La subida a la Laguna de los Peces de finales de diciembre ya empieza a ser un clásico. Hay ocasiones, como esta, en la que, aparte de lo que supone realizarla, se consiguen otros fines, como ver el sol, algo que hace mucho, mucho, que no veíamos en Zamora a causa de la niebla. Así que hemos conseguido un doble objetivo, el ascenso hasta este lugar emblemático en el mundo ciclista de Zamora, y disfrutar de la luz, del cielo azul y de una temperatura agradable.