Hace quince días planificamos una salida a Matilla la Seca por nada especial, solo porque el viento iba a soplar del noreste y así lo llevaríamos de cara y lo traeríamos de popa. Finalmente, la mañana de ese Domingo llovió y la ruta quedó en la reserva. Hoy hemos tirado de ella y hemos ido a esa localidad. Realmente, hemos vuelto, porque de casualidad estuvimos en ella también el miércoles.





