6 de noviembre de 2024

El Oro de Pino (Sendero Zona Minera Romana de Pino del Oro)

Las explotaciones auríferas romanas de Pino del Oro datan del siglo I y II de nuestra era. En aquella época, en el entorno del arroyo Fuentelarraya, se produjo en la zona una actividad minera con el fin de extraer oro de las rocas graníticas que rodean la zona. En 2006 comenzaron las investigaciones arqueológicas y hoy en día existe un itinerario señalizado (Sendero zona minera romana de Pino del Oro) para poder observar todos los restos encontrados de esa actividad. 

No fue necesario madrugar mucho para desplazarse hasta Pino del Oro con la previsión de ponernos a caminar en torno a las 10.00 h. Al llegar dejamos el coche junto a la iglesia y empezamos la ruta con tan solo diez minutos de retraso. Aunque se esperaban sol y nubes el día nos ha sorprendido porque el cielo apareció diáfano y la temperatura no podía ser mejor, sobre 17º-18º. Al pasar junto al bar Sevillano hicimos una parada con la intención de tomar un café, pero no pudo ser porque la máquina no estaba aún lista.

Caminamos por una calle del pueblo y terminamos saliendo de este por un camino que podría ser sayagués, aunque por poco no lo es. Este es de buen firme, compactado y rodeado de cortinas con sus correspondientes vallas de piedra primorosamente hechas.

La ruta está señalizada pero se echan en falta algunos indicadores más para no tener que dudar. Nosotros habíamos trazado la ruta previamente, haciendo un recorrido lógico, si bien en el primer tramo no en el orden que está marcado. De hecho, nuestra primera parada fue en el Punto 10. Para llegar a él tuvimos que recorrer poco más de un kilómetro desde que dejamos las últimas casas de Pino. Un poco antes de llegar a él hay que realizar un giro a la derecha, pero está perfectamente indicado.

El Punto 10 es una corta de donde se extraía el granito. El frontal de la explotación llegó a tener sobre 100 metros y se calcula que se extrajeron de allí unas 20.000 toneladas de material. 



Volvimos sobre nuestros pasos para llegar de nuevo al camino del que nos habíamos desviado, continuamos por él unas decenas de metros para girar enseguida a la izquierda y unos cientos de metros más allá a la derecha. Caminamos desde ese último cambio de dirección casi dos kilómetros, la mayoría de suave ascenso para finalmente bajar y girar a la derecha y recorrer como quinientos metros para llegar al Punto 9 del itinerario.

El 9 es una gran roca en la que hay como un relieve, una serpiente o un dragón, de unos 16 metros. Posiblemente su fin sería proteger las explotaciones de oro. Junto a ella encontramos algunas cazoletas para machacar la piedra y encima también existen varias.



Seguidamente regresamos al camino principal, una vez en este continuamos caminando sobre nuestros pasos unos quinientos metros para, seguidamente, girar a nuestra derecha (atravesando una finca) y enlazar con el camino que, tras recorrer otro tramito y realizar un desvío a la izquierda (señalizado) de unas decenas de metros, nos llevó hasta el Punto 1. Este se encuentra delante de una enorme tortuga de granito (Peña Latalaya).



En todas las paradas señalizadas hay paneles informativos en los que se explica lo relacionado con cada una de dichas paradas. El correspondiente a este Punto, al darle el sol durante muchas horas diarias, se encuentra en mal estado. Este informa sobre el paisaje de la zona.


Desde encima de la roca se puede divisar todo el entorno y hacernos idea de la superficie de la explotación romana.

De nuevo volvimos al camino, continuamos avanzando y enseguida vimos un puente (pontón) sobre el arroyo Fuentelarraya. Al lado se encuentra el panel del Punto 2, donde se explican los usos del granito en la zona y las partes de los típicos pontones.
 

También muy cerca del arroyo encontramos una de la indicaciones, en este caso la que nos informa de la dirección del Punto 3.


Seguimos en esa dirección y no tardamos en encontrar otra señal que nos indica que nos desviemos a la derecha para llegar a dicho punto. Antes pudimos observar algunas rocas graníticas con caprichosas formas.


El Punto 3 es una fosa que se ha cubierto con una estructura metálica para protegerla. Esta fosa fue generada por las excavaciones de los romanos para obtener el oro. 



Una vez que extraían la roca de las zonas donde pensaban que había vetas, como esta, la trituraban de forma manual con grandes mazos, después se molía y se lavaba. El material fino triturado se tostaba y se lavaba en los arroyos mediante bateo. La extracción de oro era muy poca por tonelada pero necesaria para mantener el sistema monetario del emperador Augusto, que se basaba en el áureo (moneda que era de oro). 

Una vez vista la fosa volvimos al camino y continuamos adelante. El Punto 4 se encuentra muy cerca y llegamos enseguida. Se trata de una gran roca de granito. Justo delante hay una gran cantidad de cazoletas (huecos tallados en la roca) para triturar el material. Para proteger a los trituradores de las inclemencias del tiempo se talló la parte inferior de la roca para que así quedase una especie de visera.



Para proseguir nuestro camino tuvimos que volver a caminar sobre nuestros propios pasos y regresar, prácticamente, al Punto 2, solo que poco antes tuvimos que continuar por nuestra derecha, en paralelo al arroyo.

Poco después de tomar este camino pudimos contemplar una preciosa vista del mismo.


Como un kilómetro después del desvío encontramos el indicador del Punto 5, que nos lleva a desviarnos unas decenas de metros por un estrecho camino casi cerrado por las escobas para llegar a otra trinchera de donde se extraía el material granítico. 


Regresamos al punto desde donde nos desviamos y continuamos hacia adelante. En muy pocos minutos nos encontramos con la indicación del Punto 6. Nos volvemos a desviar ligeramente del camino para llegar. A esta zona popularmente se la conoce como Sepultura del Moro. En ella encontramos fosas estrechas. 


De nuevo en el camino principal seguimos caminando sin separarnos del arroyo, siempre corriendo a nuestra izquierda. No tardamos en divisar un antiguo molino que bien merece una parada para hacerle una foto.


Más adelante volvemos a encontrar un pontón, si bien en este momento no necesitamos atravesar el arroyo utilizándolo ya que su cauce se encuentra seco en este tramo.


Seguimos caminando y pronto llegamos a la señal que nos indica por dónde ir al Punto 7, nos tenemos que desviar a la izquierda y enseguida a la derecha. Allí encontramos una zona con muchas cazoletas incluso se pueden ver agujeros para incrustar postes y así poder poner toldos para proteger a los trabajadores.

Como la foto que hicimos no quedó bien, hemos recurrido a una prestada, pero nos parecía interesante mostrar esta zona.

Fuente: https://www.jcyl.es/jcyl/patrimoniocultural/GuiaLugaresArqueologicos/zamora-2/08zamora/index.html

Regresamos de nuevo al camino y casi desde allí mismo nos desviamos de nuevo, esta vez a la derecha, para aproximarnos al Punto 8 (último para nosotros). Realmente no hay nada que mostrar pero en el panel informativo nos indica dónde se encontraba la zona de viviendas de los mineros, en una zona más alta próxima denominada La Picota. 

Volvemos sobre nuestras pisadas y ya en el caminos seguimos avanzando. Unos cientos de metros más adelante realizamos un giro grande a la derecha y seguimos caminando por un senderito muy poco marcado, pero pronto va ganando presencia y termina siendo un camino muy bonito, mucho más ancho y con paredes de piedra y mucha vegetación enmarcándolo.


Unos quinientos metros más adelante ya vemos el pueblo desde el camino. Miramos nuestros relojes y comprobamos que hemos tardado algo menos de lo previsto, no ha llegado a tres horas. 


Al entrar en Pino del Oro nos dirigimos al bar Sevillano para tomar la cerveza que le prometimos tomar cuando, al comenzar la ruta, nos dijo que no podíamos tomar café. Allí, sentados al sol en la terraza nos supo a gloria. 

Después de beber la cerveza fuimos hacia Villadepera porque habíamos encargado la comida en el Bar Restaurante La Sierra. Antes de llegar al Puente Pino o de Requejo hicimos una parada en el mirador para disfrutar de las vistas del puente y del Duero, ya entre arribanzos. 



Por último llegamos a comer al bar y allí pudimos disfrutar de una buena comida con una excelente relación calidad/precio. 

Antes de realizar esta ruta conviene leer la información que aparece en:


Para descargar la ruta, haz clic en el logo de Wikiloc.

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