Tras un fin de semana por el sur de Gredos nos pareció que podíamos poner el broche de oro haciendo una pequeña ruta de senderismo, cuyo comienzo estaba en nuestro camino de vuelta a Zamora. El fin de la caminata era conocer las fuentes del Tormes, es decir, el nacimiento de este río.
En realidad nos tuvimos que desviar algo de nuestro camino de vuelta. Veníamos desde Arenas de San Pedro y, en lugar de regresar por Ávila, nos desviamos hacia Navarredonda de Gredos. Recorrimos nueve kilómetros por la carretera que conduce a esa localidad. A esa distancia nos desviamos a la izquierda para tomar un camino. Nada más empezar a rodar por él vimos una señal que ponía prohibido el paso a cualquier vehículo, salvo los autorizados. Avanzamos un poco más adelante, en concreto hasta aquí, para no tener que caminar tanto ya que no podíamos gastar demasiado tiempo en la caminata, teniendo en cuenta que teníamos aún casi dos horas y media hasta nuestras casas. En ese punto dejamos los coches y, al bajar, nos dimos de bruces con el frío que azotó nuestras caras. Habíamos salido de Arenas con una temperatura muy agradable, sin viento, y en 40 km había caído la temperatura y la sensación térmica era peor al moverse el aire.
Comenzamos a caminar y el primer tramo era una pista de tierra muy ancha, de muy buen firme, y jalonada fundamentalmente de pinos.
Como un kilómetro después llegamos a una bifurcación en la que había un poste donde indicaba nuestro destino, el Nacimiento del Tormes, la ruta R.4A, hacia la izquierda.
El nuevo camino cruzaba un densísimo pinar en cuyo interior apenas podía entrar la luz, de hecho, en las zonas sombrías había restos de nieve.
Después de recorrer, aproximadamente, quinientos metros el bosque se terminó y salimos a una inmensa pradera. El paraje se llama Prado Tormejón (de Tormes, claro). Allí, al no tener ya la protección de los árboles, el frío se intensificó. La pista atravesaba parte de esa pradera y después comenzaba una suave ascensión.
Recorrimos unos setecientos metros por la pista y, cuando estábamos en la zona más alta, abandonamos esta para seguir de frente campo a través. Al fondo ya pudimos vislumbrar el dolmen que hay junto al nacedero del Tormes.
Atravesamos la pradera buscando los lugares donde no hubiera agua, ya que esta afloraba por muchas zonas.
Finalmente fuimos bordeando un arroyuelo que discurría por un pequeño surco intentando atravesar la pradera. Ese arroyuelo de menos de medio metro de ancho era el recién nacido Tormes. Y desde allí recorrerá 284 km atravesando territorios de las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora, hasta llegar a su desembocadura en el Duero, en la zona conocida como Ambasaguas, entre los términos municipales de Fermoselle (Zamora) y Villarino de los Aires (Salamanca).
Un pequeño cartel indica que se está en las fuentes del nacimiento del río Tormes. A este lugar repleto de piedras graníticas, entre las que corren las primeras aguas de ese río, se le llama Fuente Tormella. Para darle visibilidad hay un menhir, desconocemos si megalítico o puesto con posterioridad.
Allí mismo, junto al menhir, nos hicimos una foto de grupo para dejar constancia de que los Bikers Duri y las Galanas estuvieron allí.
A la derecha del menhir hay un dolmen de grandes dimensiones. Este sí hemos leído que es megalítico pero la fuente no la consideramos fiable, por lo tanto mantenemos la duda. También allí nos hicimos una foto conjunta.
Tras la foto, sin tiempo que perder porque el frío atenazaba, iniciamos la vuelta, que fue un calco de la ida pero en sentido opuesto, algo que nos costó "digerir" porque ya se sabe que este grupo, salvo contadísimas e insalvables ocasiones, nunca pisa el track.
Al llegar al lugar donde habíamos dejado los coches respiramos con tranquilidad porque habíamos dejado todas las bicis cargadas y allí seguían... ¡Puffff, menos mal!
Para celebrarlo nos montamos en ellos, recorrimos el kilómetro y medio que nos separaba del Parador de Gredos y allí hicimos una parada para tomar un café o un refresco. Este Parador, aparte de tener, como casi todos, un ambiente super agradable y acogedor, es muy especial porque sus muros de piedra llevan allí desde 1928 y tiene el honor de ser el primero de la red de Paradores de España.
En cuanto terminamos nuestras consumiciones nos despedimos e iniciamos el regreso, poniendo así el colofón a un fin de semana muy, pero que muy aprovechado y en el que disfrutamos mucho.
Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.
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