14 de agosto de 2024

Hasta el Alto de San Juan y Chaguaceda

En Sanabria hay lugares emblemáticos que muchos de los lugareños conocen, pero no así la mayoría de los turistas que, en gran medida centran sus visitas en el Lago. Pero esta comarca es mucho más, en esta ocasión hemos visitado en bici dos de esos lugares: el alto de San Juan de la Cuesta y Chaguaceda, un pueblo abandonado con mucho encanto.


Partimos de Rabanillo para dirigirnos a El Puente y lo hacemos por la carretera hasta la rotonda de La Casa del Parque. La ruta que habíamos diseñado entraba en los terrenos de dicha Casa así que fuimos fieles al trazado e hicimos un recorrido por allí pero no encontramos la salida donde debería estar, eso sí descubrimos un recorrido por un camino repleto de cartelitos con información sobre todas las especies vegetales que flanquean el camino. 


Finalmente nos dirigimos hacia la entrada de nuevo pero antes de llegar nos echaron el alto para comunicarnos que no podíamos hacer ese recorrido en bici, que era solo para caminantes. Salimos del recinto y comenzamos a descender hacia El Puente por el carril bici que hay en paralelo a la carretera. Poco más adelante nos desviamos por un camino que partía a nuestra izquierda y, bajando, nos llevó hasta el Camino Tradicional El Puente-Galende. Ya en este, tras un pequeño recorrido llano, llegamos a El Puente. 

Nos incorporamos a la carretera que va a Trefacio para desviarnos enseguida para seguir la de Valdespino pero solo algo más de quinientos metros. Tras estos nos desviamos a la derecha para continuar por un camino, en algunos momentos casi cerrado por la vegetación, pero sombrío, bonito y ascendente. De hecho, nada más salir de El Puente comenzamos una subida que no terminaría hasta el Alto de San Juan. 

Entramos en Valdespino, donde encontramos más de una edificación singular, como la que mostramos en la imagen. 


Cruzamos una buena parte de esta localidad y terminamos saliendo a la carretera. Seguimos por ella, pero por poco tiempo, justo hasta la indicación del Barrio de Lagarejos, una pequeña localidad en la que no habíamos estado nunca. Llegamos a ella después de recorrer unos quinientos metros después del desvío. Salimos del pueblecito por un camino que nos llevó en poco más de un kilómetro hasta las primeras viviendas de San Juan de la Cuesta. Nos costó llegar a las últimas porque sus calles son muy empinadas.  

Dejamos atrás esas viviendas al comenzar las primeras rampas que nos llevarían hasta el Alto de San Juan. En los primeros metros tuvimos que pelearnos con subidas que, en algunos tramos son del 18%. En esa zona la carreterita (en su día asfaltada pero en la actualidad repleta de baches) discurre entre robles pero, poco a poco, van desapareciendo esos árboles que son sustituidos por vegetación baja, que dejan ver el paisaje circundante y que permiten disfrutar de las vistas, algo que contribuye a hacer más liviano el ascenso. 


La subida dura poco más de dos kilómetros. Cuando llegamos a la altura de las antenas que hay en la cima giramos y nos dirigimos a ellas. Pasamos a su lado y continuamos por un senderito, en algunos momentos con la bici en la mano, hasta llegar al mirador desde el que se pueden contemplar las mejoras vistas de toda la comarca. 


Tras unos minutos disfrutando de este regalo para nuestros ojos comenzamos a desandar el camino, no sin antes mirar a nuestra izquierda para contemplar la Sierra Segundera. 


Cuando llegamos al punto donde giramos hacia las antenas, en lugar de iniciar el descenso hasta San Juan de la Cuesta, lo hicimos hacia el lado opuesto. Poco después nos desviamos ligeramente a la derecha para continuar por un camino muy ancho que parece un cortafuegos. En este tramo encontramos descensos pero aparecen también ascensos más cortos que vamos solventando mayoritariamente con la inercia ganada en la anterior bajada. 


Recorremos unos cuatro kilómetros, mayoritariamente bajando, tras los que giramos a la derecha para introducirnos en un camino de una anchura normal que, en algo más de dos kilómetros nos dejó en la localidad de Ferreros.


Salimos a la carretera donde hacemos una pequeña parada para hacer una foto a una edificación que nos gustó. 


Enseguida abandonamos el asfalto para desviarnos a la izquierda para tomar el camino del Reguero. Continuamos descendiendo, disfrutando así de las rentas obtenidas a lo largo de buena parte de la mañana. Al llegar a una pequeña vaguada el camino hace una "V" y comenzamos a ascender por un camino entre una gran cantidad de robles. El ascenso termina al llegar a la carretera que va a Robleda, pero nosotros solo la cruzamos y continuamos de frente. 

Volvemos a disfrutar de los intereses obtenidos con tanta subida porque el camino es ligeramente descendente. Este nos lleva hasta Chaguaceda, el pequeño pueblo abandonado lleno de magia.

 
Salimos de este lugar con encanto y continuamos por el camino más ancho que, en pocos cientos de metros, nos llevará hasta una carretera, la que une Triufé con Castellanos. Rodamos por ella un pequeño tramo y, donde está el cartel que indica Castellanos, nos desviamos hacia esta localidad. Recorremos una buena parte de ella y la abandonamos para seguir por un camino que partía a nuestra derecha. Este camino nos llevó hasta otra carretera, recorremos por ella poco más de cien metros y entramos en uno de los barrios de la localidad de Sampil. Nos adentramos en una de sus calles, fuimos hacia la iglesia y, al llegar a esta, nos dirigimos hacia la izquierda para ciclar por un camino entre robles que nos lleva, prácticamente, hasta la carretera que va al Lago.

Cruzamos al otro lado de esta para tomar un camino que, descendiendo, nos lleva hasta el que une Puebla de Sanabria con El Puente por la margen izquierda del río Tera. 


Seguimos por este, bajando primero y llaneando después, hasta llegar a El Puente. Allí cruzamos el puente sobre el río y en la rotonda giramos a la izquierda y continuamos de frente para tomar enseguida el Camino Tradicional El Puente-Ilanes. 

En este tramo se terminaron las rentas y nos tocó subir. Este camino nos encanta hacerlo en sentido contrario y en el que lo hacemos en esta ocasión se nos hace largo por el ascenso. Cuando llegamos a Ilanes ascendemos por la calle principal y seguimos de frente al terminar el pueblo. Tomamos un senderito muy inclinado que nos lleva hasta un camino más ancho. Nos incorporamos a este y seguimos por él, ascendiendo, hasta llegar a la entrada de Rabanillo, donde damos por terminada esta ruta. 



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