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25 de junio de 2021

Nocturna con luna de fresa

A la primera luna llena del verano se la denomina "luna de fresa", por su color rojizo. Como no nos la queríamos perder programamos una ruta nocturna para verla, eso sí, desde la bici.

13 de junio de 2021

Mojándonos hasta Toro

Dentro de poco más de quince días comenzaremos nuestra gran ruta del verano. Las etapas serán largas y con mucho ascenso, así que, poco a poco, hay que ir preparándose. Ahora que las fechas se van acercando ya toca hacer rutas largas para acostumbrarse a los kilómetros y al tiempo de estar sobre el sillín. Por eso hoy hemos ido hasta Toro, bueno, casi hasta Toro. Nos quedamos en el Puente Románico.

8 de junio de 2021

Una clásica: "La Mirandesa"

En Zamora, para los aficionados a la bicicleta de montaña, "La Mirandesa" es una clásica. Seguro que hay pocos de estos aficionados que no la hayan hecho alguna vez. La mayoría de nosotros la hemos hecho varias veces, pero aún así siempre gusta volver a hacerla; suponemos que será porque el paisaje es muy agradable, porque tiene dureza pero es asequible, porque el tramo final es muy divertido... Además, hoy hemos conseguido que estuviéramos casi, casi, todos, y eso no es fácil.

2 de mayo de 2021

Acompañando al "Trío del Duero" casi hasta Toro

El año pasado por estas fechas dos bíkers tenían previsto hacer la Senda del Duero (GR-14), desde Zamora hasta el nacimiento del río, en los Picos de Urbión (Soria). Las circunstancias por todos conocidas obligaron a posponerlo y hoy, con un componente más, la han comenzado. Los hemos llamado el Trío del Duero. Los que nos quedamos con inmensas ganas de acompañarlos hemos hecho hoy los primeros kilómetros junto a ellos. Ya cerca de Toro los despedimos. ¡Mucha suerte, amigos; y que lo disfrutéis!

16 de febrero de 2021

Ribera del Arroyo de los Arroyos (Moral de Sayago)

El pasado Domingo  hicimos una ruta en bici que partió de Moral de Sayago. Los primeros kilómetros los hicimos con niebla y aún así lo que vimos nos encantó. Quedamos que a la primera de cambio volveríamos para disfrutar de esa zona caminando y así lo hemos hecho hoy. El recorrido que hemos realizado es sencillo y con múltiples paradas para admirar los innumerables bonitos rincones que hemos ido encontrando.

14 de febrero de 2021

Preciosa ruta por Sayago truncada por una avería

El relato de hoy está inacabado. Debería ser el de una preciosa ruta por Sayago, pero el final vino adelantado por una avería de una de las ebikes. De repente se rompió el motor y hubo que improvisar la logística para organizar la vuelta. Una pena, porque la estábamos disfrutando mucho de la ruta y de los paisajes, rodando por algunos parajes inéditos para nosotros y con el agua rebosando por todos lados.


1 de enero de 2021

Una de trámite para empezar el año

Después de las copiosas cenas de Nochevieja una buena forma de empezar el año es rodando en la bici un par de horitas, en plan tranquilo, sin madrugar... Ese fue nuestro propósito, después algunos factores lo complicaron todo un poco, pero aún así conseguimos quemar parte de esas cenas y pasar un buen rato.

27 de diciembre de 2020

Puertas en la puerta de Sayago

Hay situaciones en las que nos habría gustado abolir la propiedad privada. Así, de repente, a golpe de varita mágica. Y es que en la ruta de hoy hemos encontrado muchas puertas, cancelas, y al final, la cuarta condicionó el resto del recorrido, porque nos impidió seguir con el que habíamos previsto.

13 de diciembre de 2020

Explorando la rivera de Sobradillo de Palomares

La dirección de la salida de hoy, una vez más, la marcó el viento. Se esperaba que soplara del suroeste, así que hacia allí planteamos nuestra ruta. Al salir no esperábamos gran cosa de ella porque el día no estaba nada bonito, el gris lo presidía todo, y la mayoría de nosotros, que somos de sol, cuando nos falta este lo notamos. Sin embargo, nos encontramos con una recorrido precioso con un protagonista: el arroyo o rivera de Sobradillo de Palomares.

15 de noviembre de 2020

Sorprendidos por el barro

Esta mañana sabíamos que no íbamos a encontrar caminos secos y polvorientos, imaginábamos que algún rastro de humedad tendrían, pero lo que no imaginábamos es que íbamos a estar peleándonos con el barro a lo largo de toda la ruta. La única explicación que encontramos para justificar la presencia de tanto es que por la zona por la que se desarrolló nuestro recorrido debió llover mucho ayer o esta noche. Por eso ese barro nos sorprendió y condicionó todo.

25 de octubre de 2020

38 km ganados al viento y a la lluvia

Realmente hoy le hemos ganado 38 km al viento y a la lluvia, porque según estaba la mañana y según eran las previsiones, que últimamente nunca fallan, lo normal habría sido quedarse en casa, como hicieron los sensatos de este grupo (co, co, co, co...). Pero dos decidimos desafiar a Eolo y a la lluvia y logramos ganarles esos kilómetros, que si nos hubiéramos quedado en casa no habríamos hecho.

21 de junio de 2020

Una clásica: ida y vuelta a El Cubo

Próximos a empezar nuestra gran ruta del verano, llevamos ya varios haciendo siempre una misma salida en los días previos, una etapa larga en km y con sus subiditas, más de las que uno se hace a la idea. Una especie de test al que nos sometemos y que, por suerte, hemos aprobado.

14 de junio de 2020

Subida al Cueto

Aunque en la ruta de hoy no estaba prevista la ascensión al Cueto, sobre la marcha se convirtió en el objetivo de la misma. No todos conseguimos ascender sobre la bicicleta, pero eso sí, todos pudimos disfrutar de las vistas de toda la zona que se pueden contemplar desde ese alto, que se encuentra en el término de Casaseca de Campeán.

1 de marzo de 2020

Sin pena ni gloria, pero con lluvia y viento

Un Domingo más la climatología quiso ser la protagonista de nuestra ruta. La verdad es que no recordamos un año en el que haya habido tantas incidencias meteorológicas coincidiendo con nuestras salidas. Las de hoy tuvieron que ver con la lluvia y el viento, nuestros peores enemigos. Finalmente algunos fuimos tercos y logramos hacer una ruta, sin pena y con poca gloria, porque no fue la prevista, pero nos conformamos. Sólo conseguimos llegar a Pereruela, pero nos costó más, debido al viento en contra, que si hubiéramos ido casi a Miranda. Eso sí, la vuelta fue otro cantar...


26 de enero de 2020

Hasta el Viso y más allá (en busca del sol)

Dicen que las bicicletas son para el verano y eso debe ser lo que, en algunas ocasiones, piensan algunos de los integrantes de este club, o al menos lo parece, porque hoy tan solo cuatro nos presentamos a la cita matutina. Algunos tienen excusa, pero otros no ;)

A los cuatro que nos presentamos nos esperaba, como ya casi empieza a ser habitual, una densa capa de niebla y 2º de temperatura. Más de uno al abrir la ventana se lo pensó, pero al final se impuso el vicio de pasar un rato sobre la bici y con los amigos.

Dejamos atrás Zamora cruzando el puente de Cardenal Cisneros, al terminar bajamos las escaleras que comunican con el Camino Viejo de Villaralbo, si bien nada más empezar a rodar por este nos fuimos hacia la bifurcación de la izquierda, que lleva a Villaralbo igualmente.


9 de diciembre de 2019

Lección de barro

Hoy hemos aprendido, o mejor dicho, recordado, que hay varios tipos de barro: el botijero, que es el más odiado por los amantes de la bici y el "de toda la vida", que salpica, mancha, resbala...

Cuando salimos a las 9.30, los cinco que formábamos el grupo imaginábamos que barro íbamos a tener, porque el otoño ha sido muy lluvioso y en los últimos días había llovido bastante, pero la verdad es que no esperábamos tanto, ni tan molesto.

Los primeros kilómetros los hicimos sin problema, primero bordeando el río, después cruzando el Puente de Piedra, para seguir por el barrio de Cabañales y terminando en la rotonda del Cementerio. Allí continuamos por el llamado carril bici Zamora-Morales, pero al llegar a la zona de El Cristo lo abandonamos, pasamos junto a la ermita para rodar después por la vía de servicio y seguir por la carretera los últimos metros antes de llegar a esa localidad.



27 de octubre de 2019

Al Molino de La Viñuela

Hoy se celebraba la marcha Titán Matacucos y uno de los bíkers se había apuntado. Como no nos gusta dejar a nadie solo le dijimos que no fuera y él contestó que no iría siempre que la alternativa fuera una buena ruta. Y así lo intentamos.

Esa "buena ruta" ya la habíamos hecho casi igual algunos de los siete bíkers que hoy nos dimos cita en el lugar habitual, pero aún así merecía la pena. Eso sí, finalmente fuimos seis porque el séptimo tenía un problema con el mando del cambio y no fuimos capaces de solucionarlo.

Dejamos atrás Zamora cruzando el Puente de Piedra, recorriendo San Frontis y tomando el GR-14 tras cruzar la carretera de Bermillo. Los primeros kilómetros los hicimos con frío. Las previsiones eran de una mañana de temperatura agradable, en la que haría casi calor al filo del mediodía, y no nos abrigamos; y la realidad fue que el sol no salió y eso provocó que no entráramos en calor.


Y no lo hicimos hasta poco antes de llegar a Tardobispo, y no porque subieran las temperaturas, sino porque hubo que subir unas ligeras pendientes. Tras pasar esta localidad continuamos por el trazado del GR-14 hasta La Pueblica sin más novedades que alguna zona con barro. Aún así, menos de lo que esperábamos con toda la lluvía caída durante la semana.


Tras pasar esas zonas de barro, llegamos al conocido como Puente Potato, que cruza la ribera del Campeán y que era parte del camino tradicional que unía Zamora con Ledesma. Lo cruzamos y seguimos adelante hacia Pereruela.



Cuando llegamos junto a la carretera, en vez de seguir el camino habitual que va a la izquierda de esta, decidimos aventurarnos por uno de reciente factura que, como imaginábamos, también nos llevó hasta Pereruela. Allí volvimos al GR-14 y no lo abandonamos hasta las proximidades del Puente de Las Urrietas.


Antes de cruzar dicho puente giramos a la derecha y seguimos rodando por otro nuevo camino, abierto sobre otro más estrecho existente, que ya no abandonamos hasta nuestro destino, si bien en un momento dado se termina el nuevo y continúa el viejo trazado. 

Sin duda ahí empieza lo más bonito de la ruta, un descenso en el que se empieza a divisar el Duero, en su lento transcurrir hacia Portugal, y donde empieza a estar encajonado, preludio de Los Arribes.


Unos cientos de metros más adelante no pudimos por menos que pararnos a admirar el paisaje que, sin duda, y a pesar de la falta de sol, nos pareció impresionante.


Desde allí ya divisábamos nuestro destino, el molino que unos llaman La Central y otros de la Viñuela. En cualquier caso, un bonito molino caracterizado por tener forma de barco. Tras la pequeña parada volvimos a las bicis y el camino parecía llevarnos en sentido contrario al molino, si bien poco después realiza un giro de casi 180º, que nos enfiló de nuevo hacia él.


En el último tramo el camino se convierte en una senda muy bonita, rodeada de escobas y vegetación baja. Al llegar a las cercanías del molino paramos y aprovechamos para admirar el paisaje y para retomar fuerzas comiendo algún tentempié.


Justo cuando íbamos a abandonar el lugar el sol quiso hacernos un guiño, iluminándolo todo y brindándonos así una vista totalmente diferente.


Tras la parada nos enfrentamos a la larga y empinada cuesta que teníamos que ascender. Poco a poco y cada uno a su ritmo lo fuimos logrando.


Después de pasar de nuevo junto al puente de las Urrietas volvimos a pisar el GR-14 con dirección a Pereruela, pero enseguida cogimos otro nuevo camino que salía a nuestra izquierda. Tal y como esperábamos no mucho después giraba a la derecha y terminó por sacarnos de nuevo al GR-14, en las proximidades de Pereruela.

Tras atravesar de nuevo esta localidad continuamos hacia San Román, primero, de nuevo por un camino recién arreglado, y más tarde por una pradera, conocida como la del Terror, porque suele acumular agua, aunque hoy no era el caso.


No tardamos mucho en llegar a las proximidades de San Román, donde volvió a haber camino. Descendimos hacia la parte baja del pueblo, aunque enseguida hubo que ascender por sus empinadas calles.



Y el ascenso continuó también después del pueblo, en esta ocasión por la carretera, hasta que al llegar a la parte más alta nos desviamos para coger el camino que lleva a La Carva. No tardamos mucho en empezar a descender, y lo hicimos prudentemente porque las últimas veces que habíamos pasado por allí el firme estaba en muy mal estado. Pero las lluvias han afianzado el terreno y estaba mejor de lo esperado. Además las vistas durante la bajada eran magníficas, al estar toda la ribera del Duero repleta de los colores del otoño.


Desde allí, rodamos en paralelo al río y proseguimos hacia Carrascal, y eso incluye un par de subidas que ya empezaban a pesar en las piernas.


No llegamos a entrar en esa localidad, en realidad la dejamos a un lado. Seguimos rodando, con Zamora ya a la vista, y salvando los pequeños sube y bajas que fuimos encontrando. En un momento dado, ya cerca de la capital, viramos a la izquierda para seguir por una vía de cemento que, tras un ascenso y un descenso nos dejó muy cerca del puente de los Poetas.

Lo cruzamos porque queríamos ir a lavar las bicis, y continuamos hacia el Centro Comercial Valderaduey, donde pudimos quitar los pegotes de barro que traíamos por todos lados. Tras el lavado nos volvimos a montar en las bicis para ir a tomar algo que nos hidratase, y qué mejor que unas cañas...

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Relive 'Morning Oct 27th'

19 de septiembre de 2019

Nocturna de final de verano

La primavera pasada nos quedamos con ganas de hacer una ruta nocturna y unos por otros al final no lo conseguimos. Ahora, al final del verano, hicimos una nueva propuesta y finalmente cuatro pudimos hacerla. La propuesta era para realizar un recorrido sencillo, el hecho de salir de noche no significa que haya que arriesgarse a una caída.

Salimos de la Ciudad Deportiva aún con sol y siguiendo la orilla del río llegamos hasta el Puente de Piedra.



Tras cruzar el puente continuamos por Cabañales, seguimos hasta pasado el auditorio Ruta de la Plata y tomamos el llamado "carril bici" que une Zamora con Morales del Vino.

Ascendiendo la cuesta que hay entre la carretera de El Perdigón y el propio Morales vimos ya las últimas luces del día.


Tras cruzar Morales del Vino cogimos el camino de Pontejos. En ese tramo empezamos a probar nuestros focos.


Poco después de entrar en Pontejos giramos a la izquierda, salimos del pueblo y tomamos el camino que va a Arcenillas. Tras rodar por la recta que une ambas localidades llegamos a esta última. Ya en ese tramo la iluminación empezaba a ser necesaria.


Rodamos por algunas calles de Arcenillas y terminamos saliendo a un camino que, tras recorrer unos cientos de metros, se une a una gran recta que va hasta poco antes de Moraleja del Vino. Aquí sopesamos si hacer el recorrido previsto, que era de unos 50 km, o acortarlo algo para disfrutar más tiempo al llegar de una cerveza, unas tapas y un rato de charla. Evidentemente optamos por la segunda opción, así que continuamos por el camino que une Moraleja con Bamba. Lógicamente en este tramo ya era noche cerrada, así que no mucho después llegó un momento en el que no teníamos muy claro si estábamos en el camino correcto o nos habíamos equivocado. Tanto es así, que creíamos que las luces que veíamos al fondo eran las de Madridanos. Pero al ver las primeras edificaciones nos dimos cuenta de que era Bamba.

Desde este pueblo a Madridanos lo hicimos por el camino asfaltado que une las dos localidades y, como están muy próximas lo realizamos en muy poco tiempo.


Cruzamos el pueblo de lado a lado hasta llegar al GR-14, que tomamos para iniciar el regreso a Zamora. Rodando por este, al pasar por entre los maizales, al ser de regadío, se notaba muchísimo fresco, pero el resto del tiempo la temperatura era agradabilísima.



En este tramo se impuso un ritmo de crucero que hizo que lo recorriéramos en muy poco tiempo. Y ya en la recta que enfila hacia Villaralbo rodamos a más de 32 km/h, probablemente impulsados por las ganas de esa cañita que nos esperaba al final.

De Villaralbo a Zamora lo hicimos por el llamado Camino de San Miguel y también a muy buen ritmo.


Al llegar a Zamora paramos en uno de los bares cercanos a la Ciudad Deportiva y allí hicimos lo prometido, tomar una caña y unas tapas y charlar de las pasadas vacaciones y de la ruta a realizar en diez días, la Transculebra, de Puebla de Sanabria a Zamora por caminos. De ella hablaremos muy pronto...

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23 de junio de 2019

Etapa de transición... antes de la Gran Ruta

Ayer una de nuestras galanas tuvo una gran fiesta sorpresa, y allí estuvimos dándolo todo, así que quedamos para salir hoy a una hora prudencial. Sólo nos presentamos cuatro, no porque el resto se quedara en la cama, sino por distintos compromisos de cada uno. Y los cuatro, y el resto también, podemos asegurar que ya tenemos la cabeza puesta en nuestra gran ruta de este año, que unos empezarán el jueves, desde Santiago de Compostela, y a la que nos uniremos el resto dos días después, en Tuy, para continuar todos juntos hacia Lisboa. Esto se dejaba ya notar en nuestras bicis, que ya llevaban portabultos, y alguno hasta alforjas para irse acomodando.


Nos sorprendió ver que el día no era de los bonitos, las nubes se habían apoderado del cielo y el sol apenas se dejaba ver, y de hecho apenas lo vimos a lo largo de la ruta. Como habíamos leído que el viento soplaría del sur o suroeste decidimos ir en su contra, hacia Pereruela, para regresar con ayuda.

Partimos de la Ciudad Deportiva bordeando el río, cruzamos el Puente de Piedra y atravesamos San Frontis. Tras cruzar la carretera de Bermillo tomamos el GR-14. Curiosamente, a la altura del Brocal de las Promesas, ya cerca de Entrala, una chica que había junto a un coche nos paró y nos hizo una encuesta sobre por qué estábamos pasando por allí, de dónde veníamos, a dónde íbamos, si íbamos a tomar algo a la llegada y alguna pregunta más. Lógicamente le dijimos que para qué era la encuesta y se acreditó como autorizada por la Junta de Castilla y León para conocer el uso de la Euro Velo 1, una de las grandes rutas europeas de bicicleta, y mejorarla. Tras ofrecernos una bebida, que rechazamos, nos despedimos de ella y continuamos adelante. Justo al irnos le preguntamos, por curiosidad, que a cuántos le había hecho la encuesta y nos dijo que a ¡54!, y eran las 10.30 h.

Continuamos por el GR-14 y no tardamos en llegar a Tardobispo y no mucho después a las proximidades de la Pueblica de Campeán. Cruzamos el puente romano y proseguimos hacia Pereruela.



Pero antes de llegar a esa localidad hay que superar un par de subidas que cada uno hizo a su ritmo sin mayores problemas.


Una vez que llegamos a Pereruela, poco después de comenzar las primeras viviendas, giramos a la derecha para tomar un camino que recientemente ha sido arreglado (al igual que otros que vimos por la zona).



Con la capa de arena recién echada y compactada, y el perfil que comenzó a ser descendente, rodamos a muy buena velocidad y en pocos minutos vimos desde un alto la localidad de San Román de los Infantes. Si bien antes pudimos contemplar buenas vistas de la zona.



Descendimos hasta la parte más baja de la localidad y desde allí ascendimos por sus empinadas calles. Como siempre que pasamos por allí, nos volvió a dar la impresión de que el tiempo se hubiera parado entre aquellas casas que conforman la localidad.



Allí mismo, en un banquito en el que ya hemos parado otras veces, hicimos una breve pausa para renovar fuerzas comiendo algo.

Enseguida volvimos a las bicis y nos enfrentamos a la empinada cuesta por la que se abandona el pueblo.


Al llegar arriba tomamos la vieja carretera de la izquierda, avanzamos por ella y poco después giramos a la derecha para tomar el camino de la Dehesa de Congosta.


Este camino es prácticamente en su totalidad descendente. Los primeros metros para disfrutarlos. Tras pasar una cancela continúa el descenso para ya hay un tramo en el que hay que tomar precauciones por su inclinación y porque el terreno está muy suelto.


Hay que poner tanta atención en el suelo que apenas se pueden disfrutar las bonitas vistas del Duero, empezando ya estar encajonado entre laderas.

Poco después hay otro segundo tramo más inclinado aún y con el terreno en peores condiciones, es el que coincide con los últimos metros.

Ya todos abajo, junto al río, continuamos a su vera hacia Carrascal. Pero eso sí, antes de llegar a este barrio de Zamora, hay que superar tres subidas casi encadenadas.


Tras superar la última continuamos avanzando y giramos a la izquierda, cogiendo un camino que nos llevó hasta el pueblo/barrio. Atravesamos sus calles y tras abandonarlo tomamos el camino de la derecha, con otro nuevo ascenso, por el que ya llegamos casi a Zamora. Sólo tuvimos que volver a la izquierda en las proximidades de la ciudad, superar un tramo ascendente y poco después descender hacia la carretera. Rodamos por ella unos cientos de metros y llegamos a Los Pelambres. Desde allí continuamos hacia el lugar desde donde habíamos partido para comentar la ruta e hidratarnos, como suele ser habitual.

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Relive 'Morning Jun 23rd'