Se dice que en la variedad está el gusto, y hoy ha quedado demostrado que así es. Hemos hecho una ruta muy variada, atravesando encinares, jarales, pinares, tierras de cereales, barbechos... Subiendo y bajando cuestas que parecían imposibles y otras más suaves, y también rodando por llanuras. Y todo sin alejarnos en ningún momento más de 10 km en línea recta desde Zamora capital.