2 de agosto de 2023

Por caminos tradicionales y carreteritas

Sanabria da mucho de sí, hay tantos caminos, Caminos Tradicionales, pequeñas carreteras, senderos,... que es difícil escoger por dónde trazar una ruta. Hoy hemos llevado a cabo una que nos ha trasladado hasta Pedralba de la Pradería. 

El día nos sorprendió cuando miramos al cielo y encontramos algunas nubes salpicando el cielo después de varios días en los que el azul lo presidía todo. Partimos de Rabanillo con una temperatura muy agradable y tomamos el Camino Tradicional que va a Quintana, Limianos y Sotillo. El comienzo fue muy bonito, prácticamente en todo el primer tramo fuimos entre robles con varios sube y bajas.

Unos tres kilómetros después de la salida vimos la torre de la ermita que hay junto al cementerio de Quintana, dándonos la bienvenida a esta localidad.


Fuimos de lado a lado de esta localidad. Después de sobrepasar las últimas viviendas comenzamos a descender y no vimos un camino a la izquierda por el que deberíamos haber continuado. Pero no pasó nada, porque una vez terminada la cuesta abajo giramos a la izquierda y continuamos hasta encontrarnos de nuevo con el track. Este nos llevó en una bajada constante hasta la carretera que une El Puente con Sotillo. La cruzamos y continuamos por un camino que encontramos prácticamente de frente. Cruzamos por un puente el río Castro y comenzamos un ascenso. Posteriormente giramos a la derecha y empezamos a recorrer un "single track", es decir, un senderito, que va serpenteando por medio de un robledal y que nos hizo pasar un buen rato. 

El sendero, posteriormente, se une a un camino de más anchura y este nos llevó hasta la carretera cerca de Riego de Lomba, si bien no llegamos a ver esta localidad. Cruzamos el asfalto y seguimos por el camino que encontramos frente a nosotros. Este, más despejado de vegetación, nos ofreció una bonita vista de la sierra.


Siguiendo por él, en pocos minutos nos llevó hasta la entrada de la localidad de Cobreros. Allí rodamos por varias de sus calles. Finalmente pasamos cerca de la iglesia y poco después dejábamos atrás el pueblo.


Y nos alejamos de él por carretera, cierto es que de escaso tráfico. Dos kilómetros después entrábamos en Santa Colomba de Sanabria, bueno, habría que decir que en el primer núcleo de la localidad, porque pasamos por tres, separados entre ellos.

Tras dejar atrás el tercer núcleo de Santa Colomba, continuamos por asfalto como un kilómetro y medio más y entramos en San Martín del Terroso. 


Recorrimos varias calles de esta localidad y proseguimos hacia Pedralba de la Pradería. Para llegar allí, tras dejar atrás las últimas viviendas, no quedó otra que seguir por asfalto. Enseguida tuvimos que cruzar la autovía pasando por encima de un viaducto, más adelante cruzamos la N-525 y seguimos de frente, dejando a un lado la localidad de Terroso. La carretera se estrechó y comenzamos a ascender.


Cruzamos un puente sobre el río Castro y pasamos por debajo de las vías del AVE. Poco después pasamos junto a una nave que nos anunció que estábamos ya cerca del pueblo. Y así fue, poco después estábamos rodando por las calles de Pedralba.


Abandonamos el pueblo ascendiendo hacia el Centro de Salud, pero antes pudimos contemplar desde lejos la vieja estación de Pedralba de la Pradería. 


Pasamos bajo las vías del tren convencional por un túnel más largo de lo habitual y unos cientos de metros después comenzamos a ascender por un camino, dejando ya, por fin, el asfalto. 

El camino, ancho y despejado de vegetación en el primer tramo, nos llevó hasta las cercanías de Lobeznos tras recorrer algo más de tres kilómetros.


Como íbamos ascendiendo, desde la parte más alta pudimos ver una bonita estampa de la zona, con la sierra al fondo y las nubes que habían ido invadiendo el cielo en poco tiempo.


El segundo tramo antes de llegar a Lobeznos fue muy diferente al anterior, primero porque era descendente y en segundo lugar porque atravesaba un robledal muy bonito.


Como bajando se avanza rápido llegamos pronto a las proximidades de Lobeznos. Pasamos junto a unos viviendas semiabandonadas pero no entramos en la localidad.


Proseguimos adelante y poco después giramos a la izquierda noventa grados pero nos encontramos con un pastor eléctrico cruzando el camino. Se podía abrir, pero vimos en el GPS que podíamos seguir por el camino que íbamos antes de girar para llegar igualmente a Puebla de Sanabria, así que decidimos continuar por ese. 

Este tramo tuvo poca historia, era una buena pista realizada durante las obras del AVE, y rodamos por ella rápido a lo largo de unos dos kilómetros y terminamos saliendo a la carretera de Calabor por la que continuamos, dirección Puebla, como un kilómetro. Antes de llegar nos encontramos con una buena panorámica de la localidad.


Llegamos a las primeras edificaciones, proseguimos, pasamos por el centro y descendimos para rodear la colina donde se encuentra el casco antiguo, dejamos a nuestra derecha el puente sobre el tera y continuamos adelante hasta llegar al puente sobre el río Castro. Lo cruzamos y giramos a la derecha para tomar el Camino Tradicional que va a El Puente de Sanabria.

Este camino, variado, con zonas abiertas de vegetación y ancho, otras estrecho y serpenteante, y otras que atraviesan robledales, nos llevó hasta esa localidad, siempre con el río Tera a nuestra derecha y en muchos momentos escuchando su rumor. Ya casi al final la zona del río junto a la que se pasa no puede ser más bonita.


Atravesamos el pueblo de lado a lado con ánimo de hacer los últimos kilómetros de la ruta por el Camino Tradicional que une esta localidad con Galende, otro bonito ejemplo de estos caminos que recorren la comarca. Solo rodamos unos dos kilómetros por él porque tras recorrer esa distancia nos desviamos a la izquierda para ascender hacia Rabanillo. Cruzamos la carretera del Lago, seguimos de frente y el camino terminó desembocando en la carretera que entra en esta localidad. Así, después de poco más de dos horas sobre la bici, pusimos fin a la ruta.


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