13 de octubre de 2024

Rodeando las Lagunas de Neila

Castilla y León nos sigue sorprendiendo y son muchos los lugares con mucho encanto que aún desconocemos. Por suerte, hemos descubierto uno de ellos: la Comarca de Pinares. Esta se extiende entre las provincias de Burgos y Soria. En la primera se encuentran las Lagunas de Neila pero hay decenas de lugares más para visitar y disfrutar por la zona.


Las lagunas de Neila son un conjunto de impresionantes lagos de origen glaciar situados en la provincia de Burgos, casi en la confluencia de esta, la de Soria y La Rioja. Se encuentran a unos 1700 metros de altitud, en la sierra de la Demanda, y están rodeadas por picos de más de 2000 metros. 

Hasta hace sesenta años este paraje no era exactamente así. Hasta el final de la década de 1960, las Lagunas Altas de Neila eran un espacio poco transitado debido a su inaccesibilidad. La zona era aprovechada por los rebaños de ganado menor, trashumantes en aquella época. Entre 1969 y 1972 se desarrolló el proyecto de transformación para su uso turístico y de pesca intensiva. Para ello se alteraron morrenas, se hicieron desmontes, se crearon diques y se construyeron caminos. 

Entre 2001 y 2002 se realizaron obras para restituir el modelado glaciar, se eliminó algún dique y se rebajaron otros.

En la ruta que os describimos hoy cambiamos las ruedas de nuestras bicis por calzado de senderismo porque para disfrutar de este paraje tiene que ser caminando. Pero para acceder a las lagunas sí que hay que usar ruedas, pero de coche. Llegamos con él hasta el último parking al que se puede acceder. Allí comenzamos a caminar sin GPS, guiados por un amigo de Covaleda que conoce muy bien la zona, por un senderito estrecho rodeado de multitud de pinos que impiden ver más allá. 


Desde el minuto uno no hay tregua ya que se comienza subiendo desde el primer metro, de hecho el primer kilómetro y medio es todo ascendente, y en ese tramo se ganan casi doscientos metros de altura.
En algún momento del ascenso se abre algún claro y esto nos permitió comenzar a disfrutar de las vistas.


Y mirando al suelo también encontramos alguna que otra sorpresa.


Ya casi en la parte más alta los pinos nos permitieron contemplar la llamada Laguna de los Patos.


Terminado el sendero entre los pinos llegamos a una zona sin apenas vegetación por la que continuamos ascendiendo hasta llegar al alto del collado que rodea la Laguna Larga y la Laguna Negra de Neila, donde hay un vértice geodésico. En él leímos la altura a la que nos encontrábamos: 2.044 m. Desde esa zona, mirando hacia nuestra izquierda pudimos ver muchos de los pueblos de la comarca: Palacios, Quintanar, Vilvestre, Regumiel, Duruelo y Covaleda. Como el día estaba tan claro vimos hasta Salas de los Infantes, distante a unos 25 km.


Continuamos caminando, ya cómodamente, descendiendo ligeramente por el alto del collado que rodea a las dos lagunas. La panorámica que se va viendo de ellas y de todo el sistema montañoso que las circunda nos pareció impresionante.


Allí arriba nos alegramos de haber subido con algo de ropa de abrigo porque el viento, casi inexistente en la zona del aparcamiento, en esa zona soplaba fuerte y fresco. 

Continuamos avanzando y, por ello, fue cambiando la perspectiva de la panorámica, pero seguía siendo igual de bonita. 


Después de recorrer como un kilómetro y medio por el collado nos enfrentamos a una pequeña subida. Tras ella comenzamos a descender.


La bajada la realizamos entre piedras, es un descenso bastante empinado pero lo realizamos sin ningún problema.


Una vez que llegamos a la zona donde volvía a haber pinos hicimos un pequeño tramo en el que nos salimos del sendero, pero pronto volvimos a encontrarnos con él. Seguía teniendo muchas piedras, pero en esa zona ya volvía a ser ligeramente descendente, y así seguiría hasta el final.


Tocaba ahora disfrutar de cerca de la Laguna Negra de Neila y de la Laguna Larga. Fuimos caminando junto a ellas durante un buen trecho. 


Llegando ya a la Laguna Larga el camino se liberó de rocas y resultó más cómodo aún. En ese punto unas nubes bajas cubrieron las cimas de las montañas cercanas y veló el sol durante algunos minutos.


Pronto se fue abriendo paso entre ellas y les ganó la batalla volviendo a dar de nuevo color a todo, incluida la Laguna Larga, que en ese momento teníamos junto a nosotros.


Terminamos de bordearla atravesando un pequeño puente que se ha aprovechado para hacer en él un mirador dotado de unos bancos para poder realizar un descanso y disfrutar de las vistas.

Paramos un par de minutos y continuamos caminando a buen ritmo porque el camino lo permitía. En pocos minutos llegamos a una zona desde la que pudimos contemplar desde lo alto la Laguna de la Cascada. Existe una variante de esta ruta que pasa junto a ella. Nosotros no la hicimos porque no nos daba tiempo.


Después de esa zona el camino comienza a estar asfaltado y ya nos condujo, tras caminar unos cientos de metros, de nuevo hasta el aparcamiento.


 Una vez concluida la ruta, que nos encantó, podemos aconsejar que quien la prefiera más cómoda puede hacerla en sentido contrario. Como la hicimos nosotros subes casi todo de golpe, a la inversa se van dosificando más los ascensos. En cualquier caso, en una u otra dirección, merece muchísimo la pena.


Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc.

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