de la compañía.
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