4 de febrero de 2019

Incursión en Sayago

Esta mañana fuimos cinco los bíkers que nos encontramos en nuestro lugar habitual de encuentro para tratar de disfrutar un Domingo más de los caminos, de la bici, del deporte y de la compañía. Bueno... y de una cañita al final, de premio.


Nuestra intención era llegar hasta Cabañas, el primer pueblo de esa zona con el apellido de Sayago, pero antes había que atravesar una amplia zona de la Tierra del Vino.


Salimos de Zamora con cero grados y ambiente frío, el sol estaba semicubierto y se le echaba de menos. Nos despedimos de La Gobierna al atravesar el puente de Cardenal Cisneros. Al terminar este bajamos las escalerillas y nos incorporamos al GR-14, aunque lo abandonamos poco después para terminar saliendo a la carretera de Moraleja. La atravesamos y continuamos en paralelo a la N-630, pasamos junto a la ermita del Cristo de Morales y seguimos por la vía de servicio hasta la siguiente rotonda, en la que no nos quedó otra que seguir por la carretera hasta la entrada de Morales. Atravesamos la localidad y cogimos el camino de Pontejos.

Bordeamos este pueblo por un lateral y giramos noventa grados para seguir por lo que alguna vez fue carretera, que nos llevó hasta Cazurra. Pasamos por alguna de sus calles y continuamos hacia Peleas de Abajo. Hasta ese momento, a pesar de que durante la semana había llovido, no tuvimos ningún problema con el barro, simplemente tuvimos que esquivar algunos charcos y nada más. Tampoco tuvimos demasiados problemas después, dos tramitos con barro pegajoso, pero nada más.



El camino nos llevó hasta la carretera de Peleas, ya en ella nos dejamos llevar, porque es cuesta abajo, y giramos a la derecha antes de llegar al pueblo, para así coger el camino que lleva a Corrales.


Seguimos a buen ritmo por este camino, que siempre suele estar en buen estado, aparte de ser bastante llano, lo que hace que se recorra en poco tiempo.



Cruzamos Corrales del Vino y terminamos saliendo a la N-630, por la que continuamos unos cientos de metros en dirección Salamanca. Al llegar a la rotonda de la salida hicimos una pequeña parada para ver la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, del siglo XVIII y que está junto al cementerio.


Tras la visita cultural volvimos a la carretera y, tras rodar por ella unos quinientos metros, giramos a la derecha para seguir por un camino de perfil ascendente. Al llegar al trazado de la antigua vía la cruzamos, volvimos a la izquierda y continuamos en paralelo a ese trazado.




Poco después cambiamos de dirección, hacia la derecha, y continuamos ascendiendo suavemente. Desde esa zona, al haber ido ganando altura, pudimos gozar de buenas vistas.




Nos quedaba ya muy poco para alcanzar la máxima altura de esta salida y para culminarla apareció una subida bastante inclinada que nos obligó a apretar los dientes y a sufrir un poquito. La altura en ese punto son como doscientos veinte metros más que Zamora capital, de ahí que desde que salimos de Zamora hasta allí no hubiéramos dejado de subir, subida muchas veces casi imperceptible, pero subida al fin y al cabo.



Como suele ocurrir siempre, detrás de cada subida suele haber una estupenda bajada, y eso ocurrió aquí también, tras un par de toboganes salimos al estupendo camino que une Peleas de Arriba y Cabañas, e iniciamos un descenso que nos llevó prácticamente a esta localidad sayaguesa.



Ya en Cabañas de Sayago paramos junto a un parquecito que hay a la entrada para darle alimento al cuerpo. La parada fue corta porque no queríamos quedarnos fríos, así que pronto subimos de nuevo a las bicis e iniciamos la marcha por la carretera de Villanueva. Después de medio kilómetro más o menos giramos a la derecha y ascendimos por un camino de bastante pendiente. Justo al llegar arriba uno de los bíkers se percató de que había olvidado en el pueblo la mochila, así que dio media vuelta, recorrió en sentido contrario el kilómetro que ya habían hecho, recogió la mochila y volvió a ascender de nuevo el trecho hasta encontrarse de nuevo en el punto donde se dio cuenta del olvido.

Tras algunos cambios de dirección y algunos sube y bajas nos aproximamos a Villanueva de Campeán. Antes de llegar a esta localidad nos unimos a la Vía de la Plata, así que recorrimos un tramo que ya recorrimos a finales de junio, cuando comenzamos nuestro periplo hasta Sevilla.



Cruzamos Villanueva y continuamos por este Camino de Santiago, una larga recta de buen firme, prácticamente hasta las proximidades de San Marcial.


En uno de los cruces, junto a un mojón de la Vía de la Plata, nos encontramos con esta simpática estampa. Sin duda una atención que ha querido tener algún habitante del lugar con los peregrinos.


Antes de llegar a San Marcial, giramos a la derecha y rodamos hacia Entrala, dejando a un lado El Perdigón.


Terminamos saliendo a la carretera de Entrala, seguimos por ella hasta salir del pueblo y allí volvimos noventa grados para continuar por la carretera que une esta localidad con Morales del Vino. En este tramo, como el firme lo permitía, fuimos a muy buen ritmo, así que llegamos pronto. Ya de nuevo en la N-630 proseguimos por ella hasta coger el camino que indica Zamora. Descendimos por él, llegamos a la carretera de Entrala y El Perdigón, la seguimos hasta el Cristo de Morales y ya allí continuamos siguiendo las indicaciones a Zamora.

Entramos en la capital por el Ruta de la Plata y continuamos por Pinilla, donde nos esperaba otro bíker para hidratarse con nosotros. Tras la recuperación de líquidos nos volvimos a subir a las bicis, cruzamos el Puente de Hierro y cada uno para su lugar de origen.

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Relive 'Morning Feb 3rd'

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