10 de julio de 2016

Camino de Santiago (Zamora-Santiago de Compostela)

El día 1 de julio cuatro miembros de Bikers Duri iniciamos el Camino de Santiago. Tres desde la Catedral de Zamora, porque el cuarto, por razones de trabajo hace esta etapa en solitario.


Siguiendo las flechas amarillas pasamos por las cercanías de Roales y por Montamarta. Al llegar al cruce de la carretera de Benavente el Camino no está claro por las obras de la autovía y nos perdemos. Finalmente rodeamos el embalse y terminamos por encontrar el Camino. Continuamos por él y entramos a ver las ruinas de Castrotorafe antes de llegar a Fontanillas.


Desde esta localidad seguimos por carretera hasta Riego del Camino donde tomamos algo de comer y beber en un bar. De nuevo por camino seguimos hasta el Monasterio de La Granja. Antes de llegar vimos al guarda irse así que nos toca saltar la valla para poder entrar. Tras la visita continuamos hacia Granja de Moreruela.


Desde este pueblo fuimos por carretera primero y por un camino paralelo después hasta Santovenia donde tomamos un refresco porque el calor empezaba a dejarse notar. Y de nuevo por camino y por carretera llegamos a Barcial del Barco. Aquí siguiendo las indicaciones del track que teníamos nos metimos por la antigua vía, un gran error, porque tuvimos que andar con la bici de la mano casi dos kilómetros y medio.


Finalmente decidimos olvidarnos del track y abandonamos la vía. Poco después me doy cuenta de que he perdido el velocímetro. Otro biker también se da cuenta de que ha perdido las gafas. Volvemos atrás y por suerte encontramos el cuenta, pero las gafas no. Desde allí seguimos por caminos hasta Castropepe y desde esta localidad hasta el cruce de Castrogonzalo. Ya estamos a los pies de Benavente, hace mucho calor y se nos ha terminado la bebida, así que paramos en una gasolinera y nos hidratamos. Retornamos a las bicis y poco después, como remate, tenemos que subir la llamada Cuesta del Hospital para llegar al Hotel Orense, es una preciosa guinda para el pastel de casi 85 km. que llevamos encima.

Poco después de llegar nosotros, llega nuestro cuarto compañero que, por razones de trabajo, ha salido más tarde y hace solo el recorrido Zamora - Benavente.

Tras la ducha, unas cañas, un paseo, una buena cena y una copa. Y finalmente a la cama.

El día 2 de julio iniciamos nuestra jornada en Benavente. Siguiendo el track poco después de dejar atrás la ciudad nos metemos por un camino que tiene alguna subida y bajada imposibles de hacer subidos en la bici pero compensan porque es una zona bonita.


Pronto pasamos Villabrázaro y seguimos por carretera hasta Maire de Castroponce. Entramos en la provincia de León y llegamos a Alija del Infantado donde tomamos algo en la tienda de El Catalán, que se porta excelentemente con nosotros. Salimos por un camino en muy buen estado que va en paralelo al río Jamuz.


Poco después de bordear Sta. Elena de Jamuz salimos a la carretera y la seguimos hasta La Bañeza. Allí tomamos algo en una terraza y continuamos por buenos caminos, anchos, con encinas, hasta cerca de Astorga. En un momento dado el camino lo cierra la vegetación y salimos a la carretera que nos lleva hasta el lugar donde vamos a dormir, si bien antes comemos en un restaurante cercano. Hemos recorrido 72 km.

Tras una ducha nos refrescamos en la piscina. Después visitamos el centro, nos sentamos en la Plaza Mayor, donde tomamos una caña y cenamos en restaurante cercano, La casa de Josele, un lugar muy agradable.

La tercera jornada, el 3 de julio, desayunamos en un lugar idílico, en una terraza entre la Catedral de Astorga y el Palacio Episcopal de Gaudí. Nos atiende una camarera muy agradable.


Salimos de Astorga por carretera y descendiendo pero poco después ya hay un buen camino que seguimos que va ascendiendo suavemente. Ya empiezan a verse peregrinos.


Atravesamos dos pequeñas localidades y pronto llegamos a El Ganso, donde tomamos algo en la Taberna del Cowboy.


Continuamos por un camino muy cuidado y en algunos tramos por carretera hasta llegar a Rabanal del Camino.

Saliendo del pueblo a las bicis nos desvían por la carretera y comenzamos el ascenso a la Cruz de Ferro. Son 8,5 km de subida tendida que logramos hacer con cierto cansancio, pero bien. 


Poco antes de llegar a la cruz, pasamos junto a Foncebadón,  Y poco después llegamos y hacemos el ritual de depositar la piedra que hemos traído cada uno desde Zamora junto a la cruz.


Cogemos de nuevo las bicis y comienza el descenso pero enseguida aparece otra cuesta, con mucha pendiente, que casi se nos atraganta. Salvada esta empieza el verdadero descenso. Hay que frenar bastante porque la pendiente es fuerte y la bicicleta coge mucha velocidad. Paramos al pasar en Manjarín, un lugar curioso donde vive un eremita.


Continuamos descendiendo. El paisaje es precioso pero apenas da tiempo a verlo porque bajamos a mucha velocidad incluso sin soltar frenos. Al fondo del valle ya divisamos Ponferrada.


Prosigue el descenso hasta Molinaseca. Nos duelen los brazos de llevarlos tensionados al frenar. Al llegar a esta localidad hemos hecho unos 24 km. de descenso. Gusta ver cómo avanzan los kilómetros. La llegada es espectacular porque nos encontramos con un puente romano salvando un río, y al otro lado la mayor parte de las construcciones del pueblo.


Nos sentamos en una agradable terraza que hay a la orilla del río, frente al puente, y vemos un menú que nos gusta así que comemos. Hace mucho calor por lo que decidimos tumbarnos un poco a la sombra antes de retomar el Camino. 


Salimos de Molinaseca ascendiendo y con ánimo de recorrer los 8 km. que nos separan de Ponferrada cuanto antes porque los termómetros marcan 35º. 


Llegamos a Ponferrada y siguiendo las flechas amarillas llegamos al impresionante castillo de los Templarios. Nos sentamos en una terraza justo en frente para tomar allí un café con un amigo de uno de los Bikers que reside allí. Tras este pequeño receso salimos de la ciudad siguiendo el Camino marcado, casi todo con perfil descendente o plano, pasando por dos localidades, las más grande es Columbianos. Por buenos caminos seguimos hasta Camponaraya. Una gran subida por carretera a la salida de esta localidad y buenos caminos rodeados de viñedos nos llevan hasta Cacabelos.


Al atravesar Cacabelos paramos en la Moncloa de San Lázaro. Un estupendo restaurante-tienda, el primer local del famoso "Prada", donde nos obsequian con un vino blanco fresquito y un trozo de empanada, que tomamos en la terraza.


Nos volvemos a montar en las bicis y otra gran subida nos espera a la salida de Cacabelos, esta vez por carretera. De nuevo por bonitos caminos rodeados de viñedos nos encontramos con otras tres subidas importantes que casi se nos atragantan.


Villafranca del Bierzo, nuestro obejtivo, no termina de aparecer en el horizonte. Tras algunas pequeñas subidas y bajadas por fin aparece un descenso que nos mete en el pueblo. Casi lo primero que nos encontramos es la iglesia románica de Santiago de Villafranca. 


Tras una visita al interior descendemos hasta la bonita Plaza Mayor pero no paramos y proseguimos hasta la Colegiata, que también visitamos. Junto a ella tomamos una cerveza y nos dirigimos al Hostal el Cruce, donde tenemos previsto alojarnos. Antes pasamos junto al Santiago que hay a la entrada del puente que cruza el río Burbia.


Nos duchamos, descansamos y cenamos en la terraza del hostal porque se está allí fresquito, algo de agradecer después del caluroso día y de los 83 km realizados. 

El día 4 de julio nos espera la que para casi todos es la jornada más dura. Salimos de Villafranca por un tunel de la N VI que nos evita rodear 3 km y al salir nos metemos ya en el Camino, que va en muchos momentos paralelo a esa nacional, si bien de vez en cuando se desvía para entrar en alguna pequeña localidad. Los cuatro estamos contentos y vamos cantando. A los peregrinos que vamos pasando les gusta y nos dicen que da gusto el ánimo que llevamos.


El camino es ligeramente ascendente, pero es agradable porque todo está muy verde y junto a él transcurre el río Valcarce. Al llegar a Las Herrerías compramos unas piezas de fruta y empezamos la subida a O Cebreiro. 


Tres decidimos subir por la carretera aunque esta opción rodea unos 4 km. y el otro por una carretera local cuyo ascenso no es tan duro como el que realizan los caminantes que pasan por La Faba, pero sí más que el de la Nacional VI. 

Los que optamos por esta última opción vamos poco a poco, intentando no cargar mucho las piernas porque son 8 km de subida que se hacen largos, pero podemos con ellos. 


Cuando divisamos Piedrafita do Cebreiro nos da una gran alegría. Al llegar atravesamos la localidad e iniciamos otra subida, en esta ocasión es la que nos llevará a O Cebreiro. Estos 4 km. se hacen más duros que los anteriores, pero también lo logramos. Estamos a 1.300 m de altitud.


Poco después de llegar nos encontramos con nuestro compañero que llega en ese momento. También ha podido con la subida y además se ha unido a dos brasileñas que están haciendo el Camino desde Saint Jean Pied de Port. Nos las presenta, son Ana Paula y Karin. Tomamos algo allí y proseguimos. 


Salimos de O Cebreiro por un camino que desemboca en una carretera que comienza descendiendo pero que poco después inicia otro ascenso, en este caso hasta el Alto de San Roque.


De nuevo otro descenso y seguidamente otro ascenso, ahora toca subir el Alto do Poio.


Tras coronarlo comenzamos, ahora sí, un largo descenso. De nuevo las vistas son impresionantes pero la velocidad no permite disfrutarlas totalmente. Este descenso de unos 8 km nos lleva hasta la bonita localidad de Triacastela. 


Comemos algo allí porque es mediodía, una tabla de fiambres, en una casa rural muy bonita. Tras el descanso iniciamos la marcha por carretera. Dos kilómetros antes de llegar a Samos abandonamos esta y nos metemos por un camino muy bonito cubierto de vegetación y con cierta dificultad técnica. La entrada en Samos es impresionante con la vista del río y del gran Monasterio. 


Nos acercamos hasta este pero la visita guiada al interior dura media hora y vamos ya algo tarde, así que sólo lo vemos por fuera.


Salimos de esta localidad y continuamos ya todo por caminos y carreteras locales, bonitos, con mucha vegetación bordeándolos, atravesando pequeñas aldeas y durante muchos tramos junto a un río. Hay muchos sube y bajas pero aguantamos. 


Al fin, tras 80 km, terminamos la etapa al llegar a Sárria. Tenemos que atravesar toda la localidad para llegar al Hotel Roma, un coqueto establecimiento junto a la estación de tren.


Tomamos algo en la terraza del hotel y después nos aseamos y salimos a cenar y a conocer el casco histórico de esta localidad. A todos nos sorprende lo grande que es y la vida que tiene. Nos encontramos con Ana Paula y Karin y cenamos juntos en un local en el que tardan una eternidad en servirnos. De hecho nuestras amigas brasileñas se tienen que ir con la comida en la boca porque les cierran el albergue donde se alojan.

5ª jornada, 5 de julio. Desayunamos en la terraza del hotel. Se nos han unido las dos peregrinas brasileñas e iniciamos juntos la jornada. Para salir de Sárria hay que atravesar todo el casco antiguo, pero con unas rampas que casi hacen que se nos atragante el desayuno. Una vez que nos vamos alejando los caminos son muy bonitos, con mucha vegetación y arbolado y atravesando pequeñas aldeas. Subimos y bajamos constantemente y los km no parecen avanzar.


De vez en cuando nos sorprenden algunos monumentos que vamos encontrando, como la bonita iglesia románica de Santiago de Barbadelo.


Encontramos mucha gente, sobre todo grupos de jóvenes, se nota que hay muchos caminantes que empiezan la peregrinación en Sárria.

Hacemos una parada en un albergue que está repleto de gente. Los escuchamos hablar y hay peregrinos de todas las nacionalidades. Tras el receso continuamos el Camino. Sigue siendo rompepiernas pero muy bonito. Estamos atravesando la Galicia profunda.

En medio de la nada hay un gaitero amenizando el trayecto a todos los que pasamos por allí. Nos paramos, le escuchamos y charlamos un ratito con él.


Seguimos acercándonos a Portomarín. Un poco antes divisamos el embalse que un día hizo que verdadero Portomarín cambiara de emplazamiento.


Para llegar a esta localidad siguiendo el Camino hay que atravesar antes una especie de grieta complicada de pasar incluso con la bici en la mano. Ana Paula y yo bajamos por ella porque nos dicen que merece la pena. Realmente lo merece porque es un paso único.


Llegamos a Portomarín y paramos junto a la escalinata que hay tras cruzar el puente sobre el embalse. Al momento llegan tres adolescentes. Nos impresiona ver que una de ellas llora. Le pregunto qué le pasa y dice que no puede más. Trato de animarla pero no tiene consuelo a pesar de que termina allí su etapa. Le comento que tiene todo el día para recuperarse y que hay que ser fuerte y luchar, pero dice que le duelen mucho las piernas y su deseo es volver a su casa... 

A uno de nosotros le desafían y sube la escalinata con la bici a cuestas, así que el resto terminamos haciendo lo mismo. Nos conduce a la localidad. Compramos unas piezas de fruta y las comemos en un parque.



Tras el descanso nos subimos de nuevo a las bicis. Atravesamos el pueblo y llegamos a la plaza donde hay una gran iglesia que fue trasladada al emplazamiento actual piedra a piedra. De hecho aún se ven las numeraciones en las mismas.


Proseguimos e iniciamos una subida que tiene en total 6 duros km. Al principio por bonitos caminos y variados en cuanto a paisaje pero también hay tramos en paralelo a la carretera. El cansancio va haciendo mella y terminamos haciendo un último tramo por carretera. Estamos ya cerca de Hospital Cruz. Tenemos hambre así que paramos en un albergue. Nos sirven un menú sencillo pero que nos sabe a gloria.


Una vez recuperadas fuerzas proseguimos de nuevo por caminos de todo tipo y carreteras locales que nos llevan a atravesar pequeñas aldeas; pero todos con una característica común: rompepiernas. Seguimos subiendo y bajando constantemente, lo que hace que los kilómetros sigan avanzando lentamente.

Al final llegamos a O Coto, donde está la Casa Rural donde dormimos esa noche. Tomamos algo en la terraza para descansar de los duros 61 km realizados. Ana y Karin siguen camino porque su albergue está en Melide, a 6 km.

Tras ducharnos y hacer la colada, llamamos un taxi para que nos lleve a Melide, ya que queremos cenar allí el famoso pulpo de la localidad.


Cenamos y tomamos una copa en un local. Llamamos al taxi y nos devuelve de nuevo a la Casa Somoza. Alguno no recogió la ropa antes de irnos y al llegar la encuentra empapada porque están los aspersores funcionando... Al descubrirlo se escucharon más de una y más de dos palabras malsonantes.

El día 6 de julio, nuestro último día de Camino, tras desayunar iniciamos la marcha para recorrer los 6 km que nos separan de Melide. El camino es bonito, incluso tenemos que atravesar un puente que bien merece una foto.


A la entrada de Melide nos están esperando Karin y Ana, se incorporan al grupo y continuamos. Nos metemos por el casco antiguo para que lo vean porque merece la pena.


Salimos de esta zona e iniciamos una bajada por carretera. El Camino sigue por la derecha así que nos desviamos y nos topamos con una pequeña iglesia románica muy bonita, Santa María de Melide. Paramos para sellar y visitar el interior y nos encontramos unos preciosos frescos en el ábside, un magnífico altar y la única reja Románica que se conserva en Galicia.


Al salir tenemos una sorpresa, la rueda delantera de uno de los nuestros está pinchada, así que nos ponemos manos a la obra para arreglarla. Por poco los cuatro libramos de tener incidentes técnicos en todo el Camino, una gran suerte, sin duda.


Una vez reparado el pinchazo continuamos por un camino sombrío muy bonito. Al final del mismo hay un riachuelo que me seduce bastante más que el pequeño puente que hay sobre él.


Seguimos por buenos caminos, alternando con carreteras que unen pequeñas aldeas y siguiendo la tónica general, es decir, subiendo y bajando. Así llegamos a Arzúa, la cuna del famoso queso. Continuamos pedaleando y algún kilómetro después paramos en un chiringuito preparado para el descanso de los peregrinos.

Tras el descanso nos volvemos a subir a las bicis y continuamos rodando por bosques repletos de eucaliptus, cruzamos pequeños pueblos y de vez en cuando fuertes ascensos, no son muy largos, pero van haciendo mella en nuestras piernas.

La subida a Lavacolla nos está esperando. Es muy larga y engañosa, cada vez que divisamos una curva pensamos que es el último tramo de subida, pero al llegar a ella nos encontramos con otra pendiente y así una y otra vez. Finalmente, cada uno a su ritmo, vamos coronando el alto.


Poco después del ascenso entramos ya en el municipio de Santiago. Hay un hito de piedra que así nos lo hace saber.


Hace bastante calor, un calor húmedo que también nos va desgastando. Empezamos a sentir debilidad pero en el tramo por el que estamos pasando hay pocas opciones y las que hay han cerrado ya la cocina. Seguimos rodando pero de vez en cuando siguen apareciendo subidas...

Finalmente preguntamos en un albergue privado y aunque tienen cerrada la cocina nos permiten pasar a la terraza para darnos de comer.


Amablemente nos preparan platos sencillos pero que nos saben a gloria. Ya sin debilidad la comida se alarga. No tenemos prisa por llegar a la plaza del Obradoiro y nos los estamos pasando muy bien. Lo único que nos obliga a levantarnos es la amenaza de tormenta que viene por el este.

Arrancamos de nuevo la marcha y pronto llegamos a la recta que conduce al Monte do Gozo. Vamos cantando y derrochamos alegría.


Si el Monte do Gozo es feo de por sí, ahora lo es más porque está en obras. Nos acercamos al monumento a la visita de Juan Pablo II y nos hacemos junto a él algunas fotos.



Desde allí nos dirigimos al conjunto de albergues del Monte. Da pena ver cómo la mayoría están abandonados. 


Con Santiago ya a la vista seguimos descendiendo hasta llegar a una carretera que tenemos que cruzar. La entrada a la ciudad para los peregrinos es lamentable. Nos preguntamos cómo una ciudad que ingresa tanto por los peregrinos no tiene una entrada señalizada y segura para ellos. El caso es que tenemos que circular un tramo por una carretera con mucho tráfico, más adelante rodar por las aceras, en algunos momentos no encontramos señalización...


Por fin llegamos al casco antiguo. Vamos esquivando coches y personas al tiempo que nos vamos acercando al final. La emoción está ya a flor de piel. Entramos a la plaza del Obradoiro por un lateral, rodamos hacia el centro y echamos el pie a tierra frente a la Catedral. Dejamos las bicis en el suelo y nos vamos abrazando uno a uno. Nuestras amigas brasileñas se abrazan y lloran de emoción. A todos nos embarga un sentimiento doble, por un lado estamos felices de haber concluido este reto y al mismo tiempo nos da mucha pena que se termine. Y eso sí, el cansancio de los 63 km realizados ha desaparecido.

Comienza la sesión de fotos. Todos queremos recuerdos de este momento así que tardamos unos minutos en hacerlas.



Tras las fotos nos dirigimos a la Oficina del Peregrino para solicitar la "Compostela". Tras una breve espera nos van atendiendo y salimos de allí con ella y con el certificado de kilómetros recorridos que, por cierto, nos certifica sólo 391 orque así figura en una tabla que manejan en la oficina, a pesar de que nosotros hemos realizado 450 km.

Ya con los certificados en nuestras manos nos dirigimos a nuestros hoteles. El de Ana y Karin no está muy lejos del nuestro así que quedamos a las 10,00 en un lugar intermedio para cenar. Finalmente en vez de cenar picamos algunos manjares gallegos y para rematar nos tomamos una copa en un local que nos recomiendan. El cansancio va haciendo mella y nos vamos al hotel no muy tarde. 

Al día siguiente vamos a la misa de 12 de la Catedral. Poco antes de comenzar abrazamos al Santo y visitamos su tumba. Tenemos la suerte de que la oficia el Arzobispo (¿será por nosotros? Je, je). Casi al final de la misma el botafumeiro comienza a ser movido. Todo un espectáculo.

A la salida de misa tomamos una caña y nos despedimos de Ana y Karin. Vamos al hotel, cogemos las bicis y los equipajes, y nos dirigimos a la Estación de Autobuses. Allí desmontamos las ruedas delanteras de nuestras bicis y las envolvemos en film porque son las dos condiciones que pone la empresa para transportarlas. 


Nos esperan casi 7 horas de bus, que se convirtieron finalmente en más de 8 porque una avería en Pontevedra nos obligó a esperar a otro para hacer un trasbordo. A las 12 de la noche llegamos a Zamora. Termina esta gran experiencia.

Es difícil explicar lo que se siente haciendo el Camino, pero yo diría que nos invade una gran alegría interior. No sabría explicar por qué pero todos nos levantábamos felices. También proporciona fuerza: hay días en los que se hacen muchos kilómetros y se han hecho muchos los días anteriores, pero aún así hay una inyección de fuerza extra que nos hace poder con todo. Y algo más difícil de explicar aún y es que el "espíritu del Camino" lo invade todo. La gente deja lo peor de sí mismo en su casa y es difícil encontrar una mala cara, un mal gesto... Todo lo contrario, cada vez que le deseas a alguien "Buen Camino" la sonrisa con la que te responde con las mismas dos palabras penetra y te da más fuerzas aún. Y si a todo esto le unimos paisajes preciosos, monumentos, buena compañía, buen humor y la pasión que nos une; hacen que sea muy recomendable hacerlo. Merece la pena muchísimo, sinceramente.

¡¡Buen Camino!!


Powered by Wikiloc

9 de julio de 2016

Primeras miembros femeninas de Bikers Duri

Cuatro miembros de Bikers Duri hemos estado haciendo el Camino de Santiago desde Zamora (Vía de la Plata - Camino Francés). En la cuarta etapa, Villafranca del Bierzo-Sárria, en concreto en O Cebreiro, coincidimos con dos ciclistas brasileñas. Ana Paula y Karin, que así se llamaban, se unieron al grupo y los dos días siguientes ya pedalearon junto a nosotros.

Fue una compañía estupenda, y pedaleando juntos hicimos una sincera y gran amistad.

Por eso, camino de Salamanca, Segovia y Madrid, hicieron una parada conocer nuestra ciudad. Aprovechamos para "imponerles" nuestra camiseta y así hacerlas las dos primeras miembros femeninas de Bikers Duri.

Sabemos que cuando en su ciudad, Sao José dos Campos, en el Estado de Sao Paulo, vistan nuestra camiseta estarán pedaleando con nosotros.

Ana Paula y Karin, vistiendo las camisetas de Bikers Duri.



26 de junio de 2016

Por el sur de Aliste con Morales Activa

Un "biker" que tenemos en común Bikers Duri y Morales Activa nos propuso hacer una ruta que tenían proyectado hacer estos últimos y aceptamos la invitación encantados.

Comenzó en Cerezal de Aliste así que hasta allí nos desplazamos unos y otros. once en total. La idea era seguir parte del recorrido que habían realizado en la Duero Xtrem los que escogieron la ruta larga.

Partimos de esta localidad ascendiendo por el camino de Bermillo de Alba pero en un momento determinado giramos a la izquierda para acercarnos a la N-122 y pasar por un túnel bajo ella. Continuamos, algunos tramos siguiendo el track pero campo a través, y tras algún cambio de dirección, y ya por buenos caminos, pronto llegamos a Pino.


A partir de este pueblo comenzó la parte más bonita de la ruta, al principio buenos caminos, pero enseguida se fueron estrechando y haciendo cada vez más sinuosos y técnicos. Discurrían entre paredes de fincas, arboledas y vegetación baja muy densa.


Tras tres caídas sin importancia, uno de los participantes rompió algo en el interior de su  horquilla y resultó imposible continuar. Tuvimos la suerte de estar ya muy próximos a Castro de Alcañices donde quedó a la espera de irle a buscar una vez terminada la ruta.


Tras Castro seguimos por caminos del mismo tipo, también ascendiendo y descendiendo continuamente, y terminamos por llegar a un bonito puente y molino a la entrada del Brandilanes.

Cruzamos el pueblo y salimos de él con dirección a Fornillos de Aliste, eso sí, por un camino ciclable sin más dificultad que su continuo perfil ascendente. Tras pasar por Fornillos continuamos por la ruta marcada como Camino de Santiago Portugués, un buen camino ascendente en casi su totalidad hasta llegar a Fonfría.


Desde esta localidad seguimos por esa misma ruta sin ningún problema hasta Bermillo de Alba. Lo atravesamos por un lateral y al finalizar el pueblo cogimos un camino a la derecha, siguiendo aún las indicaciones del Camino de Santiago Portugués. La vegetación aquí volvió a ser frondosa y rodamos bien por él salvo una rampa con mucha inclinación que era la guinda final, porque tras superarla había un pequeño tramo liso y enseguida una gran bajada hasta Cerezal, nuestra meta.

Bonita ruta, técnica en algunos tramos, con paisajes variados y divertida. Sin duda repetiremos más "hermanamientos" con los miembros de Morales Activa. Nos hemos encontrado muy a gusto con ellos.

Haz clic en el logo de Wikiloc para descargarte la ruta.

Powered by Wikiloc

19 de junio de 2016

I BTT Duero Xtrem Maratón

Hoy tocaba estrenar la I BTT Duero Xtrem Maraton. En la línea de salida, situada en el aparcamiento de la Ciudad Deportiva, estábamos entre los más de doscientos participantes, ocho bikers, siete para hacer la ruta corta, de unos 50 km, y un valiente para hacer la de 91 km.


Comenzamos rodando hacia Valorio, donde avanzamos casi en paralelo a la N-122 para continuar por caminos de concentración que nos condujeron a Palomares.



Tras descender hacia esta dehesa, iniciamos un largo y tendido ascenso, cambiamos algunas veces de dirección y cruzamos la carretera que va hacia Almendra. Poco después empezamos un descenso por un camino abierto para la ocasión, cruzamos un par de túneles, uno de ellos para salvar la N-122 y enseguida llegamos al primer avituallamiento, donde se dividía la ruta.


Tras recuperar fuerzas comenzamos a rodar por buenos caminos prácticamente en paralelo a la carretera de Alcañices. Poco después empezaron a aparecer descensos calificados como "peligrosos" por la organización y tras ellos subidas que en algunos casos eran casi imposibles de ascender sin echar el pie a tierra. También hubo que apearse de la bici para descender por una bajada muy inclinada y con el terreno suelto. Tras esta alguna subida más con mal terreno y mucha inclinación.


Poco después el terreno ya empezó a ser ciclable cien por cien y nuestras piernas lo agradecieron. Tras rodar algunos kilómetros cruzamos la carretera de Almaraz y continuamos por buenos caminos, bordeamos la Dehesa de San Julián con algunos sube y bajas con cierta complicación, sobre todo para subir y terminamos descendiendo por otra bajada "peligrosa" hacia el Duero, concretamente hacia el llamado Camino de Los Pisones.


Seguimos por él hasta salir a la carretera de Almaraz, que abandonamos después para continuar por la orilla del río hasta el Puente de Los Poetas y desde allí por el carril bici hasta la Ciudad Deportiva, donde estaba instalada la meta.


Tras concluir, tomamos unas cañas, tras las cañas una ducha y tras la ducha una comida de "hermandad", con sobremesa incluida.

Vídeo de la ruta corta:



Pulsa sobre el logo de Wikiloc para descargarte la ruta.
Powered by Wikiloc

12 de junio de 2016

Ruta de los Castillos de Toro v.2

A esta ruta le "teníamos ganas" porque la iniciamos en octubre pero, debido a la caída de uno de los nuestros, tuvimos que darnos la vuelta y suspenderla. Así que en esta ocasión nos desplazamos seis bíkers hasta Toro para, esta vez sí, terminarla.

La iniciamos en la travesía de la N 122 a su paso por la ciudad, y en la rotonda del hotel Doña Elvira cogimos un camino que abandonamos unos kilómetros más adelante para girar a la izquierda, cruzar la N 122 y posteriormente girar a la derecha para terminar por llegar a Morales de Toro.


Cruzamos el pueblo y lo abandonamos por un camino en el que en algún momento creímos que terminaríamos sepultados por la vegetación que tenía.


Tras algún cambio de sentido terminó por llevarnos a Villalonso. Allí hicimos algunas fotos con nuestra nueva equipación delante del magníficamente conservado castillo.


Desde allí salimos hacia Benafarces, localidad muy próxima a Villalonso y a la que llegamos enseguida. Lo cruzamos y tomamos un camino que nos llevó hasta Tiedra. Ascendimos hacia el pueblo pero no pudimos culminar la subida por donde pensábamos y terminamos con la bici en la mano ascendiendo una rampa. Ya en el pueblo pasamos por la sorprendente Plaza Mayor y sus grandioso Ayuntamiento, reflejo de un pasado mejor y salimos de él para hacer una rápida visita al Centro Astronómico de Tiedra, instalaciones que nos sorprendieron a todos.


Volvimos a Tiedra y tras contemplar el bonito castillo ascendimos por un camino hacia la ermita de Nuestra Señora de Tiedra.


Tras ver la hospedería adjunta iniciamos el técnico descenso hacia Pobladura de Sotiedra. Salimos de esta localidad e iniciamos la vuelta hacia Toro.


El regreso lo realizamos entre enormes campos de cereales, pasando por Villardondiego primero y siguiendo por buenos caminos con pequeños subes y bajas hasta Villavendimio. Cruzamos esta localidad y también la carretera para seguir por un camino que, tras pasar por encima de la autovía nos llevó hasta Tagarabuena.


Desde allí, ya con Toro a la vista, continuamos pedaleando para entrar en esta ciudad por la carretera que lleva a la autovía.

Haz clic en el logo de Wikiloc para descargarte la ruta.
Powered by Wikiloc

5 de junio de 2016

Ruta al "Salto La Vieja"

Seis Bikers nos reunimos en esta ocasión para hacer una ruta fácil para los que se están reincorporando tras la hibernación o el postoperatorio no sufrieran. Salimos por el carril bici y cruzamos el Puente de Piedra para coger el GR-14 y seguirlo hasta poco después de las proximidades de Entrala,


Aunque lo abandonamos fuimos igualmente hasta Tardobispo, bordeamos las últimas casas y continuamos por buenos caminos hasta cruzar el llamado Puente del Andaluz, cerca de San Marcial.

Giramos a la derecha y proseguimos con dirección a Las Enillas, localidad a la que llegamos enseguida tras superar unas ligeras subidas. Justo antes de llegar al pueblo nos encontramos con el espectacular tajo llamado "El Salto la Vieja".


Tras ascender hasta el pueblo y atravesarlo, tomamos otro camino paralelo a la carretera de Zamora. Enseguida llegamos al puente que hay bajo La Pueblica y desde allí ascendimos hasta el centro hípico Equus Duri para que lo vieran los que no lo conocían.


Tras ver las instalaciones desandamos el camino hasta situarnos de nuevo a los pies de La Pueblica para retomar el GR-14, que seguimos hasta pasado Tardobispo.


Poco después, tomamos la antigua ruta Mirandesa, volvimos de nuevo al GR-14, pero volvimos a dejarlo para terminar saliendo al Polígono Los Llanos. Desde allí continuamos por carretera hasta Zamora.

Al llegar, como había tiempo, pudimos hidratarnos y pasar un buen rato sin tener que mirar el reloj.

Haz clic en el logo de Wikiloc para descargarte la ruta.


Powered by Wikiloc

22 de mayo de 2016

A Los Infiernos desde Palomares

Salimos del lugar habitual y bordeamos el río, nos dirigimos a Valorio y ascendimos por la parte occidental del bosque, continuamos casi en paralelo a la N-122 y tras pasar por un puente que atraviesa la autovía encaramos una larga recta con continuos sube y bajas que terminan por castigar las piernas.


Una vez terminada la recta giramos a la izquierda y continuamos por un camino ascendente que nos condujo hasta prácticamente la bajada a Palomares. Al llegar abajo tomamos el camino de la izquierda y continuamos ascendiendo al tiempo que bordeábamos esta dehesa. Terminada la ascensión giramos a la izquierda por un camino que terminó por llevarnos hasta la N-122. La cruzamos y continuamos casi en paralelo a la misma durante un buen trecho.

Tras una bajada y un ligero giro hubo un momento en el que prácticamente se pierde el camino pero a lo lejos divisamos el mismo y nos dirigimos a él. De nuevo otro ascenso y otra larga recta.


En un momento dado abandonamos esta y giramos a la izquierda, descendimos por una camino rodeado de jaras y terminamos en una chopera donde tomamos un tentempié.

Tras una breve pausa retomamos la ruta ascendiendo por un camino que nos llevó hasta la carretera de Villaseco, rodamos por ella como un kilómetro y volvimos a la izquierda para coger el camino que nos llevaría a Los Infiernos. Pero hubo sorpresa, este camino lo han ensanchado porque están haciendo la Concentración y ha perdido todo su encanto. Además le habían echado arena y se pegaba tanto a las ruedas que en un par de cientos de metros tuvimos que poner pie en tierra porque las bicis se habían bloqueado.


Algo más adelante el terreno era diferente y ya pudimos rodar de nuevo iniciando un gran descenso que terminó por llevarnos hasta la carretera de Almaraz.


Ya en ella tomamos dirección Zamora durante unos 6 kilómetros, endurecidos por la larga cuesta tras la que, una vez ascendida, giramos a la derecha para tomar de nuevo un camino. Quisimos explorar una nueva vía pero nos echaron con cajas destempladas por ser una propiedad privada. Desandamos el camino, cogimos el de siempre pero lo abandonamos antes de lo previsto y terminamos otra vez con la bici en la mano.


De nuevo en la senda correcta seguimos rodando girando más adelante a la derecha, poco después nos volvimos a equivocar y tuvimos que recular de nuevo. Por fin cogimos "el buen camino" e iniciamos el descenso que nos llevaría hasta el camino de "Los Pisones", pero antes tuvimos un susto al sufrir uno de los nuestros una aparatosa caída que, afortunadamente quedó sólo en magulladuras. Ya en ese camino continuamos hasta salir a la carretera casi a la altura de la antigua cárcel. Seguimos por ella y antes de entrar en Zamora un atentísimo Biker nos estaba esperando en una finca con unas cervezas bien frías y algo que picar. Nos supo a gloria, por supuesto.

Y de ahí a casa en un suspiro.

Haz clic en el logo de Wikiloc para descargar la ruta.

Powered by Wikiloc

16 de mayo de 2016

VI Ruta BTT "Arroz a la zamorana", Carbajales

Ocho bikers nos desplazamos en esta ocasión a Carbajales de Alba para participar en la VI Marcha BTT "Arroz a la zamorana". A los que participábamos por primera vez nos sorprendió el ambientazo que había en el pueblo,coches cargados con bicis por todos lados y gente pedaleando por todos los rincones del pueblo.

Tras la entrega de dorsales junto con un par de Carbajales se dio la salida.


A nosotros nos pilló en la primera fila porque no pudimos ponernos en otro sitio, así que salimos con el grupo de cabeza. En los primeros compases nos sorprendió que el terreno estuviera seco. Los primeros kilómetros fueron bastante llevaderos porque salvo una cuesta en la que se formó un tapón, la mayoría fueron descendiendo.

Pero lo bueno llegó enseguida. Tras recorrer unos kilómetro por una senda flanqueada de jaras, llegamos a una zona con charcos enormes y profundos y un auténtico "chocolate" de barro. Creo que todos terminamos sumergiendo los pies en el barrizal. Pero lo peor no era eso, sino lo que costaba mover la bici...


A partir de ahí cada ciertos cientos de metros surgían esos barrizales. Pero poco después tuvimos la oportunidad de lavar las bicis porque tuvimos que atravesar un riachuelo, la mayoría con la bici en la mano, y seguir con ella así porque la cuesta que había tras el río era descomunal.


Tras montar otra vez continuamos en paralelo a la vía casi hasta Ferreruela, pero justo antes del pueblo giramos a la izquierda para encarar hacia Domez. Eso sí, antes hubo que subir una cuesta que era un auténtico lodazal y después descender por una ladera repleta de piedras. Allí se cayó uno de los nuestros y se cortó con una de esas piedras.


Al llegar a Domez hubo un avituallamiento con todo tipo de comida y bebida. Tras reponer fuerzas continuamos con la mejor parte de la marcha, recorriendo la ribera del río Aliste, un auténtico lujo para la vista.


Llegamos a Vegalatrave y continuamos en paralelo al río, que en esa zona ya se empieza a ensanchar, hasta Losacio, donde había otra avituallamiento y se podía escoger entre girar hacia Carbajales y así hacer la ruta corta o hacia la derecha para hacer la ruta larga. Uno de los Bikers no se dio cuenta, giró a la derecha e hizo la marcha larga sin querer. Llegó cansado, pero llegó.


Los que hicimos la corta ascendimos una larga cuesta para enlazar con un camino de concentración en muy estado que terminó por llevarnos hasta Muga de Alba. Un poco antes de llegar a esta localidad otro Biker rompió la cadena y continuó caminando hasta Carbajales (unos 8 km).


Desde Muga, de nuevo por un camino de concentración seguimos hacia Carbajales en un continuo sube y baja. En este tramo otro Biker rompió la patilla del cambio y tuvo que continuar con la bici en la mano hasta la meta. Tras una de las subidas divisamos el pueblo e iniciamos un descenso que nos llevó casi hasta las primeras casas, pero antes había una "traca final", otro tramo lleno de barrillo y charcos enormes. Tras superarlo, ya sin ningún tipo de duelo, entramos en el pueblo, llegamos a la plaza y cruzamos la línea de meta. Tras cruzarla nos pusieron una medalla conmemorativa.

Bonita ruta, pero dura por los numerosos ascensos y descensos y, sobre todo, endurecida por el barro.

Haz clic en el logo de Wikiloc para descargarte la ruta.




Powered by Wikiloc

2 de mayo de 2016

Peregrinos por un día

Uno de los miembros de Bikers Duri decidió hacer el Camino de Santiago en solitario. Siguiendo el calendario que había planificado, saldría de Roncesavalles el 23 de abril y llegaría a Santiago de Compostela el 1 de mayo. De acuerdo con esa previsión, otros tres Bikers decidimos acompañarlo en la última etapa, así que nos trasladamos a Melide, lo recibimos a la llegada de su penúltima etapa, degustamos el famoso pulpo de esta localidad y a la mañana siguiente iniciamos ese último recorrido junto a él.

Partimos de Melide y lo primero que nos sorprendió a los neófitos en esto del Camino fue la cantidad de gente que lo estaba haciendo caminando. Los primeros kilómetros fueron descendentes, rodando entre zonas boscosas y grandes prados. Continuamente íbamos encontrándonos con pequeñas Parroquias constituidas por decenas de edificaciones.

Las primeras rampas no tardaron en llegar, alguna con bastante pendiente para afrontarla sin haber calentado aún lo suficiente, pero pudimos con ellas. Siguiendo el sinuoso terreno, disfrutando enormemente del paisaje y deseando el "Buen camino" a todos los peregrinos que adelantábamos, no tardamos en llegar a Arzúa, la cuna del famoso "Queso de tetilla". Atravesamos la localidad y poco después hicimos una parada en uno de los muchos bares-terraza que se encuentran a lo largo del recorrido. Tras reponer fuerzas continuamos subiendo y bajando, pero disfrutando mucho.

Seguimos adelante y pocos kilómetros después iniciamos una larga subida de 2 km que, tras un pequeño llano nos llevó al final de las pistas del aeropuerto de Lavacolla. Descendimos entre eucaliptales y poco después comenzamos a subir de nuevo. Tras una parada técnica por la rotura de la cadena de una de las bicis, seguimos ascendiendo para terminar junto al Monte do Gozo viendo ya de lejos la ciudad de Santiago. Tras las consabidas fotos junto al monumento descendimos, nos adentramos en la ciudad (por cierto, muy mal indicado el Camino) y finalmente entramos en la Plaza do Obradoiro con una gran satisfacción, sobre todo nuestro amigo y compañero, tras culminar así los prácticamente 800 km. que terminaba de hacer desde Roncesvalles. El recibimiento estuvo acorde con el esfuerzo realizado.

Mojón en Melide.
Cruzando un riachuelo cerca de Melide.

Parada "técnica" para reponer fuerzas.
Descendiendo entre eucaliptos.
En el Monte do Gozo.
Recibiendo al peregrino con pancarta incluida.
Los cuatro bikers delante de la Catedral de Santiago.
Haz clic en el logo de Wikiloc para descargar la ruta.
Powered by Wikiloc