In memoriam Ángel Zamora

Nunca olvidaremos el 10 de junio de 2024 porque en esta fecha Bikers Duri se ha hecho pequeño, se ha encogido, se ha roto y nos hemos roto, al mismo tiempo, todos sus integrantes. Nos ha dejado Ángel, nuestro Ángel, y nos invade la tristeza.

Hay situaciones que es difícil que mi mente sea capaz de procesar. A las 10 de la mañana hemos intercambiado un par de frases por Whatsapp y a poco más de las 12 habías fallecido. Es imposible que mi cerebro pueda comprenderlo, y aún ahora, cuatro horas después, sigo pensando que es mentira, que no es posible, que no puede ser que ya no estés...

Pero debe ser cierto. Desde que supe la terrible noticia tu cara se me aparece una y otra vez, una y otra vez, siempre sonriente y es entonces cuando aún comprendo menos que pueda ser cierto que no te pueda volver a ver sonreír más. Solo hay algo que me ofrece un minimísimo consuelo y es que lo último que vivimos juntos fue un abrazo. Era un abrazo de amigo, de fuerza y de ánimo porque ibas a afrontar un viaje en bici, y parte del camino lo ibas a hacer en solitario. Pero no era un abrazo de despedida, no pretendía ser el último abrazo, el último..., se dice bien.

Integrantes de Bikers Duri tras disputar, el pasado 19 de mayo, la marcha BTT Arroz a la zamorana.

Trataba hace un rato de establecer el momento en el que nos conocimos y no podría decir una fecha concreta. Posiblemente sería en 2011. Las clases de pádel fraguaron el encuentro, aunque la amistad surgió a través de la bici. Un día llevé a una de esas clases una bicicleta que me había comprado con el dinero ahorrado al dejar de fumar. Me comentaste que tú hacías pequeñas rutas por aquí, aunque no hacía mucho que habías llegado de tu Valencia natal y aún no conocías demasiado bien el territorio, y me ofreciste la posibilidad de hacer una juntos. Me encantó la idea porque hasta ese momento los pocos kilómetros que había hecho sobre el sillín habían sido recorriendo el carril bici. 

En esa primera ruta me llevaste por la zona de Pereruela y llegamos casi hasta Arcillo. Yo, que no había hecho nunca más de 25 o 30 km y en llano, miraba asustado el cuentakilómetros y multiplicaba por dos para calcular también la vuelta. Pensé que me resultaría imposible regresar pero no te decía nada para no fastidiarte a ti. Cuando lo estimaste oportuno iniciamos el regreso y conseguí llegar sin mayores problemas. Aquellos primeros 45 km para mí fueron un triunfo y un veneno que se introdujo en mi interior y del que aún sigo inoculado. Tú fuiste el culpable. 

Fue pasando el tiempo y las rutas fueron creciendo en kilómetros, dificultad e integrantes. Empezamos a movernos también en coche para ir a lugares más alejados de la capital, y lo hacíamos en el tuyo porque disponías de portabicicletas. Cada Domingo disfrutábamos más de ese conjunto mágico de bici, naturaleza, amigos, esfuerzo, deporte, risas... y así fuimos creciendo hasta llegar a lo que éramos hasta hoy, porque mañana Bikers Duri ya no será lo mismo.

Ángel disputando la Transfronteriza 2023.

En 2016 decidiste hacer solo, en bici, el Camino de Santiago, desde Roncesvalles hasta la tumba del apóstol. Para darte una sorpresa, tres amigos fuimos a esperarte a la llegada de la penúltima etapa, con fin en Melide, y hacer contigo al día siguiente la última. Te acompañamos y nos envolvió la magia del Camino, tanto, que a la vuelta propuse ir en bici un par de meses después desde Zamora a Santiago. Tú y otros dos bikers más os unisteis al reto y el 1 de julio iniciamos nuestro periplo. ¡Qué bien lo pasamos! Lo que disfrutamos de la bici, de los paisajes, del Camino y, además, ¡lo que nos reímos! Nos divertimos tanto que ese viaje de principios de verano se ha venido repitiendo desde entonces. El año siguiente fuimos de Vivar del Cid (Burgos) a Valencia; el siguiente fue Zamora-Sevilla; el que siguió Tuy-Lisboa; después el Camino del Norte (desde Irún hasta Gijón); lo completamos con Gijón-Finisterre el año siguiente; de Toledo a Málaga fue en 2022 y en 2023 fuimos de Zamora a Finisterre por el Camino Sanabrés. En todas esas citas estuviste tú y eras parte esencial de ellas. Y también en algunas más que te sacabas de la manga en primavera para hacer acompañado de uno o dos bikers. ¡Y cómo las disfrutabais! Mientras, los demás nos moríamos de envidia (de la sana, claro).

Salida de la ruta Gijón-Finisterre, en julio de 2021.

Llegada a Finisterre tras realizar el Camino Sanabrés (Zamora-Fisterra) en julio de 2023.

Esos recuerdos no nos los va a robar nadie, ni siquiera esa muerte sorpresiva que te ha atacado de repente, sin esperarla, sin venir a cuento y que nos ha dejado rotos a todos. Lo que hemos vivido juntos es nuestro tesoro y te va a mantener vivo en todos nosotros. No va a haber una sola ruta a la que no vengas, cada Domingo seguirás acompañándonos, ya no será lo mismo, pero te vamos a llevar siempre, siempre, en nuestros corazones y en nuestros recuerdos, porque eres parte de la esencia de este grupo. 

Se te rompió el corazón, amigo, y te vas habiendo sido un buen hombre, amigo de tus amigos, siempre pendiente de todos, detallista, agradecido, sensible y cariñoso. ¡Y un extraordinario paellero! No es justo, no lo es, desde luego. 

Quiero despedirme ya y sigo pensando que todo esto es mentira, que es una broma pesada, que tú, el más joven del grupo, el más delgado, el más estiloso en la bici, nos hayas dejado. No es ningún consuelo pero si a un hedonista como tú le hubieran preguntado que eligiera un lugar para morir, posiblemente hubieras contestado: de vacaciones en la costa de Cádiz. Y así ha sido. 

DEP Ángel. Mucho ánimo, María. Vamos a estar contigo, a acompañarte y a ayudarte a superar esta terrible pérdida.