31 de agosto de 2024

A Vejer y a las Marismas del Barbate

En nuestra salida anterior por la zona vimos un indicador en el que figuraba que Vejer se encontraba a 1,9 km. En ese momento no éramos conscientes de estar tan cerca de esa bonita localidad y tampoco teníamos tiempo de acercarnos, pero quedó pendiente para hacerla protagonista de otra ruta. También en esa misma ruta teníamos previsto recorrer las marismas, pero tampoco hubo tiempo. Hoy saldamos esas deudas. 

La mañana se mostró desde primera hora nublada y grisácea. Habríamos preferido un día soleado y claro en los que todo luce más pero era lo que había... Eso sí, la temperatura poco más tarde de las 9.30 h era de 26º y, como siempre, mucha humedad, que para eso estamos a la orilla del mar. 

Después de recorrer algunas calles de Barbate dejamos atrás esta localidad pasando junto al puerto y siguiendo la dirección hacia Los Caños de Meca. La carretera tiene mucho tráfico pero precisamente junto al puerto comienza un carril bici de impecable factura que discurre en paralelo a dicha carretera y que atraviesa el Parque Natural de La Breña. 


Cuando llevábamos recorridos dos kilómetros desde que iniciamos la ruta comenzamos a ascender y lo hicimos sin descanso los siguientes dos kilómetros. Después se fueron sucediendo tramos prácticamente planos y subidas más suaves a lo largo de otros dos. En ese punto abandonamos el carril bici para seguir por un cruce que encontramos a nuestra derecha y que indica San Ambrosio. 

Nos encontramos una carretera local que se inicia ascendiendo y que discurre entre el tupido pinar que forma parte del Parque Natural de La Breña.


Como un kilómetro y medio más adelante llegamos a un pequeño cruce, seguimos hacia la izquierda y enseguida a la derecha, iniciando en ese punto otro ascenso pero ya por un camino de tierra y sin apenas pinos. 


El ascenso nos permitió tener mejores vistas y comenzamos a vislumbrar a nuestra derecha la costa de Zahara de los Atunes, pero también un gran grupo de vacas pastando de la raza Retinta, propia de esta zona y de prácticamente toda la España seca. 


Seguimos subiendo  y comenzamos a rodar junto a los molinos de un parque eólico por un camino trazado en paralelo al que de servicio de los aerogeneradores. 


El camino se terminó al llegar a una carreterita. En el cruce volvimos a ver la indicación a Vejer que nos había sorprendido en la salida anterior.
 

Nos incorporamos a la carretera superando una subida corta pero con bastante inclinación. Al superar esta ya nos encontramos con una panorámica de Vejer de la Frontera frente a nosotros. 


También desde allí pudimos observar una parte de las Marismas del Barbate y algo de la costa. 


Poco después nos encontramos con las primeras viviendas de esta localidad, una zona nueva que poco tiene que ver con la imagen que todos tenemos de Vejer, salvo el color de sus fachadas. Después de unos cientos de metros recorriendo un par de calles llegamos a una plaza. Allí preguntamos cómo ir hacia el Casco Antiguo y nos dirigimos hacia él. Tuvimos que descender un buen tramo, tras el que llegamos a una rotonda con una bonita escultura de un campesino. 


Después hubo que ascender y comenzamos a realizar un laberíntico recorrido por las estrechas y bonitas calles del Casco Antiguo.






Después de preguntar otras dos veces logramos llegar a la bonita Plaza de España donde se encuentra el Ayuntamiento, una fuente, bares, restaurantes y otros negocios.


Cuando miramos el GPS para iniciar el regreso comprobamos que estábamos muy alejados del track. Para alcanzarlo tuvimos que recorrer casi dos kilómetros adornadas con varias subidas con duras rampas.

Nada más dejar atrás las últimas viviendas de Vejer vimos a nuestra derecha un monolito indicando que nos encontrábamos en el Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate. 


Enseguida se terminó el asfalto y continuamos rodando por un camino ancho de tierra. Enseguida comenzamos a descender, no en vano habíamos subido desde el nivel del mar hasta los 200 m a los que, más o menos, se encuentra Vejer y ya era hora de rentabilizar esas ascensiones previas. 

Bajamos unos tres kilómetros en los que teníamos que ir frenando casi constantemente para evitar coger demasiada velocidad. Frente a nosotros ya vislumbrábamos las marismas.


Terminamos esa gran bajada incorporándonos a la carretera que une Vejer con Barbate. Esta llevaba tráfico pero está dotada de un ancho arcén por el que pudimos rodar un kilómetro y medio sin problemas. 

Transcurrida esa distancia nos desviamos a la izquierda y enseguida abandonamos el asfalto para comenzar a rodar por suelo de tierra en las proximidades de las marismas. El recorrido por esta zona fue muy variado, primero íbamos entre fincas, después atravesamos una zona de secarral, seguimos por un bosque de eucaliptos para pasar a continuación por una zona más abierta. 


Cuando llevábamos unos tres kilómetros por la zona realizamos un giro de noventa grados y nos enfrentamos a un camino entre arbolado y altas cañas, pero también con mucha arena en un tramo de unos cien metros. Nos costó atravesarla y en un momento dado tuvimos que echar el pie a tierra. 


Un nuevo giro de noventa grados, a la derecha, nos llevó a un camino de mayor importancia, trazado en paralelo al río Barbate, más ancho y compactado por el que se rodaba muy bien, salvo por el fuerte viento que nos daba de frente. 


A medida que íbamos avanzando el río iba perdiendo vegetación junto a sus márgenes y llegó un momento en el que desde el camino íbamos viendo perfectamente el cauce fluvial. 


Más adelante dejamos a un lado un bonito puente, construido gran parte en madera, que cruzaba el Barbate, si bien nosotros continuamos recto. 


No tardamos en ver zonas típicamente marismeñas, con el agua aflorando formando algunas charcas cerca del camino. 


Más adelante pasamos junto a una laguna de gran tamaño, donde había un observatorio de aves. En el agua había varias pero no sabríamos decir qué eran. 


No mucho más adelante el "camino oficial" continuaba de frente pero nosotros nos desviamos ligeramente a la izquierda siguiendo por un camino más estrecho por el que se seguía rodando bien, salvo por el viento, y que seguía bordeando el río que, a medida que se iba aproximando a su desembocadura, iba ganando en anchura.


Siguiendo este nuevo camino tuvimos que cruzar cuatro o cinco pequeños puentes que salvaban pequeñas zonas de marisma. 


Finalmente un pequeño giro a la derecha y el paso por un último puentecillo nos llevó a atravesar un pequeño bosque y terminamos saliendo a una esplanada. Tras esta entramos en una urbanización, poco después llegamos a una rotonda y desde ella nos dirigimos al puente de la carretera que va a Zahara de los Atunes, donde comienza un carril bici que bordea la desembocadura del río Barbate. 

Desde este pudimos contemplar una bonita panorámica de esta parte de Barbate. Este recorrido termina en una calle a la que nos incorporamos y desde la que hay poca distancia a nuestro punto de llegada. 


Al llegar a este pusimos punto final a esta ruta y al conjunto de las que hemos hecho por la zona, que tanto hemos disfrutado, al menos por este año :( 



Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.

Powered by Wikiloc

No hay comentarios:

Publicar un comentario