Aún los viajes y otras razones impidieron al grueso del grupo presentarse esta mañana a las 9.30 h para iniciar la ruta. Solo lo hicieron los tres que lo habían confirmado. Sin ninguna demora comenzamos a pedalear yendo hacia el Puente de Cardenal Cisneros para cruzar este.
27 de abril de 2025
El Duero, El Viso y la Dehesa de Valdemimbre
Aún los viajes y otras razones impidieron al grueso del grupo presentarse esta mañana a las 9.30 h para iniciar la ruta. Solo lo hicieron los tres que lo habían confirmado. Sin ninguna demora comenzamos a pedalear yendo hacia el Puente de Cardenal Cisneros para cruzar este.
1 de mayo de 2024
Un ocho alrededor de Zamora
Hemos aprovechado la festividad del Día del Trabajo para relajar nuestras mentes y trabajar nuestras piernas, es decir, que hemos salido en bici. Como un biker quería volver a retomar la bici seis meses después de un infarto, hicimos una parte del recorrido solos, pasamos por Zamora y se incorporó él, y continuamos rodando, ya todos, casi treinta kilómetros más. Al final hicimos como un ocho (echado y algo irregular, eso sí).
26 de febrero de 2023
En busca de nieve..., encontramos barro
2 de enero de 2022
Rutas Detox después de tanta fiesta
Después de tanta fiesta, tanto comer y tanto beber, los cuerpos pedían hacer algo de ejercicio y desintoxicar, pero con mesura, que tampoco se trataba de morir en el intento. Así que tanto ayer como hoy hemos hecho sendas rutas de pocos kilómetros, con alguna zona exigente, pero disfrutonas. Además, la de esta mañana nos dio la oportunidad de ver las famosas Tablas de Arcenillas.
1 de noviembre de 2021
Hasta El Viso evitando el barro
Este puente de Los Santos no deberíamos haber estado aquí, en Zamora, sino en la Montaña Palentina. Esas eran nuestras intenciones y en ello teníamos puestas ilusiones desde hacía varias semanas. Pero las catastrofistas previsiones meteorológicas para este fin de semana hicieron que canceláramos la estancia en nuestro alojamiento el miércoles. Después de la cancelación esas previsiones empezaron a mejorar y ahora todos hemos podido comprobar que se equivocaron muchísimo. Pero como esto ya no tenía remedio decidimos salir hoy en bici, si no llovía...
1 de enero de 2021
Una de trámite para empezar el año
Después de las copiosas cenas de Nochevieja una buena forma de empezar el año es rodando en la bici un par de horitas, en plan tranquilo, sin madrugar... Ese fue nuestro propósito, después algunos factores lo complicaron todo un poco, pero aún así conseguimos quemar parte de esas cenas y pasar un buen rato.
25 de octubre de 2020
38 km ganados al viento y a la lluvia
Realmente hoy le hemos ganado 38 km al viento y a la lluvia, porque según estaba la mañana y según eran las previsiones, que últimamente nunca fallan, lo normal habría sido quedarse en casa, como hicieron los sensatos de este grupo (co, co, co, co...). Pero dos decidimos desafiar a Eolo y a la lluvia y logramos ganarles esos kilómetros, que si nos hubiéramos quedado en casa no habríamos hecho.
26 de enero de 2020
Hasta el Viso y más allá (en busca del sol)
A los cuatro que nos presentamos nos esperaba, como ya casi empieza a ser habitual, una densa capa de niebla y 2º de temperatura. Más de uno al abrir la ventana se lo pensó, pero al final se impuso el vicio de pasar un rato sobre la bici y con los amigos.
Dejamos atrás Zamora cruzando el puente de Cardenal Cisneros, al terminar bajamos las escaleras que comunican con el Camino Viejo de Villaralbo, si bien nada más empezar a rodar por este nos fuimos hacia la bifurcación de la izquierda, que lleva a Villaralbo igualmente.
7 de abril de 2019
A "El Viso" en busca de buenas vistas
Y es que partimos de la Ciudad Deportiva a las 8.45 h con 3 grados de temperatura, eso sí, el sol acompañaba y se agredecía. Lo que no se agradecía en absoluto era la brisita del norte que también quiso ser protagonista. Menos mal que de entrada no nos daba de cara.
Los cinco bíkers que salimos iniciamos la ruta rodando en paralelo al río en dirección al Puente de Piedra. Cruzamos este, seguimos por San Frontis para coger el GR-14. A pesar del fresco la mañana era espléndida.
Antes de llegar al Brocal de las Promesas giramos a la izquierda para seguir por un camino que, en línea recta, lleva hasta Morales. Este camino va ascendiendo poco a poco, no en vano hay que salvar los 50 m que diferencian la altitud de esta localidad y la de Zamora.
Atravesamos esta localidad y cogimos el camino de Pontejos, de nuevo otra pequeña ascensión para que los más frioleros terminaran de entrar en calor.
Poco después de entrar en el pueblo giramos a la izquierda para atravesar este y salir de él por el camino de Arcenillas, pero tras subir la primera cuesta giramos a la derecha para continuar por un camino de muy buen firme que terminó por llevarnos a la carretera que une Cazurra y Casaseca de las Chanas. Tras rodar como un kilómetro por asfalto entramos en esa localidad.
Tras cruzar Casaseca enseguida vimos nuestro destino a lo lejos, El Viso, pero a pesar de que rodábamos de frente a él tuvimos que volver a la izquierda porque el camino que transitábamos poco más allá no tenía continuidad. Entre pueblo y pueblo íbamos disfrutando de le época más bonita del campo en esta zona.
Rodamos unos cientos de metros en esa dirección pero enseguida volvimos a girar, en esta ocasión a la derecha, y poco después a la derecha de nuevo, para seguir por un camino que ya volvía a tener la dirección de El Viso.
Este camino, que es una gran recta, nos llevó hasta casi los pies de nuestra meta (volante) sin más novedad que pudimos rodar por él bastante rápidos porque el firme acompañaba, y el viento no nos molestaba (aún). Además seguíamos disfrutando de unas vistas espléndidas.
Y así, en poco tiempo llegamos hasta las proximidades del gran repetidor. Giramos a la derecha y enfilamos la recta desde donde parte la subida. Pero antes de empezar esta hay que recorrer unos 500 metros de suave ascenso que sirve de precalentamiento. Y en cuanto volvíamos la cabeza nos encontrábamos bonitas estampas como esta:
Comenzamos la ascensión. Los primeros metros ya sabemos que se hacen bien, después viene un tramo que quizás sea el más duro, evidentemente por su inclinación. Tras pasar la primera curva la ascensión se suaviza y permite recuperar el aliento y bajar algún piñón. Tras la segunda curva vuelve un repecho duro que sigue tras la siguiente. Una vez superada esta sigue la dureza pero los que hemos subido más veces sabemos que tras la siguiente se divisan ya dos señales que nos indican que ya falta muy poco para coronar. Superadas las dos la ascensión se suaviza de nuevo y, se corona.
Como subimos cada uno a nuestro ritmo, arriba fuimos llegando por etapas, primero llegaron dos unidades, después una, le siguieron otras dos y, finalmente las dos últimas.
Mientras llegaban unos y otros aprovechamos para hacer fotos de las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde estas alturas.
Una vez todos reunidos aprovechamos para comer algo antes de iniciar el descenso. Tras la breve parada volvimos a subirnos a las bicis para disfrutar de la bajada.
Tanto nos emocionó el descenso que el que iba el primero no se dio cuenta de que al llegar abajo había que volver a la derecha y lo hizo en sentido contrario. Pero como todo tiene arreglo, más adelante volvimos a la derecha para tomar dirección Madridanos, donde podríamos reencontrar de nuevo el track.
En ese tramo también rodamos rápido y sin problemas porque el terreno acompañaba, y salvo en el descenso, el aire no nos daba todavía de frente.
Tras llegar a Madridanos tomamos el GR-14 y nos topamos con el viento de frente. No era excesivo, pero sí lo suficiente molesto como para restar velocidad y acrecentar la sensación de frío. Por este camino fuimos haciendo abanicos y gracias a eso logramos mejorar algo nuestra velocidad.
Tras rodar unos cuatro kilómetros por la Senda del Duero la abandonamos para girar a la derecha y seguir por un camino que terminó por llevarnos hasta la carretera de Villalazán. La cruzamos y tomamos otro que nos llevó a encontrarnos con el río Duero. Seguimos por su orilla y el caminó empezó a perderse. Continuamos por la hierba pero llegó un momento en el que ya no se podía pasar, así que dimos la vuelta y buscamos un camino parlalelo al que intentábamos seguir.
Lo encontramos enseguida y ya continuamos por este, algo más alejados del río pero aún pudiendo ver bonitas estampas de este.
Continuamos rodando por este camino pero, en un momento dado, lo abandonamos girando a la izquierda y entrando en uno asfaltado que nos llevaría hasta Villaralbo.
Aunque seguíamos con el viento de cara continuamos haciendo abanicos de dos o de tres y este se hacía más llevadero y nos permitía rodar a buen ritmo. Cuando llegamos a Zamora, al ver la hora que era, nos dimos cuenta de que habíamos hecho una buena media.