Durante la primavera nos gusta aprovechar, siempre que podemos, para recorrer lugares de nuestra provincia que en esa estación lucen más que en otras. Algunas de las salidas anteriores fueron a Sayago, que estaba espléndida, y hoy quisimos darle una oportunidad a Aliste. Sabíamos que nos iba a encantar también, y así ha sido. Esta todo tan verde, tan lleno de flores, de vida, con tantos colores, con el agua corriendo por todas partes... No hay palabras para describirlo.