Que nieve en Zamora no es algo habitual. Que nieve en fin de semana, menos aún. Que nieve en fin de semana y que el Domingo aún se mantenga la nieve es mucho menos común. Por eso hoy ha sido un día excepcional en el que hemos podido hacer algo fuera de lo normal: ¡una ruta pisando nieve! Teníamos muuuuchas ganas de hacerlo y hoy, por fin, lo hemos logrado.
Si no fuera por la nieve la ruta de hoy no merecería disponer de una entrada en este blog porque ha sido un simple paseo por una zona archiconocida y muy pisada (bueno, rodada), pero precisamente eso, la nieve, la hacía excepcional.
Como la situación no estaba clara habíamos quedado que a las 9,00 h hablábamos a ver cómo había amanecido el día. Los que tenían terraza dieron fe de que no había helado y la nieve estaba blanda. La temperatura era de 0º, un lujo para el frío que hace otros días, así que no había ningún motivo que justificara quedarse en casa.
Como no había obligatoriedad al las 10.30 h nos presentamos sólo cuatro a esta convocatoria. En cuanto estuvimos todos comenzamos. No había un plan prefijado así que allí mismo hablamos y decidimos ir hacia Coreses, para evitar subidas y bajadas, por si acaso...
Nada más comenzar a rodar por el carril bici comprobamos que en esa zona había bastante nieve. Rodar sobe ella fue una gozada. Tres de los cuatro no habíamos hecho ninguna ruta por nieve, así que al ser la primera vez estábamos pletóricos. No olvidaremos el sonido de la rueda al presionarla, y el rodar suave sobre su superficie. Lo dicho: una gozada.
Dependiendo de la zonas había más o menos nieve acumulada, pero tan sólo en un par de ocasiones o tres provocó extraños en nuestras direcciones. Por lo demás, seguíamos disfrutando muchísimo porque además estaba todo precioso.
Como decíamos al comienzo, el frío no era mucho, pero el llegar a la desembocadura del Valderaduey las bajas temperaturas de los días anteriores habían provocado que este río estuviera helado.
Tras cruzar la N-122 tomamos el camino habitual para ir a Coreses. Después de atravesar Villagodio y de cruzar sobre la pasarela del AVE nos encontramos con una zona en la que había más de medio metro de nieve acumulada y algo de hielo en la calzada. Nos paramos a hacer unas fotos. Las bicis no necesitaban posapié, bastaba con "clavar" la rueda en el ventisquero.
En este tramo sí sentimos algo de frío porque íbamos con el viento en contra y este, como es lógico, era gélido. Aún así el sol intentaba asomarse. No lo logró plenamente, pero sí lo suficiente como para hacer sombra.
Cuando llegamos a la señal que indica aeródromo de aeromodelismo nos desviamos hacia la izquierda, pero allí nos encontramos dos ventisqueros, el primero lo superamos a pesar de sus no menos de 30 cm, pero el segundo nos clavó a todos porque su espesor era bastante mayor aún. Eso sí, como no teníamos prisa estuvimos haciendo fotos y alguno aprovechó para hacer "el ángel".
Como no podíamos seguir en esa dirección volvimos al camino de Coreses y ya seguimos por él sin más paradas hasta la localidad. Al llegar a esta fuimos hasta la carretera y allí decidimos regresar hacia Zamora porque queríamos disfrutar de la nieve y dar un paseo, nada más que eso.
Fuimos por carretera hasta el Hotel El Convento y allí mismo cogimos un camino que va en paralelo a la vía del AVE. Había zonas en las que seguía habiendo una buena capita del manto blanco, así que seguíamos disfrutando.
Y en los tramos en los que se combinaban zonas con, y sin nieve, está claro por cuál rodábamos, ¿a que sí? Y así fuimos haciendo kilómetros. Como en el regreso el viento nos empujaba y, aunque no era mucho, se notaba, no sólo en la velocidad y el esfuerzo, sino en que ya no hacía ni gota de frío.
Cuando llegamos de nuevo al puente sobre el Valderaduey de la N-122, volvimos al carril bici siguiendo la estela de este pequeño río. En pocos minutos estábamos llegando a Los Tres Árboles, pero eso sí, mojándonos mucho la parte trasera, porque la nieve estaba comenzando a deshacerse y había mucha agua, sobre todo en el carril bici.
Al llegar a Zamora paramos a tomar algo, pero la parada fue corta porque la zona lumbar la llevábamos los cuatro empapada.
Y así pusimos fin a esta ruta histórica que, probablemente, tardemos mucho en poder volver a repetir.
Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.
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