Esta parte del recorrido la hicimos sin track, pero fue sencilla: recorrimos el camino que tomamos hasta que no nos quedó otra que girar a la derecha, dirección que seguimos hasta que desembocó en la carretera que va de Entrala a Tardobispo. Menos mal que el terreno sólo estaba húmedo, porque en esa zona hay ese barro que va pegándose a la rueda con cada vuelta. Aún así al salir de él nuestras bicis pesaban tres kilos más. Tomamos dirección derecha de nuevo con idea de girar a la izquierda en el primer camino. Pero no lo hicimos porque con la niebla no teníamos claro que fuera ese, así que continuamos hasta un camino ya conocido por ser de la Vía de la Plata que nos trasladó hasta el GR14 ya en las proximidades de Entrala. Una vez en la Senda del Duero la seguimos hasta Zamora.
Fue un recorrido para simplemente rodar ya que apenas hay elevaciones pero muy variado por la cantidad de localidades por las que se pasa.
Monumento a la Vía de la Plata, cerca de Entrala. |