A pesar de que no nos gusta nada el barro ya teníamos ganas de pisar charcos. Y es que ya era tan necesaria la lluvia para el paisaje, para el campo y para los agricultores, que no nos ha importado en absoluto sufrir el barro gracias a que, por fin, ha llovido. Aparte del barro hemos disfrutado muchísimo esta ruta que discurre por la zona de Palomares y Los Infiernos, pero por caminos que, en una gran parte, eran inéditos para nosotros.