Paramos en el Cámping porque habíamos previsto salir desde allí. Como no dejaba de llover y el viento arreciaba con mucha fuerza tomamos un café en la cafetería, pero el tiempo pasaba y nada..., la lluvia no cesaba. Así que finalmente decidimos salir a las bravas.
Partimos con dirección Figueruela helados de frío, con muchísimo viento helado de frente y lloviendo. Aunque nadie dijo nada todos nos preguntamos si no estaríamos tontos y deseábamos que alguien dijera: ¿nos damos la vuelta? Pero tras ese primer kilómetro infernal abandonamos la carretera y cambiamos de dirección para tomar un camino, y ese giro fue un alivio que ya nos permitió rodar con normalidad.
Tras alguna subida comenzamos una bajada enorme,con un paisaje precioso rodeándolo todo,que terminó junto al arroyo Cabrón. Ya a su lado fuimos en paralelo a él. Llegamos al llamado Molino de Chencho, un paraje muy bonito
Cruzamos el arroyo por un pequeño puente y alternamos algunas pequeñas subidas y bajadas siempre junto al Cabrón por buenos y bonitos caminos.
En pocos minutos llegamos al bonito pueblo de Flechas. Recorrimos un tramo de la calle principal y giramos a la derecha para ascender una cuesta con una fuerte inclinación.
Tras ella el premio de un bonito descenso hasta la antigua explotación pizarrera y desde allí comenzamos una larga subida de unos cinco kilómetros.
Cambiamos de dirección y también cambió el paisaje, los pinos reforestados han terminado con la vegetación autóctona, pero aún así tiene su encanto y continuamos rodando por tramos cómodos. Por fin paró de llover e incluso se abrieron algunos claros y tímidamente salió el sol.
Poco después llegamos al campamento de San Pedro de las Herrerías. Tras hacernos una foto continuamos.
Entramos al coqueto pueblo y lo recorrimos de lado a lado, terminando saliendo a la carretera de Mahíde.
Por ella continuamos hasta esta localidad, acortando la ruta porque debido al gran retraso de la salida no teníamos tiempo de hacer el recorrido previsto al completo. Tras llegar a Mahíde tomamos la carretera de Figueruela que nos devolvió al cámping. eso sí, sufriendo porque hasta allí es todo pendiente y porque el viento de cara se empeñaba en no dejarnos avanzar.
Ya en el cámping nos duchamos, nos hidratamos y fuimos a San Vitero, donde nos esperaban las señoras y, entre otras viandas, dos pollos de corral.
Preciosa ruta, una pena haberla tenido que acortar... Pero la haremos entera pronto.
Para descargar la ruta haz clic en el logo de Wikiloc