5 de enero de 2025

Contra el viento sur y después a gozarla

Sabíamos que hoy el viento se iba a hacer el protagonista de nuestra ruta y así fue. Soplaba a más de 30 km/h con rachas más fuertes aún y lo llevamos de cara durante todo el recorrido de ida. Eso sí, la vuelta no tuvo nada que ver porque casi con solo dejarse llevar alcanzábamos velocidades de crucero que yendo hacia Corrales no conseguíamos ni cuesta abajo.

No hemos empezado mal el año ya que a la segunda convocatoria de 2025 nos presentamos siete, bueno, seis y uno más que recogimos en Morales del Vino. Eso sí, el día no estaba bonito, el cielo aparecía repleto de nubes, había bastante viento del sur. Lo positivo es que la temperatura rondaba los 10º.

Habíamos quedado a las 9.30 h y a esa hora estábamos tres en la puerta del Bar CD. Emprendimos la marcha porque otros tres nos esperaban a la salida del Puente de Hierro. Ya los seis juntos tomamos el Camino Viejo de Villaralbo, si bien lo dejamos enseguida para continuar por caminos hacia la carretera de Moraleja. Al llegar a esta la atravesamos y seguimos de frente.

Poco después, tras un giro a la izquierda, pasamos por un viaducto sobre la A-66 y después de otro giro nos fuimos acercando al trazado de dicha autovía.


Comenzamos, de hecho, a rodar en paralelo a ella, y así lo hicimos durante un tramo de casi un kilómetro. 


Después pasamos por debajo de esta autovía por un  túnel. Al salir del mismo giramos noventa grados a la izquierda y enfilamos hacia Morales del Vino.


Antes de llegar a las primeras edificaciones se nos unió el séptimo biker, que había salido a nuestro encuentro. Ya todos juntos pasamos por algunas calles del pueblo.


Pero lo abandonamos enseguida pasando junto a las instalaciones de la Quesería El Pastor y ascendiendo hacia el Camino de Pontejos por un camino que cruza una urbanización. Al llegar al final de la calle esta tenía una cancela. Menos mal que se podía correr y así accedimos al camino que nos llevaría hacia Pontejos.


Pero no llegamos a esta localidad porque nada más pasar de nuevo por debajo de la A-66 giramos a la derecha y continuamos a su lado. A estas alturas ya nos habíamos dado cuenta de que el viento era más fuerte de lo que pensábamos y nos frenaba enormemente.

Más adelante nos separamos de la autovía tras dos cambios de dirección y terminamos saliendo a la carretera que une la N-630 con Cazurra. Rodamos por ella unos doscientos metros y giramos a la derecha.


Continuamos por el camino por el que, habitualmente, vamos desde esa localidad a Peleas de Abajo. En él hay varios tramos de bajada, pero el viento nos iba frenando tanto que, incluso en esos descensos y dando pedales, no llegábamos a 20 km/h.


Este camino termina al llegar a la carretera que va desde la N-630 a Peleas de Abajo y Jambrina. Nos incorporamos a ella no más de doscientos metros y bastante antes de llegar a la entrada del pueblo nos desviamos a la derecha.


El camino por el que continuamos es una recta que va derecha a la A-66, con la particularidad de que sus dos kilómetros son cuesta arriba. Como llevábamos el viento totalmente de cara soplando muy fuerte nos costó muchísimo llegar hasta la autovía. 


En ese punto giramos a la derecha y enseguida a la izquierda para pasar bajo ella a través de un pequeño viaducto, ricamente decorado por grafiteros con colores y algunos motivos navideños.
 

Dos giros consecutivos a la derecha nos llevaron a la N-630 por la que rodamos poco más de cien metros porque enseguida nos desviamos hacia un camino que partía a la derecha. 


Este pasa junto a las instalaciones de una granja. Poco después nos desviamos a la izquierda y continuamos por un camino apenas visible y con ascenso incluido. 


Seguidamente pasamos junto a un pinar y continuamos subiendo. Unos cientos de metros más adelante, tras un giro a la derecha, llegamos a un camino de mayor importancia. Eso sí, el ascenso continuaba.


Este camino nos llevó hasta un cruce cerca del Teso el Cueto. Aún nos restaba por ascender un poquito más.


Al terminar la cuesta nos reagrupamos y ya todos juntos comenzamos a descender hacia Corrales del Vino. Aunque la tendencia era descendente aún hubo que enfrentarse a un par de subiditas cortas.


Pero el último tramo sí, ya era una bajada continua. Terminó en la N-630, la cruzamos y continuamos por una carretera que sale prácticamente en frente.


Esa carretera, con una nueva cuesta, nos llevó hasta una zona de viviendas de Corrales. La atravesamos y llegamos a la circunvalación del pueblo.


Poco después giramos a la izquierda, dejando atrás la localidad y siguiendo por un camino de buen firme. En ese momento empezó la "fiesta" porque dejamos de escuchar ese zumbido constante en nuestros oídos y empezamos a rodar sin ningún esfuerzo. Y cuando decimos esto quiere decir que girando los pedales sin hacer fuerza alcanzábamos velocidades cercanas a los 30 km/h.


De ese modo recorrimos los casi 5 km que separan Corrales de Peleas de Abajo en muy poco tiempo. Atravesamos esta localidad pasando por la Plaza, cruzamos la carretera, dejamos a nuestra derecha la iglesia y continuamos recto.


El camino tendía un poco hacia abajo, por lo que con ese plus y el viento seguíamos moviéndonos muy rápidos.


Enseguida llegamos a una chopera donde el camino desemboca en otro, el llamado Camino de Zamora, que tomamos girando a la izquierda.


Poco después de acceder a él tuvimos que enfrentarnos a una subida con su posterior bajada, y enseguida a otro ascenso y descenso. Pero los siguientes cuatro kilómetros fueron, predominantemente, de suave bajada así que continuamos avanzando rápido hacia Casaseca de las Chanas.


Antes de llegar a ese pueblo giramos a la derecha y poco después hacia el sentido contrario .


Tras varios giros más nos enfrentamos a una recta que nos condujo hasta el siguiente pueblo de nuestro recorrido, Arcenillas. 

Pasamos por algunas calles de esta localidad y, finalmente, salimos de ella por el denominado Camino de la Cabaña. Poco después nos desviamos ligeramente a la derecha para continuar por el de las Anguilas. Este nos llevó hasta la carretera de Moraleja del Vino, en las proximidades de esta localidad.


Al llegar a dicha carretera la cruzamos y continuamos de frente. Enseguida giramos a la izquierda para continuar por otro camino que, tras un par de cambios de dirección, nos llevó hasta el GR-14. Siguiendo este llegamos enseguida a Villaralbo. Rodamos por varias calles del pueblo para, en cuanto pudimos, enfilar hacia el río.


Ya junto a este continuamos dirección Zamora por la carretera que va más pegada al Duero, si bien poco después nos desviamos para seguir por camino. Desde la salida del pueblo el viento nos volvió a dar de cara y volvimos a sufrir de lo lindo para conseguir avanzar. En la imagen bien se puede apreciar la fuerza del viento.


Poco antes de llegar a las proximidades del Puente de Cardenal Cisneros comenzó a llover, adelantándose a la hora que habían anunciado las previsiones. Accedimos al puente por las escalerillas, lo cruzamos y descendimos de él por la pasarela. Ya desde Los Tres Árboles nos dirigimos al punto de partida, si bien dos bikers se fueron hacia sus casas. Los restantes nos tomamos una caña y nos deseamos una feliz noche de Reyes.



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