6 de abril de 2014

Campos de colza

Comenzamos nuestra ruta envueltos en una inesperada niebla que nos acompañó durante los primeros kilómetros, al principio baja y "meona" y después manteniéndose alta e impidiendo que luciera el sol.

Nuestra idea era disfrutar de la bici y al mismo tiempo contemplar los campos de colza que hay por la zona del Vino y que en abril suelen estar en su máximo esplendor. La citada niebla impidió que lucieran como debían hasta los últimos kilómetros, pero aún así mereció la pena.

Salimos de Zamora con dirección a Pontejos. Tras pasar esta localidad nos dirigimos a Cazurra por la carretera que una estas localidades y que empieza a ser más camino que carretera por el mar firme que tiene. Antes de entrar a Cazurra cogimos un camino de concentración que nos llevó a las proximidades de Peleas de Arriba, localidad a la que tampoco llegamos a entrar porque giramos a la derecha antes de hacerlo para ir hacia Corrales del Vino. Atravesamos este pueblo y cogimos la N-630. Hicimos una pequeña parada a la salida del pueblo para contemplar la ermita barroca de Nª Sra. de las Angustias. Continuamos por la N-630 más o menos un kilómetro y giramos a la derecha para ir hacia Peleas de Abajo en paralelo a la antigua vía del tren. Tras sobrepasar estar localidad sin llegar a entrar en ella proseguimos dirección Cabañas de Sayago por un camino de concentración con algunos toboganes y de muy buen firme. Sin apenas darnos cuenta llegamos a esta localidad donde tomamos nuestro almuerzo.

Tras el almuerzo retomamos la ruta dirigiéndonos a Villanueva de Campeán por una camino poco transitado y en el que tuvimos que abrir un par de cancelas sin más problemas. Antes de llegar a Villanueva el anterior camino desdembocó en uno mucho más ancho y de buen firme. Desde Villanueva nos dirigimos a San Marcial. A la salida de este giramos a la izquierda y cogimos un camino que nos llevaría al GR-14 y que nos llenó de barro, de ese barro característico de la zona que se va pegando a las ruedas a cada vuelta de las mismas. Superado este tramo empezamos a rodar por el GR-14, si bien antes de llegar a Zamora nos desviamos para lavar las bicis cerca del Polígono "Los Llanos", pero cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que habían desmantelado la máquina de presión del lavado. En ese momento decidimos sustituir el lavado por una caña y unos almendritas fritas. Fue una elección estupenda.

Campo de colza.

Ermita de Nª. Sra. de las Angustias (Corrales del Vino).

Camino en las proximidades de Peleas de Abajo.

Colza y encinas cerca de Cabañas de Sayago.
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30 de marzo de 2014

Granja Florencia

Tras estar ayer prácticamente todo el día lloviendo, amaneció un día casi, casi, espléndido. Una suerte, desde luego, para los que íbamos a emplear gran parte de la mañana encima de una bici.

Quedamos temprano a pesar de haber dormido una hora menos por el cambio de hora y decidimos hacer un itinerario en el que, a priori, encontraríamos poco barro, algo difícil con la que había caído ayer. Así que tomamos el carril bici, para tomar a su fin dirección Coreses en paralelo a la vía del AVE.

Nuestra intención era llegar a Fresno así que antes de salir de Coreses giramos a la izquierda y tomamos un camino de concentración en buenas condiciones pero con algunas subidas y bajadas. En un momento dado nos dimos cuenta de que no nos habíamos desviado donde debíamos así que nos tocó dar la vuelta y desandar unos dos kilómetros. Siguiendo ya el camino correcto conseguimos llegar a Fresno. En ese punto tomamos la carretera de Tordesillas un pequeño tramo y la abandonamos para ir hacia el puente que cruza el Duero. Una vez que cruzamos el río hicimos un alto para comer algo sobre unos poyos junto al puente en los que se estaba de maravilla.

Tras el descanso continuamos por la carretera dirección Villalazán. Una vez pasada la Granja Florencia la abandonamos para tomar un camino que nos llevó al GR-14 en las proximidades de Madridanos. A partir de ese momento seguimos la Senda del Duero atravesando Madridanos primero y Villaralbo después, y que nos condujo hasta Zamora, eso sí, sufriendo porque en todo ese tramo trajimos viento de cara.

Al llegar nos dio tiempo a tomar una caña y unas almendritas que nos supieron a gloria...


Puente sobre el Duero.

Por uno del los caminos que transitamos.

Colza empezando a florecer.


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Ruta de... la paella

No sólo de la bici vive el hombre..., así que esta vez nos reunimos para preparar una auténtica paella valenciana (de las que van sin aceitunas, huevo duro o pimiento morrón). También tuvimos la ocasión de, entre que se hacía y no se hacía, probar carnaza castellana "libre de colesterol": pancetita y chorizo, ambos a la brasa. Y tras comer la paella, que estaba muy buena, degustamos un brazo gitano que no se lo saltaba ni uno de la misma raza. Todo estuvo regado con buen vino de Toro, de las bodegas La Miaja y chupitos elaborados artesanalmente en las bodegas Fernández.

Hubo también buenas conversaciones y muchas risas, pero eso sí, salimos de allí curados al humo.

23 de marzo de 2014

Monasterio de Moreruela y Castrotorafe

Madrugamos para tener tiempo suficiente como para perderlo colocando las bicis en el portabicis, aunque esta vez no nos quejaremos que no se nos dio muy mal... Eso sí, lo perdimos de otros modos: regresando desde la salida de Zamora porque uno de los "bikers" se había olvidado el casco en casa o porque el conductor se confundió de pueblo. En realidad el track que íbamos a seguir salía de Villalba de la Lampreana, pero debido a ese error finalmente salimos desde el Campo de Golf de Villarrín de Campos.

La mañana, si bien fresca, estaba espléndida con una luz y una claridad como pocas veces encontramos. Los primeros metros los hicimos por carretera y enseguida cogimos un camino que tras algunos giros a derecha y a izquierda nos llevó hasta la localidad de Granja de Moreruela. Allí, cruzamos la N 630 y seguimos por el tramo asfaltado que lleva hasta los restos del monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela. Tras visitar este espectacular monumento, volvimos por donde habíamos ido, pero por poco tiempo, porque enseguida tomamos un camino a la derecha que con muy pocos cambios de dirección nos llevó hasta las ruinas de la antigua ciudad medieval de Castrotorafe. Nos adentramos en ellas y llegamos hasta los restos del castillo. Junto a él y mirando hacia el embalse tomamos nuestro almuerzo.

Tras recuperar fuerzas retomamos el camino que nos llevó en primera instancia hasta Pajares de la Lampreana y después a Villalba de la Lampreana. Allí el track seguía por carretera hasta Villarrín y lo seguimos aunque podríamos haber hecho ese tramo también por camino, porque en la ruta de las Lagunas de Villafáfila así lo hicimos.

Sin duda esta ruta mereció la pena porque sólo la visita a las ruinas del monasterio y a las de Castrotorafe es un argumento suficiente, pero además es que el campo estaba espectacular, con las extensiones de cereales, tan abundantes por la zona, de un verde repleto de vida, dejando ya ver la primavera.

Absidiolos y girola del Monasterio de Santa María de Moreruela.

Encinas y campo de cereal cerca del monasterio.

Ruinas de Castrotorafe.

Restos del castillo de Castrotorafe.




16 de marzo de 2014

Las Pilas de Almaraz

De nuevo nos volvimos a encontrar con un día de esos que parecen estar hechos para disfrutar con la bici. Salimos de la Ciudad Deportiva y encaramos el carril bici que abandonamos para coger la carretera de Almaraz, que seguimos hasta pasada la cárcel donde tomamos el camino de la izquierda, por el que continuamos para tomar más adelante uno a la derecha con una larga cuesta y que, tras esta, y después de unos kilómetros ya llanos, nos devolvió de nuevo a la carretera de Almaraz, que ya no abandonamos hasta poco antes de llegar a esta localidad. En realidad teníamos que haber cogido un camino pasados Los Infiernos, pero por un despiste no nos quedó otra que seguir por carretera.

Como decíamos, poco antes de llegar a Almaraz tomamos un camino que nos llevó al pueblo. Allí nos dirigimos hacia la Iglesia y al llegar a esta giramos a la izquierda, pasamos por una fuente románica y seguimos recto. A lo largo del pueblo hay algunas indicaciones que indican "Cascadas de Las Pilas" o "Ruta 3". Saliendo del pueblo el camino es ancho y de buen firme hasta una bifurcación (donde también indica "Ruta 3" a la derecha). A partir de ese momento el camino se estrecha algo y empieza a descender. Tras una pequeña subida, de repente, nos encontramos con una gran bajada y al fondo el río Duero, fue una vista que nos sorprendió muchísimo por lo agradable. Descendimos encarando el río y al llegar a su altura el camino va en pararelo a él, siendo espectacular. En ese momento divisamos los restos de algunas casas (de los mineros de la compañía inglesa que explotó unas minas de estaño hasta principios del siglo XX)  y a su lado una cascada que nos dejó boquiabiertos.

Dejamos las bicis y caminamos los últimos metros hasta llegar al pie de esta caída de agua. Hay otra, pero ya no la visitamos. Tras tomar nuestro almuerzo en una mesa de madera junto al río (un lujo), iniciamos el regreso.

La subida fue dura porque el terreno es pedregoso, por la inclinación y porque es larga, pero pudimos con ella y seguimos deshaciendo el camino de ida hasta llegar a Almaraz. Allí tomamos el camino que nos había llevado hasta allí, pero tras una buena subida seguimos recto para no regresar por el mismo que nos llevó hasta allí, y fue un gran acierto porque este va descendiendo en paralelo a un arroyo con bastante vegetación en torno suyo y desembocó en una valle repleto de almendros en flor y viñas. Más bonito imposible. Finalmente el camino nos devolvió a la carretera. A partir de ahí recorrimos la misma ruta que a la ida sin más novedades que la del viento, que se levantó algo y lo trajimos en contra.

Es una ruta con cierta dureza porque la orografía de esta zona es sinuosa pero mereció la pena, sin duda.

Fuente románica en Almaraz.
Inicio del descenso hacia el río.
Cascada de las Pilas de Almaraz.


9 de marzo de 2014

San Pedro de la Nave

Después de mucho tiempo amaneció un día soleado de esos que invitan a disfrutar aún más de la bici. Eso sí, la temperatura era baja, sólo 2º, pero a poco, según fue transcurriendo la mañana, fue ascendiendo.

Salimos de la Ciudad Deportiva y cogimos el carril bici hasta Valorio. Tuvimos que variar algo la trayectoria prevista para evitar el tramo cortado por las obras del AVE. Enseguida llegamos a Palomares y seguimos por caminos de concentración en perfecto estado. Al llegar a la entrada de Valdeperdices tomamos un pequeño tramo de carretera, pero enseguida volvimos a tomar un camino que ya nos condujo hasta El Campillo. Allí, cruzamos el pueblo para llegar hasta la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave. A sus puertas tomamos nuestro almuezo, nos hicimos unas fotos y visitamos el interior.

La vuelta la hicimos prácticamente por los mismos caminos que la ida, salvo que al llegar a las proximidades de La Hiniesta decidimos ir por esa localidad. Llegando a las cercanías de la zona cortada nos informaron de que ya no lo estaba pero al final nos tocó coger la bici a cuestas para lograr cruzar con ella por un hueco hecho en la valla. Finalmente hicimos el recorrido técnico de Valorio que tanto nos gusta hacer y dimos por terminada esta ruta que nos hizo disfrutar de un día estupendo, de una temperatura muy agradable y de bonitos paisajes, ya que el campo, tras tantas lluvias y con estas temperaturas templadas, se está poniendo increíble.

Iglesia visigoda de San Pedro de la Nave, en la localida de El Campillo.


3 de marzo de 2014

Contra el viento

Hoy planificamos una ruta pensada para evitar el barro pero nos ha sorprendido a todos encontrar el terreno seco y apenas charcos, de hecho después de muchas semanas manchando la bici Domingo tras Domingo, este han llegado limpias a casa. Eso sí, el viento nos molestó muchísimo porque en muchos momentos lo tuvimos en contra.

Salimos de Zamora y nos dirigimos a Villaralbo, allí siguiendo el GR 14 tomamos dirección Madridanos, localidad a la que llegamos enseguida porque llevábamos el viento de espalda y daba gusto. Salimos del pueblo y escogimos un camino por el que ya hemos transitado alguna vez que nos llevó a los pies de El Viso. En principio pasamos de largo pero uno de los componentes propuso subir y eso fue lo que hicimos, sufrir en la subida y, como siempre, disfrutar del placer de llegar arriba y de las espectaculares vistas.

Al bajar nos dirigimos a Bamba donde tomamos nuestro tentempié. Tras recuperar fuerzas fuimos a Moraleja, localidad que atravesamos y en la que tomamos la carretera que lleva a Casaseca de las Chanas. Desde aquí cogimos la carretera que conduce a Cazurra, de Cazurra a Pontejos y de este a Morales del Vino. Desde Morales fuimos a Zamora donde, al llegar nos dio tiempo a "hidratarnos" junto al Puente de Piedra. Para culminar la etapa subimos Balborraz.

Panorámica desde El Viso.


Puerta de una casa de Bamba.



23 de febrero de 2014

Cascada de Abelón desde Pereruela V.2

Un Domingo más nos sorprendió la niebla, y mucho, porque en la capital no había y nos topamos con ella en las afueras, camino de Pereruela donde íbamos para empezar allí la ruta. Era es la segunda vez que la hacíamos, pero teníamos especial interés en hacerla porque nos parecía que la cascada podía llevar mucha agua después de todo lo llovido hasta ahora.

Tras descargar y ponernos en marcha, no habíamos recorrido ni un kilómetro y ya habíamos sumergido los pies en el barro y en algún que otro charco de casi dos palmos de profundidad. Tuvimos que sortear barrizales enormes (no imaginábamos que hubiera tantos en todo el camino), cruzar charcos que parecían casi lagunas y esforzarnos más porque en muchos lugares las ruedas se quedaban "clavadas".

Todo esto ralentizó nuestra marcha y nos fue desgastando. De hecho nos costó llegar a Arcillo casi una hora y media. Continuamos nuestro recorrido y finalmente llegamos a Abelón y por fin encontramos un camino en buenas condiciones, el que conduce a la cascada, que seguimos aunque en el último tramo nos despistamos y tuvimos que hacer unos metros campo a través.

Llegamos a una zona no ciclable, aparcamos nuestras bicis y continuamos caminando. Cuando vimos la cascada todos pensamos que había merecido la pena y que, efectivamente, traía mucha agua. Tras las fotos de rigor, subimos de nuevo hasta donde teníamos las bicis, almorzamos e iniciamos el regreso luchando de nuevo contra el barro y haciendo exactamente el mismo recorrido que a la ida, porque aunque teníamos previsto una alternativa para una parte del recorrido, no nos atrevimos a seguirla ya que nadie la había hecho con anterioridad y no sabíamos si estaría en buenas condiciones.

Finalmente, aunque tarde, llegamos a Pereruela, eso sí, con barro por todas partes y con  las transmisiones sonando de tal forma que daba auténtica pena pedalear.

Aún así, mereció la pena, Sayago estaba muy bonito y la cascada más.
En las cercanías de la Cascada de Abelón.

Cascada de Abelón.

Uno de los múltiples charcos que tuvimos que cruzar.
Tuvimos un problema con el track, pero a modo orientativo ponemos el del camino de ida (trazado a mano). Los datos de km., tiempos, altitud y demás sí son reales.




9 de febrero de 2014

En torno a Zamora

Debido a que estaba lloviznando y que las previsiones indicaban que llovería toda la mañana, hicimos un recorrido por distintos lugares próximos a Zamora. Lo normal es que esta ruta no apareciera aquí porque el recorrido podría parecer intrascendente, pero hubo un tramo que me pareció tan especial, que sólo por él merece la pena contarla y compartirla. Sin duda el tramo más bonito cercano a Zamora.

Ese tramo comienza muy cerquita del Polígono La Hiniesta, justo tras unos chalets que hay de ladrillo claro. Es un camino estrecho, sinuoso y que va prácticamente por la parte más alta de la pared rocosa que bordea la vía del tren a su paso por Valorio. Son pequeñas subidas y bajadas, curvas y pasos entre árboles, siempre con el riesgo de caerse hacia la izquierda, por la ladera. Termina este tramo encima del túnel que hay junto al puente Croix, y al finalizarlo descendimos por un camino, también muy divertido, que nos llevó justamente al puente citado. Allí mismo cogimos el camino que va por la derecha del arroyo pero más adelante comprobamos que era imposible vadearlo, por lo que volvimos para atrás y tomamos el camino que va por la izquierda, que nos llevó hasta el puente que hay junto a La Alamedilla. Allí ascendimos a la izquierda y a media cuesta volvimos a girar a la izquierda. Este camino es más ancho y también sinuoso. Está bordeado por una masa de pinos muy frondosa que lo hace muy bonito. Fue también divertido seguirlo. Nos llevó hasta la Casa del Guarda.

En el track los tramos descritos en el párrafo anterior, van del kilómetro 23 al 28. Hay que tener en cuenta que en esos kilómetros está incluido el tramo que hicimos y que tuvimos que desandar por no poder vadear el arroyo.

Vista desde encima del comienzo del túnel.

Descenso hacia el Puente Croix.

Por la zona de pinares.


26 de enero de 2014

Lagunas de Villafáfila desde Manganeses

Madrugamos ya que teníamos que desplazarnos en coche y nos sorprendió encontrarnos la mañana envuelta en niebla. Cargamos las bicis y partimos para Manganeses de la Lampreana con la esperanza de que antes de llegar allí levantara, pero no fue así.

Salimos de Manganeses con dirección a Villalba de la Lampreana por un buen camino, aunque como todos, con restos de barro. Pasamos esta localidad y seguimos con dirección a Villarrín de Campos aunque no llegamos a entrar en ella, poco antes de las primeras casas giramos a la derecha y tomamos un camino que lleva a Otero de Sariegos. En este tramos ya empezamos a ver humedales, íbamos bordeando la Laguna de las Salinas y cada poco tiempo nos sorprendía un grupo de ánsares que al oírnos se asustaban y salían volando. No era nuestra intención romper su tranquilidad, pero ellos no saben de las intenciones humanas...

Paramos un momento en el Observatorio de Aves que hay en Otero y continuamos por el camino bordeando ahora la Laguna Grande. Al terminar esta giramos a la derecha para seguir por un lateral de la Laguna Parva hasta que llegamos a la carretera. Circulamos por ella tres o cuatro kilómetros y volvimos a la derecha para pasar junto a la Laguna de Barillos y ya fuimos yendo hacia la derecha para seguir dirección Villafáfila. La niebla empezó a levantar y el sol quiso asomarse y nos ofreció un paisaje totalmente diferente al que llevábamos viendo toda la mañana. Por contra se empezó a soplar algo de viento que, si bien no era fuerte, nos daba de frente y dificultó los kilómetros finales, que transcurrieron por caminos algo más alejados de los humedales, que nos permitieron ver algunas avutardas, y que terminaron llevándonos hasta Villarrín y desde allí a Manganeses.

Creemos que habrá pocos años en los que haya tanta agua en las lagunas. Estaban todas con mucha cantidad y nos encontrábamos con lagunillas por todos lados.

Clic aquí para descargarte la ruta desde Wikiloc.

Vista desde el Observatorio de aves de Otero de Sariegos.


Palomares en las proximidades de Villarrín de Campos.

19 de enero de 2014

Los Infiernos

Aunque estuvo lloviendo y nevando hasta poco antes de salir, a la hora que quedamos el cielo estaba claro y poco después el sol quiso acompañarnos y no nos dejó en toda la mañana.

Comenzamos nuestra ruta por el carril bici para tomar después la carretera de Almaraz que seguimos hasta poco después de pasar la cárcel, momento en el que cogimos un camino llano que abandonamos tras recorrer como un kilómetro. Tomamos uno a la derecha que es un auténtico sube y baja entre jaras y monte bajo que nos devolvió de nuevo a la carretera. Discurrimos por ella hasta "Los Infiernos". Allí nos desviamos para coger un camino aunque comprobamos que no podíamos seguir el track porque porque había que cruzar el arroyo Joyalada que traía bastante agua. Un poco más adelante salía otro camino y lo seguimos. Al comienzo fue una subida continua. Cuando comenzó a descender hicimos una paradita, tomamos el almuerzo y continuamos. Volvimos a encontrarnos con el track que habíamos abandonado aunque para ello hubo que realizar un descenso muy inclinado y al mismo tiempo divertido. Pero de nuevo había que cruzar el mismo arroyo. Aunque hicimos todo tipo de malabarismos para evitarlo, al final todos metimos los pies en el agua.

Tras escurrir los calcetines continuamos con la bici en la mano porque nos enfrentábamos a una subida que posiblemente tuviera el 20% o más. Tras la costosa subida seguimos por caminos en buenas condiciones. Cruzamos la N 122 y seguimos por buenos caminos hasta desembocar en la Dehesa de Palomares, que está preciosa en esta época. La bordeamos y en seguida llegamos a La Hiniesta, donde hicimos una parada técnica para tomar un café. Desde allí a la ducha en un suspiro.

Ruta muy recomendable, con tramos con cierta dureza, pero con paisajes muy variados y bonitos.

Restos de nieve entre las jaras.

El Duero en la zona de "Los Infiernos".

Bonito paisaje entre "Los Infiernos" y Muelas del Pan.


12 de enero de 2014

Antena de Algodre

Salimos algo más pronto de lo habitual para intentar regresar antes a Zamora. La niebla volvió a estar presente y al comenzar nuestro pedaleo se dejaba notar por el frío y la humedad.

Iniciamos nuestro recorrido por el carril bici que abandonamos al llegar a Vistalegre, allí tomamos dirección Molacillos, localidad a la que llegamos sin mayores incidentes. La cruzamos y a las afueras, en una bifurcación, cogimos el camino de la derecha, un buen camino de concentración ancho, con buen firme y llano al principio, si bien más adelante se transforma en una subida larga pero muy llevadera. Tras la subida giramos a la derecha y comenzamos a descender por una larga bajada que nos llevó hasta las proximidades de Gallegos del Pan. Tras cruzar la carretera tomamos el camino de la izquierda que comienza con una cuesta poco inclinada pero que se va endureciendo cada vez más. Giramos a la derecha y seguimos subiendo. Giramos después a la izquierda y continúa la cuesta. Cuando terminamos de subir, mientras recuperábamos el aliento, miramos a nuestra derecha y nos encontramos con unas bonitas vistas porque desde allí se contemplaba todo el valle ocupado por los términos de Gallegos y Algodre.

Continuamos la senda y nos desviamos por un camino para ir hasta una antena repetidora y tomar allí el almuerzo disfrutando de nuevo de las vistas, en esta ocasión todo el término de Algodre que presentaba zonas con bancos de niebla y zonas sin ellos. Tras el almuerzo desandamos ese último tramo que habíamos hecho y comenzamos el regreso. Tras algún kilómetro llano comenzamos un descenso y al terminar este giramos a la derecha tomando una senda que serpentea entre pinos y algunos cipreses y que nos llevó, tras desviarnos a la derecha y cruzar un puente de la autovía, a Coreses.

Tras atravesar este pueblo seguimos el camino habitual que nos condujo hasta el lavadero donde quitamos a nuestras "máquinas" el barro de hoy y el acumulado de las salidas anteriores. Para ayudar al secado recorrimos el carril bici hasta la Ciudad Deportiva.

Clic aquí para descargarte la ruta desde Wikiloc.
Bancos de niebla sobre la localidad de Algodre.



9 de enero de 2014

Equipación

Hey, ¿Quién dijo que los bikers no tenían equipación? Se equivocaba porque ya la tienen, o si alguien no lo cree que mira bajo estas líneas:

Este es el diseño:


Y este es mi primo, al que convencí para que se lo pusiera y posara para nosotros:



Vaaaaale, no es cierto. Se trata de un programita online que ofrece la marca Inverse para diseñar y "hacerse" a la idea de cómo quedaría la ropa deportiva diseñada.

5 de enero de 2014

Recorrido antibarro y subida a "El Viso".

Con todo lo que había llovido en los días anteriores casi nadie pensaba que el Domingo podríamos salir, pero el tiempo nos dio una tregua y lo conseguimos.

Imaginando que todo estaría embarrado decidimos ir a la busca de carreteras locales por donde poder transitar y hacer kilómetros aunque los primeros fueron por caminos, en concreto el que conduce de Zamora a Morales del Vino y el que va desde esta localidad hasta Pontejos, que encontramos en buen estado. Al llegar fuimos hasta el otro lado del pueblo y cogimos lo que comienza siendo carretera de tercer orden y termina siendo camino de concentración, que lleva hasta Cazurra. Luchando contra el viento llegamos a sus proximidades y allí giramos a la izquierda para dirigirnos a Casaseca de las Chanas. Atravesamos el pueblo y seguimos la carretera que conduce a Moraleja del Vino. Al llegar nos planteamos hacia dónde seguir y optamos por tomar el camino que lleva a Bamba, que también encontramos en buen estado.

Poco antes de llegar a Bamba, viendo ya en las cercanías de "El Viso", alguien propuso subirlo y así lo hicimos. Es una subida que se inicia suave y que tiene un par de rampas duras pero entre una y otra hay una zona que permite coger resuello. Al llegar arriba apenas paramos a disfrutar de las magníficas vistas porque hacía mucho viento, así que enseguida iniciamos el descenso. Al terminarlo giramos a la derecha y poco tiempo llegamos a Madridanos donde cogimos el GR 14 que nos condujo hasta Zamora tras atravesar Villaralbo y sufriendo mucho porque trajimos durante todo el trayecto el fuerte viento en contra.

Junto a la estación repetidora y con el valle de fondo.


15 de diciembre de 2013

Por la Tierra del Vino

Iniciamos la ruta con niebla alta y con -2º. Cruzamos el puente de la Autovía y a continuación realizamos un recorrido por un camino cercano al río que nos llevó hasta la carretera de Villaralbo. La cruzamos y otro camino nos condujo hasta la carretera de Pontejos. Realizamos este tramo por carretera hasta esa localidad y allí seguimos el camino (semiasfaltado) que nos llevó hasta Cazurra. Desde Cazurra, a través de un buen camino de concentración, fuimos hasta las proximidades de Peleas de Abajo. Allí tomamos la carretera durante unos metros y en seguida giramos a la derecha para coger el camino de Corrales del Vino. A estas alturas la niebla se había bajado y estaba "meona". Llegamos a Corrales del Vino y lo cruzamos saliendo a la carretera de Salamanca. Continuamos por ella unos metros, hasta la gasolinera, y desde allí nos dirigimos a Casaseca de Campeán por carretera. Cruzamos también este pueblo y cogimos un camino que nos condujo hasta las proximidades de San Marcial, localidad a la que no llegamos a entrar, ya que el camino que nos interesaba estaba frente al que ya traíamos una vez que cruzamos la carretera de Peñausende.

Esta parte del recorrido la hicimos sin track, pero fue sencilla: recorrimos el camino que tomamos hasta que no nos quedó otra que girar a la derecha, dirección que seguimos hasta que desembocó en la carretera que va de Entrala a Tardobispo. Menos mal que el terreno sólo estaba húmedo, porque en esa zona hay ese barro que va pegándose a la rueda con cada vuelta. Aún así al salir de él nuestras bicis pesaban tres kilos más. Tomamos dirección derecha de nuevo con idea de girar a la izquierda en el primer camino. Pero no lo hicimos porque con la niebla no teníamos claro que fuera ese, así que continuamos hasta un camino ya conocido por ser de la Vía de la Plata que nos trasladó hasta el GR14 ya en las proximidades de Entrala. Una vez en la Senda del Duero la seguimos hasta Zamora.

Fue un recorrido para simplemente rodar ya que apenas hay elevaciones pero muy variado por la cantidad de localidades por las que se pasa.

Monumento a la Vía de la Plata, cerca de Entrala.

1 de diciembre de 2013

Desde Fonfría al Salto de Castro

Esta ruta se titula "Desde Fonfría al Salto de Castro" pero podría tener otros muchos títulos porque ha sido muy variada y hemos visto muchos lugares bonitos e interesantes.

Tras perder un buen rato colocando, bajando y volviendo a colocar las bicicletas en el portabicis, salimos de Zamora con dirección Fonfría, donde iniciamos la ruta. La helada que nos encontramos en el campo era impresionante, hasta la tierra tenía color blanquecino, y si había estado removida crujía como si se estuviera rompiendo a nuestro paso. En los primeros kilómetros nos encontramos con buen camino y monte bajo, principalmente jara. Pronto llegamos a Fornillos de Aliste y se percibe que su "apellido" lo lleva por algo porque empezamos a encontrarnos cortinas cercadas por las típicas vallas alistanas, robles y algún que otro prado. 

Salimos de esta localidad por un camino que sale a la izquierda de la iglesia y pocos kilómetros después nos desviamos a la derecha por otro que nos llevó al Molino Lajafriz. Allí nos encontramos con una presita casi artesanal y un molino muy bien conservado. Volvimos por el mismo camino y de nuevo enlazamos con el que habíamos dejado con anterioridad. Continuamos por él y pronto llegamos a Brandilanes.

Atravesamos el pueblo y, casi a la salida, nos desviamos a la izquierda, pasando por "La ribera", una vaguada muy verde, con un arroyo y un pequeño puente alistano. Pocos metros más adelante nos encontramos con un gran molino restaurado y con otro puente de mucha más envergadura. Tras cruzarlo comenzamos a subir por un camino con bastantes piedras y tras alguna subida más y alguna bajada alcanzamos Castro de Alcañices.

Dejamos atrás esta localidad y poco más de un kilómetro después abandonamos el track para tomar la carretera que nos llevó a la Presa de Castro tras una bajada prolongada adornada con unas increíbles vistas de los Arribes del Duero. Allí, lamentando el abandono del bonito poblado, tomamos el almuerzo e iniciamos la larga, pero llevadera, subida que nos puso de nuevo en el lugar donde nos habíamos separado del track. A partir de ese punto y tras un descenso por buen camino, comenzamos a ascender aunque de nuevo abandonamos el camino para desviarnos a ver la cantera de donde extraían la piedra para el salto. Un bonito y curioso lugar. Volvimos atrás para continuar de nuevo por el camino que habíamos dejado minutos antes y que nos trasladó hasta la zona minera romana de Pino. Desde ese punto fue prácticamente una continua subida que se prolongó hasta Fonfría y que terminó cargando nuestras piernas.

En conclusión: muy bonita y variada ruta. Muy recomendable.

Haz clic aquí para descargarte la ruta desde Wikiloc.

Molino Lajafriz, cerca de Fornillos de Aliste.

Típico puente (se puede apreciar la helada en los sombríos).

Al fondo, presa y poblado de Castro.

Cantera de donde se extrajo la piedra para el Salto de Castro.


24 de noviembre de 2013

Las Contiendas

Amaneció el día con una helada impresionante y al empezar nuestra marcha había tres grados bajo cero, pero con la cadencia del pedaleo y el sol no pasamos frío en ningún momento.

Salimos de Zamora y nos dirigimos a Villaralbo, lo atravesamos y tomamos dirección Madridanos siguiendo el GR-14. Pasando esta localidad continuamos siguiendo el mismo GR y enseguida vimos nuestro objetivo, el llamado pago "Las Contiendas", un teso cortado del que dicen que fue una cantera romana. Lo bordeamos y llegados a un punto giramos a la izquierda donde se inicia una subida que al principio es llevadera pero se va envenenando inclinándose cada metro un poquito más rematando al final con un par de rampas que obligan a poner el plato pequeño. Al llegar arriba estábamos agotados pero al mirar a la izquierda comprobamos que había merecido la pena al contemplar toda la vega del Duero, un gran mosaico formado por infinidad de tierras cultivadas y de barbecho.

Recuperados de la subida continuamos el camino, que seguía siendo el GR-14, y enseguida nos encontramos con varias bajadas y subidas que terminaron siendo un rompepiernas. Cuando estábamos a un lado de los aerogeneradores que hay en las propias "Contiendas" giramos a la izquierda y seguimos un camino con más subidas y bajadas que nos condujo hasta los propios molinos. Desde allí la vista también era impresionante. Tomamos junto a uno de ellos nuestro tentempié y continuamos nuestro camino. Seguimos pisando "Las Contiendas" hasta que nos encontramos con un vértice geodésico desde donde se iniciaba el descenso, que resultó muy divertido al ser un camino estrecho, en muchos tramos muy pendiente, y bastante técnico porque estaba horadado por las ruedas de las motos que deben transitarlo a menudo.

Terminado el descenso volvimos a coger dirección Madridanos y, de nuevo en el GR-14, lo continuamos, desandando el camino de ida hasta llegar de nuevo a Zamora.

Haz clic aquí para descargarte la ruta desde Wikiloc.

En el GR-14 y al fondo el pago "Las Contiendas".

El Viso y la vega del Duero, desde lo alto de "Las Contiendas".

17 de noviembre de 2013

Teso La Mora

Hoy, después de muchos meses, volvío el frío a Zamora, y lo notamos nada más salir de casa. Iniciamos la ruta con algo de retraso por un problema técnico de uno de los "bikers" pero, una vez resuelto, tomamos dirección la carretera de Villalpando hasta la salida de la capital donde ya tomamos un camino que nos llevó hasta Molacillos. Tras atravesar esta localidad seguimos con dirección a Benegiles, que también atravesamos. En ese punto variamos la dirección y seguimos por buenos caminos que apenas tenían barro. Enseguida nos enfrentamos a una subida larga pero con una inclinación que la hizo llevadera y tras ella hubo pequeños toboganes hasta que llegamos al "Teso La Mora".

A pesar de no estar a una gran altura la vista desde allí es bonita, además hay los restos de una cisterna romana a la que han llamado "Cisterna de Molacillos", cuyos restos están vallados y que hoy estaba cerrada. Aprovechamos para tomar el almuerzo y tras recuperar fuerzas descendimos el teso, pasamos de nuevo junto a Molacillos y al salir del pueblo cogimos un camino que nos llevaría hasta Coreses. Ya en esta localidad seguimos un camino que va en paralelo a la futura vía del AVE y que nos condujo hasta Los Tres Árboles, donde tomamos el carril bici hasta el barrio de La Horta, donde decidimos abandonarlo para hidratarnos con una cerveza (sin alcohol) y unos almendritas aprovechando que la hora lo permitía.

Cisternas de Molacillos en el Teso La Mora.

10 de noviembre de 2013

Por la Sierra de la Culebra (desde Pozuelo de T.)

De nuevo hemos hecho una ruta por la Sierra de la Culebra. Esta vez partimos desde Pozuelo de Tábara. Al salir del pueblo tomamos un camino de concentración pero poco más de un kilómetro después ya estábamos subiendo por unas rampas duras, y se hicieron más duras aún al estar todavía fríos. Después del "calentón" seguimos subiendo pero con una inclinación mucho más llevadera. El camino ahora tenía bastante piedra y estaba rodeado de jara.Seguimos subiendo y bajando por las estribaciones de la sierra y tras una gran bajada seguimos por una camino que discurría por un valle. En esta parte el monte bajo ya estaba acompañado de robles. El camino nos llevó hasta la localidad de Escober.

Seguimos el track y tras salir del pueblo seguimos por una gran recta con subidas y bajadas que, tras cambiar de dirección y seguir el cauce de un arroyo, nos llevó hasta Sesnández de Tábara, donde tomamos un pequeño almuerzo.

Salimos de Sesnández y cogimos la carretera para subir al alto de Carmona (o del Campanario). Es una subida larga pero con una inclinación que la hace bastante llevadera. Poco después de iniciar el descenso nos desviamos a la izquierda por el camino que va a El Casal. Seguimos descendiendo y nos llevamos una sorpresa cuando vimos que nos teníamos que desviar hacia el camino que tres semanas antes habíamos trazado en sentido contrario. Descendimos por este camino que atraviesa una zona de bosque espeso muy bonita y llegamos a las proximidades de Tábara donde cogimos un camino, casi una recta perfecta, que nos llevó de nuevo a Pozuelo, eso sí, con subidas y bajadas pero siempre con perfil descendente, de hecho casi todo el recorrido de este tramo lo hicimos con el plato grande.

Junto al arroyo Moratones, en Escober de Tábara.

Alto de Carmona o del Campanario (1020 m).

13 de octubre de 2013

Pino de Gema

Salimos de la Ciudad Deportiva con el cielo cubierto por algunas nubes y con temperatura fresquita. Tomamos dirección Villaralbo. Pasada esta localidad cogimos dirección Moraleja. El camino que elegimos no llevó por un lateral del pueblo y desembocó en otro que tomamos y seguimos hasta que surgió la duda de si era en un cruce o en el siguiente donde teníamos que girar a la derecha. Lo hicimos en el primero y nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado, pero lo subsanamos sobre la marcha. Finalmente empezamos a ascender la rampa que termina muy cerquita del famoso Pino de Gema. Esta rampa tiene cierta dureza pero la subimos sin problemas. Unos metros más adelante divisamos el pino, que llama la atención, por su grandeza y porque está solo en una zona en la que sólo hay encinas.

Tomamos nuestro almuerzo junto a él y poco después iniciamos el camino de regreso, pasando por los alrededores de Gema y disfrutando de las buenas vistas que nos proporcionaba la altura, adornados estos paisajes por el sol que se atrevió a salir y por las nubes que poblaban el cielo y que hacían resaltar las vistas . Desde los alrededores de Gema seguimos algunos caminos vecinales que nos llevaron a las cercanías de Jambrina y Peleas. En este pueblo tuvimos que tomar un pequeño tramo de carretera para enseguida coger el camino que nos llevó a Cazurra. Desde Cazurra fuimos a Pontejos, desde Pontejos a Morales del Vino y ya en esta localidad nos dirigimos a la senda ciclable que la une con Zamora, adonde llegamos sin más novedades.

El famoso Pino de Gema.


22 de septiembre de 2013

Tras el fuego, desolación.

Tras algunas rutas de trámite, hoy hemos hecho una que debería llamarse "Por los Arribes" o "Torregamones-Villardiegua", pero no cabe otro título que "Tras el fuego, desolación", ya que gran parte del recorrido que hemos ralizado ha sido por superficie quemada en el gran incendio que asoló esta zona en agosto y que se llevó por delante rastrojales, cortinas, encinares, zonas de monte bajo...

Partimos de Zamora y nos desplazarmos hasta Torregamones. Tras descargar las bicis iniciamos la ruta por un camino ancho y de buen firme que coincide durante un tramo con el trazado de "la Mirandesa" y que nos llevó hasta la zona donde están los famosos "Chiviteros". Desde allí iniciamos una bajada por un camino que se iba estrechando y que nos condujo hasta una vaguada donde empezamos a encontrar ya huellas del fuego. Ascendimos una ladera y desembocamos en el camino que lleva a Peña Redonda. Desde esa zona el panorama era desolador.

Continuamos y, tras algunas dudas de elección del trazado porque en esa zona el camino estaba apenas marcado, llegamos a Villardiegua, no sin antes contemplar con tristeza todo lo que el fuego es capaz de destruir en apenas unas horas. Allí, junto a la famosa "Mula" (berraco celta) tomamos nuestro almuerzo.

Siguiendo el track salimos de Villardiegua por la carretera que conduce a Villadepera y seguimos por ella unos kilómetros. Antes de llegar a esa localidad tomamos un camino de buen firme y ancho que empezó descendiendo y que fue el comienzo de sucesivos toboganes por caminos más estrechos y que atravesaban zonas boscosas, zonas de matorrales o zonas de cortinas; muchas de ellas quemadas. Finalmente llegamos a un camino ancho que nos condujo de nuevo a Villardiegua. Allí el track nos llevó a la carretera que une esta localidad con Torregamones que, con sus subidas y bajadas, se nos hizo un poco pesado.

Vista de Los Arribes quemados desde la zona de "Peña Redonda". 

8 de agosto de 2013

Laguna de Peces

Cuando oí la propuesta de subir hasta la Laguna de Peces acepté pero pensé que no sería fácil culminarla. Una vez terminada me alegré mucho de haber aceptado el reto.

Salimos de Rabanillo y tomamos directamente la carretera para intentar desgastarnos lo menos posible. Pasamos Galende y al llegar al cruce de San Martín de Castañeda tomamos el desvío y unos cientos de metros más adelante comenzó la ascensión que nos llevaría hasta los casi 1.800 m. en 17 km. partiendo de algo menos de 1.100 m. Durante el recorrido pasamos cerca de Vigo de Sanabria y atravesamos San Martín de Castañeda, después de éste ya no hay más pueblos.

La ascensión es muy larga pero tiene una inclinación que la hace llevadera. También la hizo más llevadera las pequeñas paradas que fuimos haciendo durante el recorrido. Pero lo mejor de todo son las vistas, el Lago de Sanabria que vimos empequeñecer según íbamos avanzando, las montañas, la vegetación...

Al llegar a Peces sentimos alegría por haberlo conseguido, pero no nos paramos, continuamos y recorrimos parte de su perímetro. A continuación iniciamos el descenso, primero por carretera, después por un camino que nos condujo a la vieja carretera que nos llevó hasta otro camino, bastante técnico, que desembocó en San Martín. Tras cruzar San Martín, a la salida tomamos otro que nos permitió llegar a Vigo de Sanabria, desde aquí a Pedrazales, de Pedrazales a Galende, y de Galende a Rabanillo, todo por caminos ya conocidos.

Bonito paisaje desde uno de los miradores. 

Laguna de Peces

6 de agosto de 2013

Molinos de San Ciprián

Partimos de Rabanillo con idea de ir a San Justo, así que cogimos el camino El Puente-Galende que seguimos hasta la segunda localidad donde tomamos el que va a Trefacio. En este pueblo tomamos la carretera que va a Cerdillo, una subida prolongada de algo más de 2 km. en la que se ascienden 200 m. de altitud. Una vez que llegamos a esta localidad y tras subir al campanario de la iglesia para contemplar las vistas, cogimos el camino tradicional que va hacia el Molino Botero, pero en un determinado momento vimos la indicación de otro camino tradicional que indicaba Colmenero y San Ciprián y decidimos cambiar nuestros planes.

Tomamos ese camino y enseguida llegamos al Colmenero. Tras una pequeña parada para ver esta curiosa construcción continuamos por un camino en algunos casos comido por la vegetación, pero muy bonito, estrecho, técnico, rodeado de árboles y con el rumor del agua corriendo porque en paralelo, pero algunos metros más abajo que nosotros, circulaba un riachuelo. En más de una ocasión tuvimos que bajarnos de la bici porque era imposible continuar sobre ella. Finalmente desembocamos en la carretera y pocos metros más adelante encontramos los molinos de San Ciprián. Prácticamente están todos arruinados pero aún permanece una caída de agua muy bonita.

Tras esta parada seguimos por la carretera hasta el pueblo de San Ciprián y tras tomar allí un pequeño almuerzo empezamos a desandar el camino, sólo que continuamos por la carretera hasta el Molino Botero, donde paramos porque tras algunos años de rehabilitación ya está abierto. Al terminar la visita decidimos volver a Rabanillo por carretera porque se nos había hecho tarde.

Colmenero de Cerdillo.
Bosque de robles en el camino de San Ciprián.
Molinos de San Ciprián.

2 de agosto de 2013

Rihonor de Castilla

Iniciamos esta ruta en Puebla de Sanabria, desde allí partimos por carretera hasta el pueblo de Lobeznos donde cogimos un camino que tras algunas subidas y bajadas nos llevó a Pedralba de la Pradería. Cruzamos el pueblo y tras las últimas casas tomamos otro camino desde el que pudimos contemplar bonitos paisajes de las montañas sanabresas. Este camino terminó sacándonos de nuevo a la carretera y ya en esta iniciamos un gran descenso hasta el cruce de Santa Cruz de Abranes. Tomamos la carretera hacia esa pequeña y bonita localidad. La atravesamos y tomamos un camino con buen firme y pocos desniveles hasta las proximidades de Rihonor de Castilla (Rio de Onor), donde se inicia un largo descenso.

Recorrimos este curioso pueblo, mitad español y mitad portugués, y decidimos almorzar algo allí mismo. Tras el almuerzo tomamos un camino de subida prácticamente continua durante 7 km. Al poco de cogerlo pudimos ver tres corzos corriendo entre los matorrales. Este camino nos llevó hasta Robledo, donde cogimos otro camino que nos condujo a Linarejos y en el que se nos cruzó otro corzo. Desde esta localidad, y ya por carretera, conseguimos llegar, ya algo cansados, a Puebla de Sanabria.

Cartel a la entrada de la parte portuguesa de la localidad.

Típica casa de Rio de Onor.